A dos meses del brutal incendio en un depósito de La Plata, los vecinos esperan un informe clave para avanzar con los arreglos

Los habitantes del edificio de calle 48 reclaman con preocupación la documentación de la UTN que les permita comenzar las obras de reparación de sus hogares

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El edificio lindero al depósito
El edificio lindero al depósito de Aloise Tecno sufrió grietas humedad y daños estructurales tras el incendio

A dos meses del incendio que destruyó el depósito de Aloise Tecno en el centro de La Plata, los vecinos del edificio lindero ubicado en calle 48 siguen atrapados en una situación que no avanza. Aunque lograron volver a sus departamentos, todavía no pueden comenzar las reparaciones por una razón puntual: el informe de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que debe determinar el estado estructural del inmueble continúa sin aparecer. Y, mientras tanto, la incertidumbre no cede.

La escena se repite a diario. Grietas que no paran de crecer, humedad que se expande por los techos, escombros que nadie retira y fierros expuestos en patios y balcones. Todo sigue igual desde el 16 de julio, día en que una explosión, seguida de un incendio, redujo a escombros parte del depósito y obligó a desalojar el edificio de siete pisos. 42 días después, los vecinos pudieron regresar, pero lo hicieron sin certezas ni garantías.

Todos nosotros estamos viviendo acá sin saber bien cómo está todo, necesitamos ya el informe”, reclamaron en diálogo con el portal platense 0221.com.ar, al describir el estado en el que aún se encuentran varias unidades. Sin ese documento técnico, cualquier intervención estructural está condicionada.

La reparación de paredes rajadas o la reconstrucción de muros que dan al patio del depósito derrumbado, por ejemplo, no puede realizarse sin una evaluación formal que garantice la seguridad de las obras.

La falta del informe técnico
La falta del informe técnico de la UTN impide que los vecinos puedan comenzar las reparaciones necesarias (Fotografía: AG La Plata)

Una vecina que intentó acceder al documento por su cuenta aseguró que “lo que pasa es que no les pagaron a los peritos de la UTN”, y apuntó directamente contra el rol del Municipio: “No nos explican nada y seguimos sin saber qué pasa con eso, nos toman el pelo”. Esa falta de comunicación, sostienen, es lo que más agobia.

En medio de este escenario, días atrás se presentó en el edificio Roxana Aloise, la titular del depósito siniestrado. Lo hizo acompañada por un ingeniero y una escribana. Dialogó con varios vecinos y, según testigos, se mostró visiblemente afectada por la situación. “Dijo estar angustiada y que tampoco tiene respuestas por parte de la Municipalidad”, relataron. Incluso subió a algunos departamentos para tomar fotos desde los balcones que dan al predio donde funcionaba el depósito.

El regreso al edificio, después de más de un mes de desalojo, tampoco fue sencillo. Muchos propietarios se encontraron con comida podrida en las heladeras, aires acondicionados cubiertos de hollín, sillones manchados y electrodomésticos arruinados.

Los colchones, las paredes y hasta los cielorrasos quedaron impregnados con restos del humo negro que se coló por rendijas y ventanas. Fue recién entonces cuando comenzó una limpieza larga, tediosa y, en muchos casos, costosa.

Roxana Aloise visitó el edificio
Roxana Aloise visitó el edificio con un ingeniero y una escribana y expresó no tener respuestas oficiales

Una de las imágenes más significativas del estado actual es la del muro trasero del depósito, que da al patio del departamento de planta baja. La pared quedó deteriorada, con escombros a la vista y sin resguardo alguno.

Los residentes advierten que ese tipo de daños, sin una evaluación técnica oficial, podrían derivar en riesgos mayores. Pero no pueden actuar. Y eso frena todo.

Mientras tanto, el paso del tiempo no ha traído respuestas. Tampoco avances. A medida que los días se acumulan, el desgaste entre los vecinos se intensifica. Todos coinciden en un punto: necesitan el informe de la UTN para recuperar la normalidad. Para algunos, esa normalidad empieza por reparar una rajadura. Para otros, por recuperar la seguridad de su propio techo.

Según trascendió, podría producirse un cambio de fiscalía en la causa que investiga el incendio, aunque hasta el momento no hubo confirmaciones oficiales. La situación judicial permanece en pausa, al igual que el documento que esperan quienes habitan en los departamentos linderos.