Identificaron el cuerpo del segundo pescador desaparecido en el río Paraná durante el temporal

El cuerpo sin vida de Francisco Javier Areco Grance, uno de los tres pescadores oriundos de Rosario que se encontraban desaparecidos desde el sábado pasado, fue hallado este miércoles en un brazo del río Paraná, a unos tres kilómetros del punto donde el martes había sido encontrado Joselino Valdez Rojas, otro de los integrantes del grupo.

El hallazgo, según relataron, ocurrió cerca del mediodía. Sin embargo, pasadas varias horas, los restos aún no habían sido retirados, lo que generó malestar en los allegados del pescador fallecido. “Tenemos el cuerpo tirado hace tres horas y no nos dan respuestas”, manifestó su sobrino, Elías, visiblemente afectado. Además, el joven indicó que la intención de la familia es trasladar el cuerpo a Paraguay, para que sus seres queridos puedan despedirlo.

Las tareas se desarrollan en una zona ubicada cerca de la ruta 174, que une Rosario con Victoria, Entre Ríos. Allí, el personal de la Prefectura Naval Argentina y de la Policía entrerriana localizó el martes una embarcación hundida en la que se desplazaban los tres hombres, junto con una mochila que pertenecería a uno de ellos. Ambos elementos fueron encontrados a unos cuatro metros de profundidad, en un sector del arroyo donde las tareas de búsqueda continúan este jueves.

La familia de Areco Grance confirmó el hallazgo en diálogo con el medio local de El Tres y señaló que el cadáver fue identificado en el lugar.

El operativo, que avanza a contrarreloj por las condiciones de visibilidad, se interrumpe con la llegada del atardecer y retoma actividad en las primeras horas de cada mañana. En ese contexto, las fuerzas siguen buscando a Derlis Santa Cruz, el tercero de los pescadores desaparecidos, quien aún permanece sin ser localizado.

El grupo había salido desde Rosario el sábado a las 10 de la mañana, rumbo a una zona ribereña. Se trasladaron en una camioneta. Con el paso de las horas y al no recibir noticias, los familiares dieron aviso a Prefectura. La esposa de uno de los desaparecidos explicó que los tres solían regresar rápidamente ante cualquier amenaza climática: “Tenían que regresar el sábado, cuando llueve ellos enseguida se vuelven. Además, era el cumpleaños de uno de ellos e iban a volver temprano”, sostuvo.

Ese mismo día, intensas tormentas afectaron la región con ráfagas, granizo, lluvias persistentes y fuerte actividad eléctrica, condiciones que podrían haber influido en el desenlace. A raíz de los nuevos hallazgos, los familiares descartaron que el segundo cuerpo encontrado el martes en la zona de islas frente a Fighiera, a 40 kilómetros al sur de Rosario, correspondiera al grupo.

Las autoridades continúan con los trabajos para dar con Santa Cruz, mientras los allegados de las víctimas acompañan el operativo con expectativa, en medio del dolor y la incertidumbre.

Según precisó Fabián García, director provincial de Defensa Civil, en diálogo con Radio Perfil, permanecen evacuadas al menos mil personas en centros oficiales, mientras que otras tantas lo están en casas de familiares o conocidos. El saldo de las víctimas es grave: cuatro personas murieron y una permanece desaparecida.

Uno de los fallecidos fue Diego Uriburu, de 71 años, quien fue hallado sin vida sobre la ruta 41, en las inmediaciones de San Antonio de Areco. El hombre había sido reportado como desaparecido durante el sábado, mientras viajaba en su auto rumbo a Baradero. Su cuerpo fue encontrado el domingo por efectivos de la Policía y personal de la Dirección de Rescate.

La segunda víctima fatal es Pablo Fabián Catacata, de 30 años, cuyo cuerpo fue localizado el lunes por la tarde en una zona rural de Rojas. Catacata trabajaba en un establecimiento agropecuario del Cuartel VIII, junto a Antonella Barrios, de 24 años, con quien compartía tareas de arreo de ganado y es la tercera víctima. Ambos eran oriundos de Jujuy y se habían instalado recientemente en la región. El cuarto cuerpo fue encontrado este miércoles. Se trata ded un hombre de 64 años que falleció al arrojarse en el arroyo Las Piedras, en Bernal Oeste.