
El estrógeno, una de las principales hormonas femeninas, potencia la actividad de la dopamina en el cerebro y mejora la capacidad de aprendizaje, según un estudio reciente publicado en Nature Neuroscience.
Esta investigación, realizada con ratas de laboratorio, sugiere que los niveles hormonales pueden influir directamente en los mecanismos cerebrales relacionados con el aprendizaje y podrían estar vinculados a la aparición o gravedad de síntomas en trastornos neuropsiquiátricos.
El equipo responsable del estudio estuvo liderado por Christine Constantinople, profesora del Centro de Neurociencia de la Universidad de Nueva York, y Carla Golden, investigadora postdoctoral de la misma institución.
También participaron científicos del Instituto de Neurociencia de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU y del Departamento de Farmacología y Toxicología de la Universidad Virginia Commonwealth. Los experimentos se llevaron a cabo en laboratorios de ambas universidades, donde se analizaron los efectos del estrógeno sobre la dopamina y el aprendizaje en ratas.

La dopamina es conocida como la hormona del bienestar. Produce una sensación de placer y también motiva a realizar actividades cuando se experimenta dicha sensación.
Según la Clínica Cleveland, se trata de un neurotransmisor producido en el cerebro. “Actúa como centro de recompensa y participa en numerosas funciones corporales, como la memoria, el movimiento, la motivación, el estado de ánimo, la atención y otras".
“La dopamina forma parte del sistema de recompensa. Este sistema está diseñado, desde un punto de vista evolutivo, para recompensarnos cuando realizamos las actividades necesarias para sobrevivir: comer, beber, competir para sobrevivir y reproducirnos. Como seres humanos, nuestro cerebro está programado para buscar comportamientos que liberen dopamina en nuestro sistema de recompensa", explicó la clínica.
Y agregó que los niveles altos o bajos de dopamina se asocian con diversas enfermedades mentales y neurológicas.
Qué descubrieron sobre la relación entre hormonas y neurotransmisores

Durante la investigación, los científicos sometieron a las ratas a pruebas en las que debían aprender a asociar señales auditivas con la obtención de una recompensa, en este caso, agua.
Los resultados mostraron que las ratas con niveles elevados de estrógeno aprendieron con mayor rapidez y eficacia. Los autores del estudio explicaron que este fenómeno se debe a que el estrógeno incrementa la actividad de la dopamina en el centro de recompensa cerebral, lo que intensifica las señales que guían el aprendizaje.
Por el contrario, cuando los investigadores suprimieron la actividad estrogénica y, con ello, la capacidad de la hormona para regular la dopamina, las ratas experimentaron una disminución en sus habilidades de aprendizaje. Este hallazgo apunta a una posible relación entre los niveles hormonales y la manifestación de síntomas en trastornos neuropsiquiátricos, según detalla Nature Neuroscience.
Un aspecto relevante del estudio es que el efecto del estrógeno se limitó al aprendizaje y no se extendió a la toma de decisiones cognitivas. Los investigadores observaron que, aunque la hormona mejoró la capacidad de las ratas para aprender nuevas tareas, no influyó en su habilidad para tomar decisiones complejas, lo que indica una especificidad en la acción del estrógeno sobre los procesos cerebrales.
Su relación con la salud cerebral

Las implicaciones de estos resultados van más allá del laboratorio. La investigación aporta una posible explicación biológica sobre cómo la dopamina y el aprendizaje están vinculados a los niveles hormonales, lo que podría ayudar a comprender mejor tanto la salud cerebral como el desarrollo de enfermedades.
Carla Golden, una de las autoras principales, señaló que los hallazgos “proporcionan una posible explicación biológica que vincula la función de la dopamina con el aprendizaje de maneras que mejoran nuestra comprensión tanto de la salud como de la enfermedad”.
Christine Constantinople destacó la importancia de seguir investigando la relación entre hormonas y función cerebral. “Existe una creciente conciencia en la comunidad médica de que los cambios en los niveles de estrógeno están relacionados con la función cognitiva y, específicamente, con los trastornos psiquiátricos”, afirmó la investigadora.
El estudio subraya que los estados hormonales pueden modular la gravedad de los síntomas en los trastornos neuropsiquiátricos, lo que abre nuevas vías para entender las causas de estas enfermedades y desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más precisas.
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