La ciudad de Rosario volvió a convertirse en el escenario de un delito con tintes mafiosos. Un comando de cuatro detectives disfrazados irrumpió en el estudio de un abogado de la ciudad y se llevaron una importante suma de dinero en pesos y en dólares después de advertirle a la empleada doméstica: “Venimos a cobrarnos una deuda de tu jefe”.
El hecho ocurrió el martes por la mañana en la avenida Carlos Pellegrini, cerca del cruce con Santiago, a unos pocos metros de la cancha de Newell’s.
Eran poco más de las 9.30 cuando las cámaras de seguridad de un edificio ubicado en la esquina tomaron en la calle cómo dos hombres vestidos de traje que caminaban por Pellegrini ingresaban al hall de entrada del inmueble.
Unos segundos después, otros dos hombres, vestidos de operarios de televisión por cable pasaron por detrás de ellos y caminaron hacia la esquina de la calle Santiago.
Según reconstruyó la historia el medio Rosario Tres, los dos hombres de traje entablaron una conversación con un guardia de seguridad del edificio que estaba en la puerta. Allí, le preguntaron si en ese edificio vivía un abogado con un apellido ficticio. El guardia les respondió que nadie con ese nombre vivía ni trabajaba en ese lugar, pese a la insistencia de los dos “ejecutivos”.
Fue entonces cuando aparecieron los dos presuntos operarios de TV, que le pidieron al mismo agente de seguridad si les permitía pasar a un baño. De acuerdo al relato del guardia, ante su negativa, uno de los operarios se levantó el buzo y la remera y le enseñó dos armas de fuego que tenía en su cintura. Allí fue cuando constató que se trataba de un asalto.

Los delincuentes maniataron al guardia de seguridad y los cuatro juntos subieron hasta un departamento específico que ya tenían señalado de antemano.
Al golpear la puerta del departamento, les abrió la empleada doméstica. Casi sin saludar, los delincuentes fueron directos: “Venimos a cobrarnos una deuda de tu jefe”, le dijeron.
Los ladrones maniataron también a la mujer y comenzaron a desvalijar el departamento hasta encontrar el dinero en efectivo.
Así, los ladrones lograron llevarse nada menos que la suma de 230 mil pesos y unos 12.800 dólares. En cuestión de pocos minutos abandonaron el edificio y dejaron a los dos empleados todavía maniatados. Una vez en la calle, todos salieron caminando y volvieron a separarse, los de traje por un lado, los presuntos operarios, por otro.
El canal Rosario Tres acudió al edificio a los pocos minutos de sucedido el hecho. Allí se pudo constatar la crisis de angustia del guardia de seguridad, quien lloraba desconsoladamente por el terror sufrido durante el asalto, mientras era atendido por profesionales del servicio de emergencias.
Por el momento, los cuatro delincuentes permanecen prófugos. Los investigadores intentan recoger el material audiovisual de varias cámaras de seguridad de la zona para intentar definir cuál fue el camino de la fuga de cada uno de los cuatro ladrones.
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