La nena que se electrocutó en la Ribera de Quilmes sigue en estado crítico: qué dice el parte médico

La menor de 10 años que sufrió una descarga eléctrica en la Ribera de Quilmes permanece internada en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. Según el parte médico emitido este lunes, su estado es crítico y se encuentra en coma inducido farmacológicamente, con asistencia respiratoria mecánica, según pudo saber Infobae.

De acuerdo con el informe médico al que accedió este medio, la paciente fue derivada este domingo desde el Hospital Iriarte de Quilmes e ingresó a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) en estado inestable.

“Se le administraron drogas vasoactivas para estabilizarla”, indicaron fuentes de la cartera de Salud. Los especialistas mantienen pronóstico reservado, a la espera de su evolución en las próximas horas.

“El daño cerebral es importante”, habían informado fuentes sanitarias. La menor sigue bajo estricta supervisión médica.

La tragedia ocurrió en la rotonda de la avenida Cervantes, en el Parque Lineal Costanera de Quilmes, un espacio concurrido durante la temporada de verano. La niña recibió una descarga eléctrica tras pisar un sector anegado donde un cable suelto hacía contacto con el agua.

Testigos relataron que la menor cayó inconsciente, mientras un hombre de 67 años intentaba ayudarla, y también sufrió lesiones de mediana consideración.

Personal de emergencias llegó al lugar y realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de que fuera trasladada a un centro de salud.

El parte oficial de la Municipalidad de Quilmes indicó que la zona donde ocurrió el accidente debía estar restringida al público debido a la crecida del Río de la Plata, pero la menor logró ingresar.

Sin embargo, otros informes sostienen que el accidente se debió a un cable suelto, lo que generó preocupación sobre el estado de la infraestructura eléctrica en el lugar.

La causa es investigada para determinar las responsabilidades sobre lo ocurrido, mientras se espera la evolución de la menor.

Cerca del lugar donde la nena de 10 años sufrió una descarga eléctrica este domingo, la Policía Bonaerense encontró 17 cráneos humanos y uno de plástico en la playa situada en la rotonda de las calles Cervantes y Echeverría el pasado 6 de febrero.

El descubrimiento se produjo luego de que un automovilista alertara a las autoridades sobre la presencia de restos óseos en la arena. Agentes que realizaban un patrullaje a pie confirmaron el hallazgo y resguardaron la escena.

Una testigo del barrio, identificada como P.G.M., de 49 años, declaró que la noche anterior al hallazgo había visto a un grupo de personas realizando un posible ritual vinculado a la religión umbanda en la misma zona.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 5 de Quilmes inició una investigación y convocó a la Policía Científica para realizar los peritajes correspondientes. Las autoridades trabajaban para determinar el origen de los cráneos y establecer si están relacionados con algún hecho delictivo o con prácticas rituales.

Por su parte, la agrupación religiosa umbanda negó que sean los responsables de la aparición de estos cráneos.

Desde ASRAU (Agrupación Social, Cultural y religiosa Africanista y Umbandista) negaron su vinculación con este macabro hallazgo: “Estas acusaciones infundadas no solo son ajenas a la verdad, sino que afectan profundamente el sentimiento de una comunidad que, desde sus raíces, promueve el respeto, la vida y la convivencia en paz”, señalaron a través de un comunicado.

Además, exigieron: “(Que) se investiguen a fondo estos hechos, que se identifique a los responsables y se les aplique la pena que corresponde según la ley. No es justo ni aceptable señalar a toda una comunidad Religiosa, y menos aún actos aberrantes como estos, que no corresponden a nuestras creencias; es la Justicia quien debe actuar con objetividad y firmeza”.