Mauro Dalessio: de la fama a la honestidad brutal, las propuestas insólitas, el rechazo a OnlyFans y la importancia de ser auténtico

En Casino Resort, el ex Gran Hermano habló de su vida lejos de la televisión y contó cómo fue volver a trabajar como jefe de marketing. También explicó por qué muestra una faceta desestructurada en redes sociales y destacó el rol de su novia en su momento más difícil

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Mauro Dalessio es un exjugador de rugby y participante de la edición 2023-2024 de Gran Hermano Argentina, quien se destacó por su perfil mediático y su participación en diversas controversias tras su salida del reality.

Fue eliminado en la semana 10 del programa, ocupando el décimo lugar tras 70 días en la casa. Durante su estadía, mantuvo un breve romance con Juliana “Furia” Scaglione, lo que generó repercusiones tanto dentro como fuera del programa. Posteriormente, Dalessio reveló una relación con la periodista Antonella Ravinale, aunque esta terminó poco después y él mismo lo confirmó públicamente.

Tras su paso por el reality, Dalessio compartió en redes sociales sus dificultades emocionales, describiendo cómo el encierro y la exposición mediática afectaron su bienestar. En un video, expresó sentirse un “fracasado” y mencionó haber tocado fondo.

Luego de la alta exposición, decidió volver a trabajar en marketing y seguir su camino en las redes sociales mostrándose auténtico y colaborando con marcas que lo representen. Actualmente, está de novio y apuesta a construir una vida más equilibrada, priorizando su bienestar emocional, su carrera profesional y una relación estable.

Mauro Dalessio: "No se me
Mauro Dalessio: "No se me van a caer los anillos por un trabajo tradicional porque es lo que necesito y lo que me está haciendo bien ahora"

Pollo: — Estás laburando en una empresa. O sea tenés un trabajo fuera de los medios.

Mauro: — Sí. De lunes a viernes, de 9 a 18 horas soy jefe de marketing y e-commerce de una empresa, una cadena de farmacias. Yo trabajé de esto muchos años antes de entrar al Gran Hermano. Y ahora volví a trabajar de lo mismo porque necesitaba hacer algo. No podía estar en mi casa. Más allá del dinero, lo necesitaba para estar activo. Entonces, retomé la búsqueda laboral, a pesar de haber estado en la tele y demás, o mismo venir acá o seguir yendo a programas. No se me van a caer los anillos por un trabajo tradicional porque es lo que necesito y lo que me está haciendo bien ahora.

Pollo: — Con alguna marca, subiendo contenido a redes sociales, podías vivir. Pero vos necesitabas ocupar tu tiempo. ¿Es eso?

Mauro: — Sí, no fue tanto por la plata la decisión sino porque yo necesito hacer cosas todo el tiempo. Siempre tuve un ritmo de vida acelerado y cuando me bajó un poco ese ritmo de vida, más allá de la exposición, necesitaba una rutina diaria. Me impulsó a mejorar en un montón de ámbitos porque empecé con las redes sociales a mover un montón, haciendo videos y demás, que la gente estaba re copada. Entonces, fue todo para lo mejor. Aunque me daba miedo al principio. A veces ir un poco atrás, te ayuda a salir para adelante.

Pollo: — ¿Vos estudiaste marketing?

Mauro: — Sí. Me quedan pocas materias para recibirme.

Pollo: — Y cuando hablás con algún cliente te dice: “¿Vos sos el de Gran Hermano?”

Mauro: — Sí, me han pedido hasta saludos y todo los proveedores. Es un flash. Cuando entré también un par de compañeros me miraban. Pero la verdad que yo lo que valoro de la empresa en la que estoy, es que siempre me trataron de igual, que es lo que busco yo. Yo se lo dije a los jefes. Soy súper honesto. Hoy les dije: “Me tomo el break para hacer una entrevista”. No pongo excusas del médico ni nada. Siempre tenés que decir la verdad. Y les digo: “Gracias por tratarme como uno más porque es así. Si me tienen que cag*r a ped*s, cáganm* a ped*s, que no importa que si yo soy tal o cual, yo necesito eso”. Y la verdad que re bien. Después sí, me pasan cosas que son insólitas. Hablaá con un proveedor y te dice: “¿Vos sos el de...? ¡Sí sos vos!”.

Pollo: — ¡¿Qué haces acá?!

Mauro: — Sí, es raro (risas). Tienen farmacias por toda zona norte, pero yo estoy en Villa Martelli, en las oficinas. Cuando voy al quiosco por ahí el que atiende me dice: “¿Sos vos? ¿Qué hacés acá?” “Nada, bolud*, vengo a comprar un paquete de chicles, ¿puedo?” (risas).

Pollo: — Lo que pasa es que la gran mayoría de personas tiene la idea de que los que laburan en televisión son millonarios.

Mauro: — Sí, creen eso.

Pollo: — ¿Vos sos millonario?

Mauro: — No. Ahora sí voy a ser millonario (risas).

Pollo: — Sí, ahora cuando juguemos al millón...

Mauro: — No, estoy muy lejos de eso.

La polémica de la tanga

Pollo: — ¿Es verdad que dormís en tanga? Porque vi un video de esos que subís en TikTok que la rompen. Pero me llamó la atención eso. ¿No te incomoda?

Mauro: — Esa tanga me quedó de un viaje que hice en Cancún con mis amigas en 2022, la original es la marrón. Después algunas marcas me fueron mandando tangas para que las publicite (risas).

Pollo: — ¿Te mandan tangas?

Mauro: — Sí. Así con un hilo dental. Lo que pasa también que yo me las pongo en los videos porque soy muy descontracturado. A mí, la verdad, que el tema de la sexualidad… No me hace menos hombre usar eso.

Pollo: — No, por supuesto que no.

Mauro: — Yo nunca lo sentí así. Lo hago también para que la gente se ría. En el día a día no las uso, pero si me la tengo que poner, me la pongo...

Pollo: — Pero no es por comodidad.

Mauro: — No, todo lo contrario (risas). Lo que me pongo es un hilito, no es una tanga.

Pollo: — El famoso hilo dental.

Mauro: — Sí, o sea, es tanga adelante, porque si no se me cae todo... Pero nada, es un hilito.

Pollo: — ¿Y chupa un poco? (risas).

Mauro: — ¡No sabés cómo está el tarjetero! (risas).

Pollo: — Pero digo, te molesta…

Mauro: — Es complicado. Además yo hago muchas sentadillas y salgo como... Para los videos o si me la tengo que poner para algún disfraz o algo, me la pongo. Ningún problema.

Pollo: — ¿Jugaste al rugby?

Mauro: — Sí, jugué al rugby desde los 6 años hasta los 21. Era malísimo, pero me gustaba ir. Me gustaba mucho jugar al tenis también, jugaba los dos deportes en paralelo. Pero al tenis sí jugaba bien. No me arrepiento, pero cuando tuve que decidir uno de los dos porque ya estaba entrenado más días, con un profesor individual, etc, decidí jugar al rugby por mis amigos de ese momento. Era algo más social y el tenis era medio solitario.

Un nuevo amor

Pollo: — ¿Estás en pareja?

Mauro: — Sí, hace poco. Hace un mes, un mes y medio.

Pollo: — ¿Estás contento?

Mauro: — Recontra. Se llama Sofía. No voy a decir a que me salvó la vida, pero yo estuve muy mal este año...

Pollo: — ¿Por qué?

Mauro: — Hice temporada en Pinamar en enero, con un par de los chicos de Gran Hermano. Estuve muy bien, la verdad fue un gran verano. Cuando volví, me llamaban para ir a los programas de Telefe o como panelista y yo estaba re copado con eso, porque es algo que me gusta. En las redes sociales no hacía nada, todo lo contrario que ahora, pero me empezó a pasar que me sentía vacío. Empecé a sentir como que necesitaba hacer más cosas, como que no era yo, estaba perdiendo un montón de cosas mías y entré en una... No era depresión porque seguía haciendo cosas, pero sí tenía ansiedad muy grande y ataques de pánico. Estuve más o menos de mitad de marzo hasta mayo, así. Me levantaba y no le encontraba sentido a la vida.

Pollo: — Estabas triste.

Mauro: — Sí, triste de verdad. Como cuando te levantás y no le encontrás sentido a nada. Las cosas que antes te hacían bien, las ves y no te generan nada. “¿Qué estoy haciendo acá?”, decís. Y cuando empezás en esa, te preocupás y, como coordino dos neuronas, de las pocas que me quedan, dije: “Tengo que empezar a hacer algo, a cambiar un poco, porque estos pensamientos no son buenos, me está haciendo mal”. Empecé a salir con Sofía y siempre le mostré cómo era. Yo soy así como me muestro en los videos y estoy contento con eso. Más allá que siento que me falta perfeccionarme un montón, estoy muy contento con eso porque es como soy realmente. Antes no me podía mostrar así por miedo al qué dirán.

Pollo: — Y con ella sí. Con ella podés ser vos tal cual sos en la realidad.

Mauro: — Sí, ella me dio siempre esa confianza. Es todo lo contrario a mí. Es una chica súper tranquila, súper amorosa y dulce. Yo también soy así, pero mucho más torbellino. Y cuando dicen los polos opuestos se complementan, es muy cierto. Ella desde siempre me dio la confianza para que yo sea yo y que pueda contarle todos mis miedos. Me fue escuchando y ayudando. Decía: “¿Por qué no te animás a esto o lo otro”. Y así se fue dando. Yo me re copé, empezamos a salir más y fui a buscar laburo porque tenía que hacer algo. Empecé a subir videos, a hacer un montón de cosas y a encontrarle ese sentido de vuelta a todo lo que ya venía haciendo que antes no me pasaba.

Pollo: — O sea que no solo estás enamorado, sino como que te sanó en un punto de lo mal que venías.

Mauro: — Sí, totalmente. Ella me ha curado mis heridas, realmente.

Pollo: — ¿Se lo dijiste?

Mauro: — Sí, por supuesto. Se lo digo siempre. La valoro un montón a ella como es. Estoy orgulloso de ella como persona. Yo necesitaba algo así, que me bajen cambios, que me caguen a ped*s, que me digan: “Esto sí, esto no”. Entonces, básicamente, me salvó.

Pollo: — Se que es muy pronto y no te digo en particular por esta relación, pero ¿te querés casar y esas cosas? ¿Está en tus planes hacerlo algún día?

Mauro: — Sí, por supuesto. Yo soy un chabón muy de las experiencias.

Pollo: — Pero no te podés casar por experiencia...

Mauro: — Yo en la vida tengo ganas de hacer todo. Tengo ganas de casarme por iglesia, pese a que sea ateo. Tengo ganas de ver a mi esposa, ojalá sea Sofía, vestida de blanco y yo en traje de smoking. Tengo ganas de tener hijos en un futuro. Todo en un futuro…

Pollo: — Saliste en Gran Hermano y siempre fuiste muy arriba con tu personalidad. ¿Cómo es la relación con tu familia? ¿Ellos te ayudan a bajar un poco a tierra?

Mauro: — Tengo una familia muy reducida: mamá, papá, una abuela y dos tías.

Pollo: — Sos hijo único.

Mauro: — Hijo único, malcriado (risas). La verdad mis viejos me apoyaron siempre en todo lo que quise hacer. Hice un montón de boludec*s en mi vida antes de Gran Hermano. Siempre fui un personaje y ellos me apoyaron. No me puedo quejar de la familia que me tocó, la verdad, estoy súper orgulloso de ellos. Yo les salí un cachivache (risas). Me acompañaron siempre y a veces me dicen: “Che, fijate”.

Pollo: — “Menos, menos”, te dicen.

Mauro: — Lo que pasa con mis viejos es que yo siempre trabajé y estudié. Me fui a vivir solo cuando tenía 22 años. Y más allá de todos lo descarado que hice, siempre fui responsable. Entonces, siempre me dieron esa libertad de: “Che, bueno, al pibe le gusta hinchar las pelot*s, pero hace cosas, sigue progresando”. Entonces, fue así como me dejaron. Y ellos tienen confianza en mí y yo en ellos. Siempre les he contado todo, ¿eh? Hasta la primera vez que usé anabólicos, la primera vez que salí a una joda y me drogué. Hay que ser honesto en la vida.

Pollo: — ¿Te han ofrecido, no sé, tipo OnlyFans o plata por sexo? Porque vos jodés mucho con eso. ¿Es verdad? ¿Te pasó?

Mauro: — Sí, cualquier cosa me ofrecieron. Me han ofrecido de todo.

Pollo: — Pero, por ejemplo…

Mauro: — La más divertida es que me han ofrecido por Instagram, así gente random, mostrándome cuentas bancarias y todo, cinco mil dólares por chuparme los pies.

Pollo: — ¿Te llegó un mensaje de un hombre o una mujer?

Mauro: — Hombre. El negocio está en el sexo nuestro, no tanto en el otro.

Pollo: — Y te escriben: “Hola Mauro, ¿cómo estás?”

Mauro: — No, ¿qué hora Mauro cómo estás? Directo a los bifes (risas). “Che, me recalentás. Te ofrezco esto o si me venís a chupar…"

Pollo: — ¿Pero vos le tenías que chupar los pies a él y te daba cinco mil dólares?

Mauro: — Claro y él a mí y después, qué sé yo …

Pollo: — ¿Vos le respondés a esa gente?

Mauro: — ¡No! ¿Qué voy a responde? Estás loco. Yo me cag* risa. Y aclaro que no lo hice, ¿eh? (risas) Porque mi mirás… A ver, si tengo una necesidad en algún momento (risas), ojalá que nunca pase...

Pollo: — Un piecito (risas).

Mauro: — Por lo menos dos lucas, la mitad (risas). Lo hacemos por la mitad. Pero no, no lo hice. Después, si me han ofrecido hacer OnlyFans. Hice un par de sesiones de fotos, pero chill, con calzoncillo. Pero no es lo mío y yo siento que para que algo funcione, lo tenés que sentir que sea tuyo.

Pollo: — Además no podría convivir con el trabajo en la empresa, ¿no?

Mauro: — Sería medio raro. Igual es todo charlable. Mirá, si yo a la empresa le rindo y hago las cosas bien, no debería tener problemas.

El ex Gran Hermano habló
El ex Gran Hermano habló sobre su experiencia con la exposición mediática y los prejuicios sobre la fama y el dinero

Millón

Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Mauro a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no se puede donar ni guardar como ahorro. ¿Qué eligió?

Pollo: — ¿Qué harías con un millón de dólares?

Mauro: — Yo laburo en e-commerce hace mucho. Sé cómo funcionan muy bien las plataformas. Es algo que la verdad me fue siempre bien en los laburos que tuve, por eso me han llamado. Yo lo que haría, para tener un negocio personal, es invertir 300 mil dólares en eso.

Pollo: — ¿Pero un e-commerce de qué puede ser? Porque desconozco...

Mauro: — Importaciones. Yo gastaría lo que sería 250 mil dólares en traer mercadería afuera, container de afuera, obviamente haciendo una investigación de qué producto me puede servir para e-commerce. Y los otros 50 mil dólares en generar, o tal vez un poco más, tal vez hago 230 y 70 mil dólares en hacerme un depósito y contratar personal. Y ahí empiezo con un negocio mío.

Pollo: — Buenísimo. Me encantó. Te quedan 700 mil.

Mauro: — Después compraría dos departamentos de 100 mil dólares y uno de 200 mil dólares y yo viviría en ese último.

Pollo: — Hasta acá todo business. No te compraste relojes, ropa, no viajaste y no compraste un auto…

Mauro: — Si esto me lo preguntabas hace tres años atrás te decía con 200 lucas vamos a Ibiza y lo reviento. Pero lo que me empezó a pasar es que yo hice esa vida. En los laburos que tuve no gané mal y, si bien tengo mis cosas, siento que deliré un montón y fueron todas cosas que en la realidad que después me sentí muy vacío y me han llevado a cosas en donde no estaba bueno entrar. Te quedas con esta sensación de no encontrarle el sentido de nada. Justamente con esas cosas lo único que hacés es escaparte un poco de esa realidad fea que estás teniendo y decís: “Ah, bueno. Salgo todos los días”. Pero después cuando estás en tu casa te querés matar. Por más que tenga 28 años, lo digo como una experiencia de vida porque me ha pasado.

Pollo: — Sos más consciente ahora. Te quedan 300 mil dólares.

Mauro: — Ahora que ya invertí... Con 70 mil dólares, cambiaría el auto. Tengo un Sandero 2017. Es gauchito. Ni idea el precio de los autos, pero me compraría un Mercedes.

Pollo: — Te quedan 230 mil.

Mauro: — Me iría a recorrer Europa con mi novia. Ponele 30 mil dólares. Y con otros 30 mil me voy a Space Miami con mis amigos. Es un boliche que no cierra. Está 24 horas abierto. No lo conozco y me quiero ir a divertir con mis amigos ahí. Yo soy muy de mis amigos. Me han ayudado mucho y me han cagad* mucho a ped*s. Es más, en Gran Hermano, en las tribunas, mis amigos eran uno de los pocos que iban siempre a bancarme. Y yo estoy ahí también para ellos...

Pollo: — ¿Cuántos son?

Mauro: — Me los llevo a todos. Somos una banda.

Pollo: — Te pongo 100 mil. Comprás la mesa en el boliche y todo. ¿Y los últimos 100 mil? ¿Qué querés hacer?

Mauro: — Se lo daría a mis viejos por todo lo mal que les hice todos estos años. Es gente buenísima. Yo la verdad que con mis viejos he tenido una buena relación siempre, pero con muchos altibajos. Se los daría a ellos para que lo gasten en lo que quieran.

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