Girasol chaqueño: cómo planificar la próxima gran cosecha

El INTA comparte claves para potenciar el girasol en Chaco: manejo del agua, elección del antecesor, siembra directa y el híbrido ideal

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El INTA comparte claves para potenciar el girasol en Chaco: manejo del agua, elección del antecesor, siembra directa y el híbrido ideal(Pexels)

Cuando muchos campos argentinos aún lucen grises y dormidos en invierno, en Chaco el paisaje se enciende de amarillo.

¿Por qué el girasol se anima antes que nadie? Porque este cultivo primicia abre la campaña agrícola con fuerza, marcando el ritmo productivo de la provincia y dejando una postal inolvidable. Sin embargo, detrás de su belleza hay estrategias precisas que definen su éxito.

Gerardo Quintana, investigador del INTA Las Breñas, explicó que en esta zona el girasol “utiliza pocos insumos en comparación con otras regiones, por ello, las decisiones en el manejo toman mucha más relevancia en lo que refiere al éxito del cultivo”.

Con un promedio de 266.000 hectáreas en la última década y picos cercanos a 490.000, su importancia en la economía regional es clara. Aunque el rinde provincial promedia 1.648 kilos por hectárea, Quintana indicó que, con buen manejo y disponibilidad de agua, los rendimientos pueden superar los 2.500 kilos. ¿Cómo se logra ese salto?

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FOTO DE ARCHIVO: Con un promedio de 266.000 hectáreas en la última década y picos cercanos a 490.000, su importancia en la economía regional es clara. REUTERS/Valentyn Ogirenko/Archivo

Agua y barbecho: la base invisible del éxito

Para desarrollar su ciclo, el girasol necesita unos 360 milímetros de agua útil, cantidad que no siempre está disponible. Quintana señaló que, considerando las lluvias entre agosto y diciembre y su almacenamiento, “la provincia presenta un déficit de 120 milímetros. Este déficit solo puede ser cubierto mediante un barbecho eficiente que permita disponer de las precipitaciones de todo el otoño, donde las lluvias de abril son decisivas”.

Aquí cobra relevancia el cultivo antecesor. ¿Cuál conviene? La soja, sobre todo de ciclo corto sembrada en diciembre, madura a fines de marzo o principios de abril y deja de consumir nutrientes y agua, liberando así las lluvias de abril, que promedian 106 milímetros, para el girasol.

Siembra directa, rotación y control de malezas

La preparación del suelo es clave. Ensayos muestran que la siembra directa logra mejores rindes que la labranza convencional. Según Quintana, “en lotes bajo siembra directa, lograr alta cobertura de rastrojo aumentará la eficiencia en la captación de precipitaciones a partir de mejorar la capacidad de infiltración y disminuir las pérdidas por evaporación”.

Por eso, recomendó rotar con maíz y sorgo e incluir cultivos de servicio. También advirtió que la labranza convencional no solo impacta al girasol, sino a todos los cultivos del sistema, reduciendo su sustentabilidad.

Además, controlar malezas durante el barbecho es esencial. Compiten por el agua almacenada y reducen la humedad disponible para el girasol. El uso de herbicidas residuales, adaptados a las malezas presentes, resulta una herramienta valiosa para conservar cada milímetro de agua.

Fechas y híbridos: decisiones con impacto

Elegir la fecha de siembra adecuada define buena parte de la campaña. En Las Breñas, la última helada probable es el 3 de septiembre, aunque hay registros hasta el 9. Para evitar daños, Quintana recomendó “no iniciar la siembra antes de inicio del mes de agosto”. Sin embargo, retrasarla demasiado expone al cultivo a altas temperaturas en el llenado de granos, reduciendo su peso y contenido de aceite. Por eso, aconsejó no sembrar después del 10 de septiembre.

Finalmente, ¿cómo elegir el híbrido correcto? Quintana explicó que se deben considerar el potencial productivo, la capacidad de generar materia grasa, la duración del ciclo, la inclinación del capítulo, su tolerancia a herbicidas y enfermedades, así como estabilidad y adaptabilidad. Esta decisión se toma en función de las características del lote: sistema de labranza, antecesor, reserva hídrica, materia orgánica y fecha de siembra.

Para acompañar esta elección, el INTA junto con la Asociación Argentina de Girasol y la Red Nacional de Girasol evalúan anualmente los híbridos disponibles en el país, generando información clave para planificar campañas exitosas y sostenibles.

Fuente: Inta