La Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) logró desarticular una banda dedicada al narcomenudeo, que operaba en el Valle de Calamuchita, provincia de Córdoba. Las autoridades establecieron que funcionaban bajo la modalidad de delivery.
La organización criminal, que se dedicaba a la distribución de estupefacientes en varias localidades, estaba liderada por una mujer de 53 años junto a sus dos hijos, de 36 y 24 años. La investigación, que se extendió por más de un año, culminó en una serie de allanamientos ejecutados en las últimas horas.
La operación fue llevada a cabo por el Equipo de Acciones Tácticas de la FPA, bajo la dirección del Ministerio Público Fiscal (MPF) y, tras una investigación minuciosa, los fiscales y los agentes pudieron identificar los puntos de venta clave y desmantelar la estructura criminal.
Los operativos se realizaron en viviendas ubicadas en tres localidades del Valle de Calamuchita: Almafuerte, Embalse y Los Cóndores. Estas zonas se habían convertido en centros de distribución de drogas de gran envergadura, según informó el portal El Doce.tv.
Los allanamientos fueron autorizados luego de un exhaustivo trabajo de inteligencia que incluyó seguimientos, escuchas telefónicas y análisis de los movimientos de los integrantes de la banda. La información obtenida permitió identificar a los responsables y confirmar que la venta de drogas se realizaba, además, mediante la modalidad de delivery, lo que complicaba aún más el trabajo de las autoridades.
La estructura operativa de la organización evidenció una clara división de tareas, con roles establecidos entre los familiares para asegurar el flujo constante de estupefacientes.
En el marco de los procedimientos, fueron detenidos los tres miembros principales de la organización: la madre y sus hijos. La mujer, en particular, era considerada la líder de la banda, encargada de coordinar la distribución de las drogas en las localidades de Almafuerte, Embalse y Los Cóndores. Junto a ellos, también fueron arrestados dos hombres, de 38 y 40 años, que formaban parte de la estructura criminal, aunque no se especificaron sus roles dentro de la organización.
Los efectivos de la FPA también incautaron una cantidad significativa de estupefacientes. Durante los operativos, se secuestraron 3014 dosis de marihuana, junto con hojas y ramas de cannabis sativa. Además, se encontraron 29 semillas y nueve plantas de cannabis, lo que indica que no solo se dedicaban al tráfico, sino que también cultivaba sus propias sustancias. Estos elementos fueron confiscados y están siendo analizados por los peritos para continuar con la investigación.
Cayó otra banda narco
Días atrás, en un operativo realizado por la Policía de la Ciudad, cuatro sospechosos fueron detenidos y acusados de ser parte una banda narco que operaba en el barrio porteño de Barracas. La particularidad del caso es que todos integran una misma familia y dos de ellos tenían antecedentes penales por distintos delitos.
El procedimiento se llevó a cabo la noche del miércoles de la semana pasada en tres domicilios contiguos ubicados sobre la calle Río Limay al 1900, en el marco de una investigación iniciada en diciembre de 2024 y encabezada por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de la fiscal Cecilia Amil Martín.
El modus operandi de la organización criminal se centraba en un playón vehicular abandonado: ese lugar era utilizado como punto de venta de drogas al menudeo.
El grupo familiar operaba durante todo el día, recibiendo un flujo constante de compradores. Además, usaba un auto Chevrolet Astra como medio de transporte para extender su dominio territorial en la zona.
El funcionamiento fue descubierto luego de meses de tareas de cambio y trabajo de vigilancia de la fuerza porteña. Así, el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal Contravencional y de Faltas N°26 ordenó los allanamientos, que fueron realizados por la Unidad Investigativa N°8 dependiente de la División Investigaciones Antidrogas Zona II.
Durante el operativo, los policías detuvieron a Matías Cabrera, de 27 años; Gerardo Fabián Cabrera, de 36; Kevin Cabrera, de 25; y Franco Fernández, de 29, quienes según las fuentes consultadas tenían roles definidos dentro de la organización.
Entre los elementos secuestrados, se encontraron 34 dosis de cocaína con un peso de 32,5 gramos, cocaína compacta de 6,2 gramos y un cogollo de marihuana de 0,9 gramos, además de cinco plantas de marihuana, una de ellas con una altura de más de tres metros.
También se hallaron una carabina calibre .22 que era guardada debajo del techo de un pasillo, sostenida por una tabla de madera, y una pistola marca Tala del mismo calibre.
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