María Constanza Romero, más conocida como Coty, es modelo e influencer. Se hizo popular tras su participación en Gran Hermano Argentina 2022, donde se destacó por su juego estratégico, los enfrentamientos dentro de la casa y su fuerte presencia mediática. En 2023 volvió a ingresar al reality gracias al Golden Ticket, pero fue eliminada tras 20 días.
Luego del programa, Coty consolidó su presencia en redes, donde suma más de 3 millones de seguidores. Sin embargo, la exposición también la enfrentó a episodios de acoso y críticas, obligándola a salir públicamente a hablar sobre su imagen física. En varias entrevistas reconoció el impacto que la fama tuvo en su salud mental y contó que atravesó momentos de depresión luego de su paso por el reality.
Pollo: — ¿Cómo estás hoy en día? Después de la exposición mediática tan fuerte que tuviste en los últimos años.
Coty: — Ahora estoy bien. Hace un mes o unas semanas estuve medio bajón. Con baja energías...
Pollo: — ¿Pero por algo particular?
Coty: — Porque me separé y fue decir: “Ok, tengo que volverme a encontrar”. Pasa que yo siempre estuve en pareja, desde los 15 años hasta los 20. Después de ahí terminé mi relación, estuve dos meses sola, entré a Gran Hermano y me volví a poner en pareja.
Pollo: — Con el “Cone” (Alexis Quiroga).
Coty: — Sí, salí de la casa y estuve siete meses más o menos con él. Terminé, estuve nueve meses sola, pero como tratando de también pasar el duelo. La verdad es que en ese duelo la pasé bastante mal, fue mucho tiempo porque había infidelidades y demás.
Pollo: — Lo sufriste un poco más.
Coty: — Sí, sufrí un montón. Estuve nueve meses sin hablarme con nadie, sin verme con nadie. Estaba en un bloqueo emocional. Después a los nueve meses más o menos aparece Nacho (Castañares) en mi vida. Y nos ponemos de novios. O sea, como que nunca estuve mucho tiempo sola.
Pollo: — Sos noviera.
Coty: — Sí, soy muy noviera.
Pollo: — Pero cuando te separas, ¿no chongueas?
Coty: — Pasa que es si chongueo, me pongo en pareja (risas). Me gustaría no engancharme tan rápido con alguien, poder conocer de a poquito. Pero lo voy a poner en práctica. Voy a tratar de hacer a un lado mis sentimientos y si se da, si me gusta la persona... Porque es difícil que me guste alguien encima.
Pollo: — ¿Sos muy exigente a la hora de elegir un hombre?
Coty: — No sé si exigente, pero soy muy rara. No tengo un tipo de hombre. Pero si me gustas, me gustas y no tengo ojos para nadie más.
Pollo: — Pero eso está buenísimo. ¿O no?
Coty: — Hay veces que no porque quizás me gustaría más vivir la vida y conocerme sola. Esta separación me costó, me dolió. Yo todavía le guardo un montón de cariño a Nacho, pero esta vez me costó menos que la vez pasada porque siento que también tengo más herramientas que antes. Viví mi duelo, estuve como una semana que ni siquiera me bañaba, estaba todo el día tirada en la cama, no me levantaba. Mis mejores amigas de la infancia, que nos conocemos todas desde muy chiquitas, me regalaron una perrita que le puse Stitch. Y eso, te juro, me levantó de la cama, me hizo re bien.
Pollo: — ¿Te tiran mucha onda por Instagram los hombres?
Coty: — Sí, son terribles.
Pollo: — ¿Por mensajes?
Coty: — ¿Sabes qué hacen? Likean las historias o te siguen y te dejan de seguir para que te llegue la notificación.
Pollo: — ¿No es medio infantil eso?
Coty: — Sí. Y son todos, generalmente, jugadores de fútbol.
Pollo: — ¿Y te gusta el fútbol?
Coty: — A mí me gusta mucho el fútbol, pero no los futbolistas.
Pollo: — ¿Pero sos de ver fútbol?
Coty: — Sí, sí. A veces me levanto, no sé, un domingo, prendo la tele y busco algún partido.
Pollo: — Los jugadores no son todos iguales…
Coty: — No, bueno. No voy a decir: “Nunca”, pero...
Pollo: — ¿Tuviste malas experiencias?
Coty: — Me ha pasado de que me escriban por efímero en Instagram. Entonces ves los mensajes y se borran. No queda ningún registro de nada. Raro...
Pollo: — ¿Y que te mandan?
Coty: — Había uno que me había dicho para vernos, que vaya a su casa y yo tipo todo bien, pero no. No me pintaba tampoco.
Pollo: — O sea que te gusta el fútbol, pero no los futbolistas.
Coty: — Sí, por ahora voy a decirlo así.
Pollo: — ¿Cómo te llevás con el hate? Si es que hay...
Coty: — Sí, hay. Antes era peor. Pero siento que va pasando el tiempo y quizás la gente se va tranquilizando un poco también, como que va conociendo otras facetas. Pero sí, en su momento, cuando salí de la casa la primera vez, salí con una imagen de villana, entonces obviamente que eso también fogoneó el hate y lo entiendo. Pero a mí me costó un montón porque yo salía de la casa, no entendía nada y de repente encontrarme con todo eso y una vida nueva, fue difícil. Se metían con mi cuerpo, con mi familia. No tenía límites y eso a mí me lastimó un montón.
Pollo: — Obviamente. No está para nada bien eso.
Coty: — Nunca había hecho terapia hasta ese momento. Hoy llevo la terapia muy bien. Ya me acostumbré, voy una vez por semana y estoy con psiquiatra también para bajar la ansiedad, porque soy muy ansiosa. Estoy bien. La verdad que no los leo directamente...
Pollo: — Preferís no verlos.
Coty: — Los comentarios sí los veo porque la mayoría son buenos, pero trato de no enfocarme en lo malo. Antes hacía al revés: veía todos los buenos y me enfocaba en el malo y ahora no. Trato de no leer las cosas malas o si veo algo que no me gusta lo bloqueo o simplemente no contesto. Antes contestaba y eso generaba que haya más hate. Y Twitter no tengo porque la gente ahí realmente no tiene límites y es como una cloaca. Por mi salud mental, lo borré y no leo más.
Pollo: — Ahora te veo tranquila, pero cuando discutís con alguien sos picante y te la bancás. ¿Eso es un personaje o es parte de tu personalidad?
Coty: — La verdad es que a veces no me reconozco cuando me enojo. Pero cuando fui a terapia entendí que hay peleas que no hace falta pelearlas. Me bajé de esa. Pero sí me ha pasado de sentirme como muy atacada. Yo tengo una personalidad que está a la defensiva todo el tiempo, quizás por cosas que me pasaron en la vida, que es algo que estoy trabajando. Lo que me pasaba era que cuando me sentía atacada o sentía que había algo de mis valores que estaba siendo perjudicado, automáticamente discutía y yo tengo mucha memoria. Ahora me controlo un poquito más. Hay muchas cosas que últimamente hubiese querido decir y no dije. Antes no tenía autocontrol, era como salía solo porque soy impulsiva y eso es parte de mí. Pero ahora trato de respirar y poner como un semáforo en rojo.
Millón
Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Coty a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no se puede donar ni guardar como ahorro.
Pollo: — ¿Qué harías con 1 millón de dólares?
Coty: — Bueno, me compraría una casa.
Pollo: — ¿Vos sos propietaria o alquilás?
Coty: — Hoy en día tengo un terreno en Corrientes sí. Y ahora acá estoy alquilando.
Pollo: — ¿Dónde te comprarías una casa?
Coty: — En Villa Urquiza, Villa del Parque. Una casa medianamente grande.
Pollo: — ¿300 lucas te parece bien?
Coty: — Sí.
Pollo: — Te quedan 700 mil.
Coty: — Bueno, esto todo. Así como está. Lo quemo en viajes. ¿Se puede?
Pollo: — Sí, se puede. Pero ¿700 lucas en viajes?
Coty: — Sí. Llevo a toda mi familia y a todas mis amigas por todos lados. Quiero conocer París sí o sí. Es un sueño.
Pollo: — Pero con 100 mil podés conocer París a todo trapo.
Coty: — Pero voy a viajar por todo el mundo. Quiero tener un mapa enorme en la pared y marcar los lugares.
Pollo: — Pero con esto viajas sobrada. ¿A quién te llevarías?
Coty: — A mi mamá, papá, hermana mayor, hermana menor, mi hermanito y mis mejores amigas de toda la vida que son: Luján, Fio y Carla.
Pollo: — Hotel cinco estrellas, viajar en primera, toda la joda...
Coty: — Sí. Y darles todo lo que ellos quieran. Si dicen: “Traeme un daiquirí”, traele siete daiquirís.
Pollo: — ¿Nada más? ¿Relojes? ¿Ropa?
Coty: — Nada más.
Pollo: — Y te quiero convencer, pero está bien gastada igual. Te felicito.
Coty: — Hay que vivir la vida. Lo material va y viene. Las cosas se funden y nadie se lleva nada a la tumba. Entonces, para mí realmente viajar es una de las mejores cosas que me pasó desde que salí de la casa y tuve la oportunidad. Ahora lo quiero compartir con la gente que amo.
Sin uso
Pollo: — ¿En qué gastás plata innecesariamente?
Coty: — Soy re gastadora porque soy una persona que se compra de todo. Por ejemplo, la otra vez me compré un teclado rosado, un piano...
Pollo: — ¿Y tocás música?
Coty: — No. Aprendí una canción y después lo dejé, ahí está archivado. Después me compré unos patines para hielo y no hago patín. Y me compré también los otros también.
Pollo: — ¿Y para qué te los compraste?
Coty: — Porque quería usarlos y todavía no pude. Me compré unos guantes de boxeo y un círculo redondo que le tenés que ir pegando a las luces y no lo uso.
Pollo: — ¡No lo puedo creer! ¿Te compraste algo más que no hayas usado?
Coty: — Un proyector (risas). Tengo muchas cosas, una máquina de coser...
Pollo: — ¿Y por qué no usás el proyector?
Coty: — Está arriba de una heladera que también tengo sin usar.
Pollo: — ¡Pará, pará! ¿No llegaste a sacar la heladera de la caja?
Coty: — No. Porque como estoy alquilando un lugar que tiene heladera… Igual tengo dos heladeras que me compré: una más grande y una más chiquita que tampoco uso.
Pollo: — ¡¿Pero para qué las tenés?!
Coty: — A una le pongo imanes (risas). Parece un tetris mi casa. Arriba de la heladera está un proyector y la máquina de coser.
Pollo: — O sea vos tenías tus cosas y te mudaste a un lugar que era amoblado y ahora tenés casi todo doble.
Coty: — Sí.
Pollo: — Bueno, no compres más nada.
Coty: — En un momento también tenía una obsesión con sacar peluches de máquinas y gastaba mucha plata en eso.
Pollo: — Pero es un planazo eso.
Coty: — Tenía más de 50 peluches sacados de máquinas.
Pollo: — Igual hay una trampa con eso…
Coty: — Sí, pero le saqué la ficha y empecé a sacar un montón. Y ya no tenía más espacio. Entonces mis amigas me dijeron: “¡Basta, córtala!”. Y los doné todos a un hospital de niños. Fui a llevarlos en Pascua con mi familia. Por lo menos algo bueno de todas las cosas que compro al ped*.
Pollo: — ¿Cuál sentís que fue tu momento viral más incómodo de estos tres que te voy a mencionar? A: tu caída en el streaming de Paparazzi. B: tu pelea con la bomba tucumana. C: el beso con Furia durante la discusión en GH.
Coty: — Lo de la bomba porque me acuerdo que fue un día re difícil. Me levanté temprano, me había encontrado con un montón de cosas que habían dicho de mí en redes y no me gustó. Entonces cuando llegué a ese momento en el que tuve que exponerme, que estaba toda la gente en vivo, me sentí atacada porque las cosas que me decían eran solamente malas. Ella justo se metió en el tema, que no tendría que haberse metido porque no tenía nada que ver. Y la verdad es que fue algo bastante incómodo porque yo no me pude detener con lo que estaba diciendo. Es más, a mi partener, en un momento le digo al oído: “No me puedo contener”.
Pollo: — No podías parar.
Coty: — No podía parar porque ese día discutí así al aire con Laura Ubfal, con Romina Uhrig, con la bomba tucumana y después con Lourdes de Bandana.
Pollo: — Fue un día bravo.
Coty: — Sí fue bravisimo. Después cuando terminé ahí, me encerré en el baño y tuve un ataque de ansiedad porque decía: “¿Cómo puede ser que yo misma no me pueda controlar?” Y fue re incómodo todo lo que pasó, renunció la bomba. O sea, fue todo un despelote.
Pollo: — ¿Pero te arrepentís de ese momento?
Coty: — Creo que quizás no era el momento. El lugar igual sí lo era porque qué mejor que exponer algo así como la violencia en un lugar público en la tele como corresponde, si es que la justicia no se hizo cargo en su momento porque había una denuncia. Pero sí me parece que no era el momento porque yo estaba mal, no me podía contener, estaba muy cargada de todo. Y porque también no estaba en un lugar en el que me sentía cómoda.
Pollo: — Te sacaste.
Coty: — Sí, me saqué. No podía controlarme.