La donación de plasma, clave para combatir la Fiebre Hemorrágica Argentina

El tratamiento con plasma inmune es fundamental para reducir la letalidad de esta enfermedad que afecta a varias provincias de la región pampeana

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El Instituto Nacional de Enfermedades
El Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas impulsa la donación de plasma inmune, único tratamiento efectivo contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (Revista Chacra)

En el corazón de las regiones rurales, la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) representa un desafío de salud que encuentra en el plasma inmune su principal herramienta de tratamiento. Este recurso esencial, destinado a salvar vidas, depende exclusivamente de quienes hayan superado la enfermedad y desarrollado anticuerpos.

Desde su sede en Pergamino, el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) lidera una red solidaria que busca garantizar la disponibilidad de plasma en las provincias afectadas, reforzando además el diagnóstico temprano y la vacunación como pilares esenciales.

Calomys musculinus 
Crédito: SAREM
Calomys musculinus Crédito: SAREM

Un recurso único y un proceso riguroso

El plasma inmune no es un recurso que se pueda producir artificialmente. Para obtenerlo, se necesita la colaboración de personas entre 18 y 65 años que hayan superado la FHA al menos un año atrás. Estos potenciales donantes deben acercarse a los servicios de hemoterapia locales, donde se evalúa su aptitud para contribuir a esta causa vital.

El impacto del plasma es contundente: la letalidad de la enfermedad, que puede alcanzar hasta un 30% sin tratamiento, se reduce a menos del 1% cuando se administra dentro de los primeros ocho días tras el inicio de los síntomas. Este dato resalta no solo la relevancia de la donación sino también la importancia de un diagnóstico temprano para actuar con rapidez.

Redes solidarias frente a nuevos desafíos

El área endémica de la FHA comprende las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa, donde las autoridades trabajan en conjunto para asegurar que el plasma esté disponible para todos los pacientes. Este sistema solidario cuenta con el respaldo del Programa Nacional de Fiebre Hemorrágica Argentina, que el INEVH coordina con un enfoque integral.

Parte esencial del proceso es la titulación de anticuerpos neutralizantes en cada unidad de plasma donada, una tarea que el instituto lleva a cabo para garantizar la dosificación adecuada. Además, el INEVH ha transferido tecnología y métodos de plasmaféresis a las jurisdicciones locales, fortaleciendo las capacidades regionales y optimizando los tiempos de respuesta.

Sin embargo, los brotes de dengue en áreas endémicas de FHA han complicado el panorama. Las similitudes entre los síntomas de ambas enfermedades incrementan la demanda de plasma, haciendo aún más urgente la necesidad de captar nuevos donantes.

Innovación en la captación de donantes

Para facilitar el proceso de donación y aumentar la recolección de plasma, el INEVH ha implementado estrategias como la plasmaféresis móvil. Este enfoque permite trasladar el equipo necesario a distintas localidades, eliminando barreras para los donantes y maximizando el volumen de plasma obtenido.

El instituto también brinda asesoramiento especializado a las autoridades sanitarias y desarrolla campañas de sensibilización para destacar la importancia de este acto solidario.

Entre prevención y tratamiento

Además del tratamiento con plasma inmune, la vacuna CANDID #1 es una herramienta fundamental para prevenir la FHA. Incorporada al Calendario Nacional de Vacunación desde 2007, está destinada a quienes residen o frecuentan áreas de riesgo. Producida por el INEVH, esta vacuna ha permitido reducir significativamente la incidencia de la enfermedad, aunque la inmunización no reemplaza la necesidad de donantes para tratar a quienes ya la han contraído.

La FHA, causada por el virus Junín, se transmite a través de roedores silvestres como el “ratón maicero”. El contacto con aerosoles contaminados o heridas expuestas en áreas rurales son las principales vías de contagio. Ante este contexto, la combinación de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno se vuelve indispensable.

La solidaridad de los donantes, sumada a los avances científicos, sigue siendo la mejor arma para enfrentar este desafío en las tierras donde el maíz y el trabajo rural son protagonistas.