La historia de la joven que le llevó su pañuelo verde a Francisco: “Su gesto fue de puro humanismo y humildad”

Milagros Acosta participó de un documental de Disney en el que el Papa dialogó con jóvenes de todo el mundo. Qué sintió en ese momento en el que llevó la campaña a favor del aborto hasta El Vaticano y cómo continuó su relación con la Iglesia. Los gestos del Santo Padre a favor de las mujeres y los gays

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El momento en que Milagros Acosta le entrega el pañuelo verde al Papa Francisco

Milagros Acosta es una de las chicas que aparece en el documental de Disney “Amén: Francisco responde”. La película se volvió viral en estos días luego de conocerse la muerte del líder de la Iglesia Católica este lunes en la mañana de El Vaticano. En las imágenes se lo ve al Papa que responde preguntas e inquietudes de 10 jóvenes de todo el mundo. Entre ellos, está Milagros. La chica le plantea la problemática del aborto en Argentina Se la ve conmovida. “Porque las mujeres que pasan por esta situación no pueden pertenecer a la Iglesia”, le dice con la tonada de su Santiago del Estero natal. La chica se pone a llorar y empieza a mostrar el pañuelo verde, símbolo de la campaña a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Francisco la mira en silencio y asiente. Aquí la tensión parece escrita por un verdadero guionista de cine. La chica tarda unos segundos. Titubea e intenta explicar sus razones. Después, Milagros se levanta y le acerca el pañuelo.

Casi dos años después de ese momento que dio la vuelta al mundo, Acosta se muestra conmocionada por la muerte del Papa. “Valoré mucho su gesto en aquel momento cuando salió el documental - explica Milagros en diálogo con Infobae-. De hecho generó mucha polémica dentro de la propia Iglesia. Francisco generaba esa sensación de acercamiento, de amor. Era pura humildad y humanismo”.

Dios es amor

En un sentido parecido a Milagros se expresó la escritora Mariana Enriquez: “Con los años no me hice más ni menos católica pero si me di cuenta de que se convirtió en un enorme líder y un buen pastor para sus fieles. Gente que jamás hubiese imaginado que podría siquiera respetar a un Papa le tenía afecto. El Papa era el poderoso más compasivo y con más criterio de este Occidente”.

Milagros Acosta saca el pañuelo
Milagros Acosta saca el pañuelo verde y está por dárselo al Papa Francisco (Captura de video)

Acosta asiente cuando escucha las palabras de la escritora y narra cómo fue su primer acercamiento a la Iglesia. “Vengo de un barrio popular de Santiago del Estero y soy hija de madre soltera. Mi mamá solía rezar mucho, pero yo me acerque más a la iglesia del barrio primero por una chocolatada o a ver una película los fines de semana. Ahí, me fui quedando y comencé mi camino”.

La provincia en la que nació Milagros es muy religiosa. Hay santuarios en muchas esquinas de la capital de Santiago del Estero y fue el lugar de nacimiento de Mama Antula, la primera santa argentina consagrada por el Papa Francisco. Acosta se mantuvo cerca de la iglesia desde su adolescencia. Luego de varios años, empezó a dar catequesis a los chicos que se preparaban para tomar la comunión. “Era difícil las miradas, porque llevaba el pañuelo verde en la mochila. Nunca hubo agresiones, pero si como murmullo cuando pasaba”, recuerda la joven.

Milagros siguió estudiando y se convirtió en la primera de su familia en ingresar a un instituto terciario. Hoy trabaja como profesora de nivel inicial. Respecto a la religión, cuenta que siempre le enseñó a sus alumnos que Jesús era bueno y ayudaba a los pobres para que estén mejor. Sus posiciones sobre el aborto quedaban afuera de esas clases porque eran para chicos de apenas 9 o 10 años.

Milagros y su mamá en
Milagros y su mamá en Roma cuando viajaron para la entrevista con el Papa Francisco

El encuentro de un espacio

“Vivía la religión muy sola. Siempre le rezaba al sagrado corazón de Jesús. No es que tengo un momento del día, pero si lo tengo presente todo el tiempo en mis pensamientos antes de actuar o de enfrentar decisiones difíciles”, sostiene la joven.

Milagros vivía ese camino en solitario. Leía la Biblia y entendía de la importancia de la igualdad y el humanismo predicado por Jesús a sus discípulos hasta el momento de su crucifixión. En un momento, la vida la cruzó con la organización de Católicas por el Derecho a Decidir, que formaban parte de la campaña por la legalización del aborto desde sus inicios en el 2005. “Conocí a Marta Alanis que es su fundadora y encontré mi lugar para vivir la religión acompañada”, explica Acosta. Alanis es, además, la creadora de la idea del pañuelo verde como símbolo de la lucha a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. “Está vinculado con el blanco de las Madres de Plaza de Mayo”, sostiene la joven.

En esta organización, Milagros encontró un espacio que se hacía preguntas muy parecidas a las suyas. “Por qué no se abre el espacio de los sacerdotes a las mujeres. O porque no se aceptan a las trans o gays”, sostiene la chica. En ese sentido, Francisco hizo algunos gestos de apertura a ese tipo de comunidades que conviven dentro de la Iglesia. “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, preguntó a los periodistas en 2013.

Milagros Acosta durante una marcha
Milagros Acosta durante una marcha

También hubo gestos de Francisco hacia las mujeres durante su papado. Las nombró en cargos relevantes que siempre fueron ocupados por clérigos varones. Tal es el caso de Rafaella Petrini, designada como Presidenta de la Gobernación del Vaticano (el cargo más alto de la administración civil Vaticana) y a Simona Brambilla como Prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

El backstage del documental

Su organización fue convocada para una serie de entrevistas y la elegida fue Milagros. “En ese primero momento no sabíamos que íbamos a hablar con Francisco -recuerda la joven-. Eran como notas y nos dijeron que era para un documental”.

Las últimas semanas le dieron la información que faltaba. Diez jóvenes iban a charlar con el Papa para poder plantear sus inquietudes respecto a la religión y la vida. Ahí, surgió la idea de llevar el pañuelo. “Sabía que iba a hacer muy importante y no dudaba de la reacción de Francisco, por su humanismo y humildad”, revela Milagros.

El funeral del Papa Francisco
El funeral del Papa Francisco será este sábado en El Vaticano (Vatican Media via AP, HO)

¿Cómo lo vivió Acosta? “Empecé a hablar y sentía que el Papa me miraba y me escuchaba con mucha atención. Asentía. Y cuando saqué el pañuelo y le dije que se lo iba a dar. Dijo que si con la cabeza y me dejó acercarme”, Milagros lo cuenta y se vuelve a emocionar.

Milagros volvió diferente de su viaje a Roma. Pasaron dos años, ahora ya tiene 25, y reafirmó todas sus creencias sobre cómo vivir la religión junto a su agrupación. “Me dio mucha pena la muerte de Francisco. Abrió mucho la iglesia a las mujeres y otros colectivos que eran atacados por las elite. Se notaba que era un Papa argentino y de América Latina en su forma de ver las cosas y el trato con las personas. Siempre muy cercano. Espero que en el futuro la Iglesia se mantenga por el mismo camino con el próximo que sea el elegido”, se ilusiona la chica.

Mientras tanto, la joven se mantiene firme en sus convicciones y atesora en su corazón el momento que decidió meter la mano en su bolsillo para sacar ese pañuelo verde que había llevado a tantas marchas y que la voz de muchas mujeres se escuche en lo más alto del poder eclesiástico. Esas cúpulas que Francisco abrió para darle nuevos aires.