Condenaron al hombre que conducía borracho y mató a dos hermanos que esperaban el colectivo en Santa Fe

El caso trágico, que conmovió a la comunidad de la provincia de Santa Fe, finalmente tuvo justicia, con una condena a 8 años de prisión. Aquel 9 de octubre de 2022, José Freinger Farías Zambrano, un hombre de origen venezolano, condujo su Ford Fiesta Max por la ruta 11 en Timbúes y desvío su vehículo hacia el carril contrario. La consecuencia de esa acción imprudente y peligrosamente acelerada fue devastadora: dos hermanos murieron mientras esperaban el colectivo.

El hecho fue tan trágico que su registro en cámara se convirtió en una prueba clave en el juicio. Según el relato de la Fiscalía y el juez Ariel Cattaneo, el conductor, quien circulaba con un nivel de alcohol en sangre de 1.79 gramos por litro, invadió el carril contrario a una velocidad aproximada de 120 kilómetros por hora, lo que terminó en un desastre. Estefanía y Alejandro Ruiz, dos jóvenes de 17 y 19 años, murieron en el acto, mientras que Denisse, de 9 años, y Alejandro, de 15 años, sobrevivieron pero con heridas de consideración.

Durante la jornada de ayer y según informó el portal Rosario3, Farías Zambrano fue condenado a 8 años de prisión por el delito de homicidio simple en concurso ideal con lesiones leves dolosas, todas con dolo eventual.

De acuerdo con la decisión del juez, el comportamiento de Farías Zambrano fue imprudente, pero especialmente temerario, dado que el incidente ocurrió en una zona donde era previsible la presencia de personas esperando el transporte público.

La actitud del acusado fue considerada como un acto de dolo eventual, es decir, actuó con la conciencia de que su comportamiento podría causar un daño grave. El nivel de alcohol en sangre del conductor, que superó casi cuatro veces el límite legal, sumó una agravante, ya que la intoxicación había mermado su capacidad de reacción y juicio al volante.

La sentencia de prisión fue un alivio para las víctimas sobrevivientes, quienes fueron testigos de la tragedia. En su declaración, Denisse, la más pequeña de las víctimas, recordó con angustia el impacto del vehículo y la pérdida de sus hermanos.

Lo que hizo aún más grave el caso fue que el ahora condenado ya tenía antecedentes por conducir ebrio. En diciembre de 2021, había estado involucrado en otro incidente vial similar, también sobre la ruta 11, en el que chocó un vehículo. En esa oportunidad, el nivel de alcohol en sangre del conductor alcanzó los 1.97 gramos por litro. A pesar de que en ese entonces no hubo víctimas fatales, el registro de esa infracción se presentó como un claro indicio de la irresponsabilidad y el peligro que representaba el hombre al volante.

Otro accidente fatal tuvo lugar en Rosario en enero de este año y las víctimas fueron una mujer y su hija. Desde entonces, la Justicia provincial investiga si Agustín David L. G., de 20 años, participaba en una picada con una moto cuando embistió a tres peatones, lo que derivó en la muerte de una mujer y su hija adolescente, y dejó con heridas a otra hija de seis años. El auto circulaba a 120 kilómetros por hora al momento del impacto, según informó Sebastián Chale, secretario de Gobierno de la Municipalidad.

Las víctimas, oriundas de Córdoba capital, caminaban por la costanera céntrica de la ciudad cuando fueron atropelladas por un Peugeot 206 gris. El hecho ocurrió sobre la avenida Wheelwright, a la altura de Presidente Roca.

La investigación está a cargo de la fiscal Mariana Prunotto, de la Agencia de Siniestralidad Vial y Homicidios Culposos, quien ordenó la custodia policial de Agustín David L. G., el joven de 20 años identificado como conductor del auto. El acusado también resultó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, con traumatismos en el tórax y la espalda. Luego, fue imputado por el delito de homicidio simple con dolo eventual, agravado por la pluralidad de víctimas y por circular a velocidad de ruta en zona urbana, según adelantó el Ministerio Público de la Acusación.