Un tipo de cáncer poco frecuente se triplicó entre los nacidos a partir de 1980

Aunque históricamente el cáncer está asociado al envejecimiento, estudios recientes muestran indicios de un cambio de patrón: algunos tumores como los de colon, mama, estómago y páncreas se diagnostican con mayor frecuencia en personas menores de 50 años

En ese contexto, un nuevo estudio mostró que el cáncer de apéndice, considerado una condición rara, también muestra tasas ascendentes en quienes nacieron a partir de 1980.

La investigación, publicada hoy en la revista Annals of Internal Medicine y basada en datos del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, indicó que las tasas de adenocarcinoma apendicular (AA) aumentaron de forma significativa en jóvenes, triplicándose entre la llamada Generación X y cuadruplicándose entre los millennials.

Infobae consultó a dos expertos de la Asociación Argentina de Oncología Clínica para comprender el alcance de los resultados.

El estudio encontró que el riesgo de desarrollar cáncer de apéndice a edad temprana aumenta significativamente con cada generación: las personas nacidas en 1980 tienen tres veces más probabilidades de padecerlo en comparación con quienes nacieron en 1945, y en el caso de los nacidos en 1985, el riesgo se multiplica casi por cuatro.

“Observamos una carga desproporcionada de cáncer de apéndice entre los individuos jóvenes”, destacó la profesora adjunta de hematología y oncología en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, Andreana Holowatyji, quien lideró el equipo que analizó casi cinco décadas de datos suministrados por el programa SEER (Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales) del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU.

Los investigadores se propusieron investigar si el aumento de cánceres colorrectales en menores de 50 años, documentado en estudios recientes, también se reflejaba en el cáncer de apéndice, dado que este órgano se encuentra al inicio del intestino grueso y durante años se clasificó erróneamente como cáncer colorrectal.

El análisis de los datos mostró que las tasas de cáncer de apéndice se triplicaron entre quienes nacieron en 1980 y se cuadruplicaron entre los nacidos en 1985, en comparación con la cohorte de 1945.

“Las tasas aumentaron en cada cohorte de nacimiento después de 1945”, destacaron. Durante ese mismo periodo, las tasas de apendicectomías se mantuvieron estables, lo que, según los investigadores, descarta que el aumento en los diagnósticos se deba a una mayor detección incidental durante cirugías de apéndice.

La investigación de la Universidad de Vanderbilt es “el primer estudio en mostrar que 1 de cada 3 casos de cáncer de apéndice se diagnostica entre adultos menores de 50 años”, aseguró Holowatyj y agregó: “En comparación, 1 de cada 8 cánceres colorrectales se diagnostican”.

Ante la consulta de Infobae, el médico oncólogo Claudio Martín, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), comentó: “En este estudio lo que notaron es un incremento en la frecuencia de tumores de apéndice, que son tumores raros -uno o dos cada millón de habitantes-, en una población etaria joven, nacida después de 1980″.

“Hay varias hipótesis relacionadas al incremento en población joven de este tipo tumoral, que en muchos casos son coincidentes con lo que se observa también en el aumento de la incidencia de tumores de colon y recto en población joven”, describió Martín, quien es jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming.

Una de las posibles explicaciones, según planteó el doctor Martín, se debe a que el cáncer de apéndice “compartiría algunos factores de riesgo como dietas poco sanas, con mucho contenido de alimentos procesados, ultraprocesados, bajo contenido de fibras, obesidad, sedentarismo, consumo a edades tempranas de alcohol y tabaco”.

“Además, hay algunas hipótesis relacionadas con el uso precoz de antibióticos en edades tempranas, hay que recordar que hace varias décadas -continuó Martín- los médicos eran bastante más proclives a dar antibióticos por cualquier motivo”.

Por su parte, el médico oncólogo Diego Kaen, ex presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica y director del Centro Oncológico Riojano Integral (CORI), explicó que “están aumentando todos los tumores en pacientes jóvenes, incluidos los neuroendocrinos apendiculares y adenocarcinomas musinosos”.

Kaen atribuye este aumento a diversos factores, y señaló que “podría deberse a un incremento de la obesidad, el síndrome metabólico, y posiblemente a un proceso inflamatorio crónico, lo que puede llevar a cambios hormonales y disbiosis intestinal".

Además, destacó el papel de factores ambientales en este auge de casos: «La contaminación con microplásticos, pesticidas y disruptores endocrinos podría jugar un papel significativo en este aumento».

Ambos expertos coincidieron en la necesidad de nuevas investigaciones para desentrañar las causas subyacentes a este crecimiento, y que debe considerarse tanto factores biológicos como medioambientales.

Los síntomas inespecíficos y la falta de métodos de detección complican el hallazgo precoz de este tipo de tumores.

En tanto, el doctor Martín dijo a Infobae: “Es muy difícil hacer un diagnóstico precoz del tumor de apéndice, ya que no son tumores que se encuentren endoscópicamente o que generen síntomas como sangrados, a diferencia del tumor de colon. Habitualmente se detectan en una cirugía indicada por sospecha de apendicitis y recién el análisis de la biopsia permite confirmar la presencia de un adenocarcinoma apendicular”.

El especialista aclaró además que “no hay una forma de detección precoz del tumor apendicular, las recomendaciones habituales de estudios como colonoscopía o test de sangre oculta en materia fecal apuntan al colon y al recto. Por suerte es un tumor muy raro, pero no existen hoy métodos de detección temprana”.

En ese marco, Kaen recalcó la necesidad de adaptar las estrategias de control, ante el cambio de perfil etario de los pacientes oncológicos: “Frente al aumento de casos de tumores en personas jóvenes, se está discutiendo bajar la edad de inicio del screening en varios cánceres digestivos. Para el colon, por ejemplo, las guías internacionales ya consideran comenzar el tamizaje a los 45 años, en lugar de 50. En el caso específico del cáncer de apéndice todavía no existe ninguna estrategia de screening o tamizaje poblacional y cualquier procedimiento diagnóstico debería evaluarse en estudios clínicos o en comités especializados”.

Kaen resaltó que lo prioritario es “sostener la vigilancia de casos incidentales y adecuar las políticas de prevención y detección precoz a la realidad epidemiológica actual, que muestra cada vez más casos en pacientes jóvenes”.

¿Cómo prevenir el cáncer en jóvenes? Como aún no están claras las causas del aumento de tasas de prevalencia en las nuevas generaciones, las recomendaciones giran principalmente en torno a modificaciones en el estilo de vida.

“La recomendación es la modificación de los hábitos alimentarios y el ejercicio físico, que está demostrado reduce la incidencia de este y otros tumores, y sobre todo evita la aparición de tumores en edades tempranas”, concluyó el presidente de AAOC.

Infobae publicó distintos estudios que muestran que, en las últimas décadas, se registró un incremento en la detección de casos de cáncer en menores de 50 años.

Investigaciones del Brigham and Women’s Hospital publicadas en Nature Reviews Clinical Oncology ya advertían en 2022 sobre el aumento en tumores como los de mama, colon, estómago, tiroides y páncreas en este grupo etario. El análisis intergeneracional reveló que el riesgo de desarrollar cáncer antes de los 50 aumenta con cada nueva cohorte, lo que sugiere una exposición temprana a factores de riesgo ambientales o conductuales.

Una investigación publicada en 2023 en British Medical Journal Oncology mostró que entre 1990 y 2019 los casos globales de cáncer temprano se incrementaron un 79%, pasando de 1,82 millones a 3,26 millones en menores de 50 años. Las muertes también aumentaron un 27% en ese período. El cáncer de mama fue el más frecuente, seguido por los de tráquea, pulmón, colon e intestino.

La proyección para 2030 estima un crecimiento adicional del 31% en la incidencia de estos tumores, con mayor impacto en personas de 40 años.