Detuvieron al hombre acusado de maltratar a su perro y amenazar a sus vecinos en Balvanera

Después de que se viralizara la situación de maltrato sufrido por un perro a manos de su dueño en el barrio porteño de Balvanera, la Policía de la Ciudad detuvo al hombre de 52 años por haber agredido a un jefe de servicio del edificio en el que reside. Sobre el acusado ya pesaban varias denuncias por amenazas y violencia y maltrato animal, por lo que le quitaron la tutoría de la mascota y será investigado.

El arresto de José Conde se concretó este viernes, luego de que fuera denunciado por agredir a un jefe de servicio, identificado como Héctor Romero. De esta manera, la Justicia ordenó su inmediata detención y posterior imputación por los delitos de hostigamiento y amenazas.

La situación cobró relevancia mediática, poco después de que se difundieran una serie de videos del detenido mientras agredía a varios vecinos de uno de los edificios ubicados sobre la Avenida Corrientes al 2700 e, incluso, a su perro llamado Pericles. En una de las filmaciones, se ve como el propietario le tiró aerosol en la cara a uno de los vecinos y lo increpa, como discute con otro de los residentes y cuando pateó a su perro para que suba por las escaleras.

En paralelo, este viernes por la mañana las autoridades rescataron al animal, que quedará a cargo de la vecina que realizó la denuncia mientras el caso permanece bajo investigación. Los agentes del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal (MPF), un médico veterinario y la ONG “Aliento de Vida Animal” confirmaron que la mascota vivía en condiciones inadecuadas de higiene y que no contaba con las vacunas correspondientes.

Luego de que los efectivos se presentaran en el departamento del acusado para retirar a la mascota, el hombre se tiró al piso y se negó a que el animal fuera revisado por el personal veterinario presente. A raíz de esto, se solicitó una unidad del SAME para brindarle atención médica, debido a que sufrió una crisis nerviosa acompañada de un cuadro de presión alta.

Previo a que fuera alojado en una comisaría de la Ciudad, el detenido fue trasladado hacia el Hospital Fernández para que pudieran evaluar en qué condiciones se encontraba su salud. De acuerdo a la información publicada por Noticias Argentinas, las autoridades judiciales informaron que no se aplicarán medidas restrictivas en contra del hombre, por lo que solo se realizarán una infracción en contra de la Ley de Protección Animal.

La denuncia en contra de Conde había sido formulada el 21 de octubre de 2020, sin embargo, la misma obtuvo una resolución recién el 31 de marzo de 2022. El caso recayó en la jurisdicción del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 4, a cargo de la jueza Rocío Mercedes López Di Muro, y del titular de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, Ricardo Bomparola.

Poco después de que se viralizaran los vídeos en su contra, Conde dialogó con varios medios a los que les aseguró: “Soy vehemente, no soy violento”, para luego agregar que él había denunciado a varios de sus vecinos porque presuntamente “hace diez años que vienen robando”.

En línea con esto, el detenido apuntó que la única versión que se había conocido era de la “gente que está involucrada en lo que se podría llamar algo cercano a la asociación, probablemente, ilícita”. Sobre las acusaciones por maltrato a su perro, señaló: “Yo no maltrato a los perros, tengo perros desde que nací”, y negó haber ensuciado los espacios comunes del edificio.

Por otro lado, una vecina afirmó que “todos tienen miedo, por eso muchos no quieren salir a hablar” y ratificó que habrían al menos “cinco o seis denuncias” en contra del detenido. Por este motivo, destacó: “Tuvimos custodia por un mes, por las amenazas de muerte a esa vecina que se fue del edificio”, y lamentó: “No sé qué solución encontrar, porque hablar con él es imposible. Por más que intentamos llevar una buena relación entre vecinos”.

Asimismo, la mujer que viviría frente al departamento del acusado reveló: “Estoy a punto de irme, a pesar de que a mí y a mi marido nos costó tener este departamento”. Y lamentó: “No es vida no poder abrir la puerta, me quedo mirando si él sale o no. Tengo visitas en casa y tengo que decirles que tengan cuidado, que no hagan ningún sonido y que salgan despacio”.