Una Patagonia que late en azul: la trucha arcoíris gana protagonismo global

Neuquén y Río Negro consolidan un territorio libre de enfermedades en salmónidos, un diferencial que impulsa exportaciones, abre mercados y fortalece el valor sanitario de la producción nacional

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Neuquén y Río Negro consolidan
Neuquén y Río Negro consolidan un territorio libre de enfermedades en salmónidos, un diferencial que impulsa exportaciones, abre mercados y fortalece el valor sanitario de la producción nacional (senasa)

La acuicultura argentina atraviesa un momento de expansión que llama la atención. El país ya supera las 12 mil toneladas anuales de producción, un volumen que duplica ampliamente el ciclo previo.

Dentro de este panorama diverso, la trucha arcoíris se convirtió en la protagonista indiscutida: concentra cerca del 85 % del total nacional y tiene en la Norpatagonia su corazón productivo.

A su alrededor conviven otras especies como el pacú, el surubí, las carpas, ostras, mejillones, sábalos y bogas, que agregan dinamismo a un sector en permanente evolución.

La trucha arcoíris se convirtió
La trucha arcoíris se convirtió en la protagonista indiscutida: concentra cerca del 85 % del total nacional y tiene en la Norpatagonia su corazón productivo (senasa)

La fuerza tranquila de la sanidad

El verdadero diferencial de la región está en un atributo menos visible, pero decisivo: su estatus sanitario. Desde 2006, el SENASA sostiene un esquema de vigilancia epidemiológica que permitió demostrar, ante la Organización Mundial de Sanidad Animal, la ausencia de enfermedades de notificación obligatoria en los salmónidos de Neuquén y Río Negro.

Esa certificación no solo acredita un ambiente sano, sino que habilita la producción de carne y material genético con un nivel de confianza que cotiza alto en los mercados más exigentes.

La zona productiva se extiende por la cuenca alta y media del río Limay, hasta el embalse Piedra del Águila. En esos cuerpos de agua, las condiciones naturales y la sanidad comprobada se combinan para ofrecer un escenario ideal para criar trucha arcoíris de calidad.

Exportaciones que hablan por sí solas

El avance sanitario y productivo se refleja con claridad en las exportaciones. En lo que va de 2025, el SENASA certificó la salida de 5.314 toneladas desde la Norpatagonia. Chile es el principal destino, con 3.697 toneladas, seguido por Japón (609 t) y Canadá (594 t).

También hubo embarques hacia Estados Unidos, Letonia e Israel, que encuentran en esta región un origen confiable y competitivo.

Estos números consolidan a las dos provincias como un polo estratégico para la producción de salmónidos, capaz de sostener envíos constantes y con estándares de calidad reconocidos internacionalmente.

El salto hacia nuevos destinos

Este año dejó, además, un hito particular. Por primera vez, Argentina logró abrir cuatro mercados para la exportación de ovas embrionadas de trucha arcoíris: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

La gestión se llevó adelante a través de la Comunidad Andina de Naciones, con un trabajo conjunto entre el SENASA y el sector privado para acordar los requisitos sanitarios necesarios.

La posibilidad de enviar material genético desde una zona reconocida como libre de enfermedades representa un paso estratégico. Reafirma el valor de la sanidad acuícola y amplía las alternativas de desarrollo para productores que ahora pueden llegar a nuevos países con un producto altamente demandado.

Mirada a futuro

La apertura de mercados para ovas —sumada al crecimiento sostenido de la producción y a la fortaleza del estatus sanitario— fortalece la posición de Argentina en el mapa internacional de la acuicultura.

Un impulso que, desde la Patagonia, proyecta a la trucha arcoíris hacia destinos cada vez más amplios.

Fuente: Senasa