El Estado se queda con 63 de cada 100 pesos de renta de los agricultores

“Para producir es necesario pagar diferentes costos: las semillas, los fertilizantes, los salarios, fletes, seguros, etc. Una vez que se cosecha, se vende el cultivo. La plata que queda después de pagar los costos se divide en tres: el valor de quienes alquilan la tierra para producir (26,6%), la ganancia (9,8%) y los impuestos que se pagan (63,6%)”, aseguró la Economista Jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), Nicolle Pisani Claro.

Precisamente el Índice elaborado por FADA mide a cuánto asciende el peso de los impuestos para quienes trabajan la tierra. Y en el mes de junio, ese guarismo se incrementó en relación al dato del pasado mes de marzo, aún con el efecto de la baja temporal de Derechos de Exportación (DEX). Es que la caída en los precios fue de tal magnitud que generó un menor valor de la producción de los granos y, por lo tanto, un mayor peso de los impuestos, explicó la economista en el programa radial Chacra Agro Continental.

Los precios del trigo a junio de 2025 se encuentran por debajo del promedio de los últimos cinco años. Comparado con el promedio desde marzo 2020 a la actualidad, hoy el cereal está 20% más bajo. Si se contrasta con la medición anterior de FADA (marzo 2025) se ve una caída del precio del 6%. En tanto, al analizarlo en relación con lo ocurrido un año atrás, la caída del precio es del 28,2%.

“Si los precios son menores, la renta del productor también es menor, porque recibe menos dinero por los granos que vende. Sin embargo, sigue pagando los mismos impuestos. Por eso el peso del Estado es mayor”, explicó Pisani Claro

El panorama para esta campaña de trigo “no es alentador”. Con la caída del precio y la suba de algunos insumos, el índice trepa al 78%. Se necesitaría un precio local más cercano a los USD 220 por tonelada para mejorar el resultado, pero hoy está en USD 200 por tonelada”, afirma el estudio de la Fundación FADA.

El peso de los impuestos en soja es del 65,9%, en el maíz es del 53,4%, en el de trigo es del 78,2% y en el de girasol es del 63,2%.

Se anunció que la reducción temporal de DEX sólo se prorroga para trigo, por lo tanto, con el retorno de retenciones para los demás cultivos los índices aumentarían. El promedio nacional se incrementaría al 67%, en tanto que para la soja se elevaría al 70%, en maíz al 56%, y en girasol al 67%, detalló Pisani Claro.

De todos los impuestos que paga una hectárea agrícola, el 63,8% son nacionales no coparticipables, es decir, que no vuelven a las provincias. El 28,4% son nacionales coparticipables, 6,8% corresponde a los impuestos que cobran las provincias y un 1% son los municipales.

Mientras el Índice FADA nacional es de 63,6%, las provincias muestran diferencias según costos, producción e impuestos locales. Córdoba registra un 64%, Buenos Aires 59,7%, Santa Fe 58,6%, La Pampa 62%, Entre Ríos 69,1% y San Luis: 61,1.

En todas las provincias analizadas se paga impuesto inmobiliario rural e impuesto a los sellos para la compraventa de granos. En Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y San Luis se pagan Ingresos Brutos con diferentes porcentajes. En Córdoba y Santa Fe la actividad está exenta. Buenos Aires y Santa Fe tienen tasas municipales, mientras que La Pampa tiene las guías cerealeras. Córdoba, San Luis y Entre Ríos no tienen imposiciones a nivel local. San Luis y La Pampa tienen impuestos al estilo de aduanas internas.

“Cada una de estas provincias enfrenta realidades distintas en cuanto a sus rindes, estructura de costos e impuestos, lo que explica la variabilidad de estos resultados”, subrayó la Economista Jefe de FADA.