Josefina La China Ansa es periodista y conductora argentina. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, comenzó su carrera en radio, participando en emisoras como Vale y Pop Radio. En 2014, debutó en televisión en C5N y luego trabajó en Crónica.
A lo largo de su trayectoria, ha demostrado versatilidad y carisma, lo que la llevó a integrarse al equipo de El Noticiero de la Gente en Telefe. Su popularidad creció notablemente al convertirse en coconductora del programa de entretenimientos Escape Perfecto, junto a Iván de Pineda. Su desempeño en este ciclo le valió el Premio Martín Fierro Revelación en 2024, consolidándola como una figura destacada de la televisión argentina.
En cuanto a su vida personal, La China está casada con Diego Mendoza, exfutbolista argentino y tienen una hija, India, nacida a mediados de 2023. Actualmente, esperan su segundo hijo, un varón al que han decidido llamar Rafael. La familia compartió la noticia del embarazo y el nombre del bebé a través de sus redes sociales, mostrando su entusiasmo por la llegada del nuevo integrante.

Pollo: —¿Es verdad que tu hija fue la que descubrió que estabas embarazada?
China: —Sí. A mí me pasó que me fui todo el verano a Mar del Plata para hacer Olga. En ese momento quedo embarazada... Había mucha joda, qué sé yo, salíamos mucho y nos relajamos.
Pollo: —Estaban relajados: el sol, la playa, el ruido del mar...
China: —El hotel que compartíamos... Era mucho, todo juventud, había colágeno (risas).
Pollo: —El stream también era algo nuevo para vos. Un nuevo mundo.
China: — Claro. Nunca había hecho stream en mi vida y me habían dicho: “Te vas a relajar, la vas a pasar bien”. Yo soy re de la tele. A mí me tenés que prácticamente hay un pronter y lo tenés que decir tal cual en tantos segundos cronometrados. Y si no, vamos de nuevo. En este momento me dije: “¡Ay, no! ¿Qué voy a hacer? No tengo una rutina, un propósito. ¿Cuál es la columna vertebral del programa?"
Pollo: —Y No hay (risas).
China: — Bueno, me relajé. ¿Y viste como son todos estos chicos? Íbamos a la Bresh... ¡Todos son planes! El after de acá, lunes, no sé qué, martes esto y miércoles lo otro, anti domingo... No entiendo si estamos laburando, pero me prendí porque tenía que relajarme.
Pollo: —Vos y tu marido se cebaron.
China: —Le dije acompáñame porque soy la nueva. No sé si me voy a poder adaptar tan rápido. Y me lo llevé a Mar del Plata. Y también estaba mi hija, o sea, era toda una logística. Pero nos relajamos.
Pollo: —Y quedaste embarazada…
China: —Fuimos tres, volvimos cuatro (risas). Estábamos listos para el próximo bebé, nosotros siempre quisimos ser una familia de cuatro, que ella que tuviera un hermanito, a sus dos o tres años, pero llegó antes…
Pollo: —¿Y cómo es que se da cuenta tu hija?
China: —Ella empezó a darme besos en la panza y a decir: “Bebé, acá”.
Pollo: —¿Y ustedes qué pensaban? No lo creían...
China: —Nosotros decíamos: “Está creciendo, es la época en la que los niños y niñas empiezan a jugar con los cochecitos”. Pensábamos que quería tener un hermanito, un perrito, alguien con quien compartir. Pero me daba besos y decía: “Bebé, ahí”. Ahí dije: “Esta piba me está queriendo decir algo”. Y volví y me hice un test y estaba embarazada.
Pollo: —Increíble. Es hermoso.
China: —Es hermoso. Nosotros estábamos abiertos a que eso sucediera. Era nuestro sueño formar la familia de cuatro. Lo que nos sorprendió es que haya sido en ese momento. Porque siempre estás pensando los días para controlar, calculás, tenés todo armadito y te vas preparando. Pero nunca es cuando vos querés. Llegó cuando tenía que llegar, evidentemente.

Pollo: —Vos venías haciendo tu camino de a poco, con mucho laburo y humildad, pero de repente explotó tu carrera y hoy estás súper consolidada. ¿Sos consciente del lugar al que llegaste?
China: —Me cuesta muchísimo. Me lo decís vos, me lo dice mi mamá y algunas personas, pero no lo puedo creer. No llego a ese pensamiento. No lo tengo ni creo tenerlo nunca...
Pollo: —¿Pero hacés un análisis de tu momento actual o de tu evolución?
China: —Sí, soy bastante crítica conmigo aunque también soy muy generosa. Soy consciente de todo lo que crecí. No soy la misma que hace diez años. Desde el primer momento, por ejemplo, que empecé a trabajar en Telefe, no me voy a olvidar más lo imponente que era la entrada, el ingreso, tantas autoridades, personas, camarines. Yo todavía me sigo sorprendiendo porque en muchos trabajos donde he estado anteriormente nos vestíamos todos juntos, atrás de un biombo.
Pollo: —Cámbiate donde puedas...
China: —Compartiendo detrás de un telón y tráete tu ropa, resolvete solo y venite maquillada. Nadie te iba a mandar un remis para que llegues a tiempo a grabar. Vos tenías que hacerte las combinaciones de colectivos siete horas antes y si hay paro, arréglate.
Pollo: —Vos sos de Avellaneda.
China: —Yo soy de Avellaneda. El primer salto y el primer cambio que lo sentí bien grande fue entrar al estudio de Telefe. Después, obviamente, uno lo convierte en rutina.
Pollo: —Después laburás con Iván de Pineda todos los días...
China: —Los primeros cinco días, cuando vos tenés que hacer el upfront y estás apoyándote en el hombro de Iván, pensás: ¡Ay! ¿Estoy muy cerca? Qué bien huele. Me tendría que haber perfumado más. Y él está impoluto y vos estás transpirando, haciendo de cuenta que todo eso es normal. Y tengo el chat explotado que me preguntan: “¿Cómo huele Iván?” Y yo ya sé todo lo que está pasando en el WhatsApp y estoy disimulando como que lo hago de toda la vida. Pero estuviste en Crónica siete años pasándola…
China: —Y corte aparece Iván.
China: —Iván de Pineda es un amigo para mí y atiendo el teléfono y la gente se sorprende cuando voy en el auto, pongo el Bluetooth y dice: “Te está llamando Iván”. “¡¿Iván te llama?!”, me dicen. Y yo les respondo: “Mirá, esto es normal en mi vida. Si a vos no te pasa, lo siento mucho...” (risas).
Pollo: —Aunque te lo merecés, todavía no llegaste a ese momento en el que tomás verdadera conciencia de todo el trabajo que hiciste para llegar hasta donde estás hoy en lo laboral.
China: —Debería hacer ese trabajo interno. Todavía me siento muy común, como todos nosotros (risas). Somos todas personas comunes, me cuesta pensar que soy…
Pollo: —No te digo para que te la creas, pero sos una mujer que ya tiene su nombre en la carrera que ama. No te digo que debieras pedir la silla en un bondi, pero…
China: —Bueno, yo debería pedirla porque estoy embarazada (risas).
Pollo: —Es verdad. Ahora podés (risas).
Millón
Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a La China a comprar todo lo que desee. El único requisito es que no se puede donar ni guardar como ahorro. ¿Qué eligió?
Pollo: —¿Viste alguna vez un millón de dólares?
China: —No. Y siento que te van a cag**. Si yo te traigo todo esto y te miro a los ojos...
Pollo: —Olvidate.
China: —Yo me voy. No me llevo ni uno porque quedo pegada en algo (risas).
Pollo: —En este caso es mentira. Así que vamos a gastarlo. ¿Qué comprarías?
China: —Compraría dos departamentos.
Pollo: —¿En qué zona?
China: —Cerca de donde vivo actualmente. Puede ser: Dique Luján, Villanueva, Tigre…
Pollo: —¿Con 300 lucas está bien?
China: —Yo creo que sí. Uno para cada uno de mis hijos.
Pollo: —Para que arranquen una base.
China: —Que arranquen como nosotros no pudimos arrancar. Los compro y automáticamente los pongo a laburar. Yo tengo que hacer el negocio ahora porque yo no sé si mañana me muero me quedo sin todo esto. Entonces la guita que me va quedando, el día de mañana mis hijos cumplen 18 y les digo: “Mirá, tenés este departamento, este otro departamento y este dinero que juntaste vos con tus departamentos”.
Pollo: —Te lo van a agradecer de por vida.
China: —Después me gustaría viajar con mi familia.
Pollo: —¿Cuántos son?
China: — Bueno, somos cuatro. Pero siempre necesitás ayuda. ¿Puedo agregar dos abuelas?
Pollo: —Sí, obvio. Es tu plata...
China: —Agrego abuelos.
Pollo: —¿A dónde te gustaría ir?
China: —Me gustaría recorrer el mundo. Vamos a Europa...
Pollo: —200 lucas haces un viaje a todo trapo.

China: —A todo trapo. Vienen las abuelas para ayudarme y pasan a ser empleadas domésticas y niñeras de esos pibes (risas).
Pollo: —Las abuelas van a vivir de lujo...
China: —Viajamos toda la familia a Europa.
Pollo: —Bien. Te quedan 500 mil.
China: —Me gustaría armar una empresa porque un emprendimiento me quedaría chico para ser una fuente de trabajo, generar empleo. Pagarles bien, que estén en buenas condiciones y que me amen como jefa (risas).
Pollo: —¿Pero empresa de qué?
China: —Me gustaría una empresa que brinde a las personas un lugar donde puedas prepararte para distintos eventos: maquillarte, peinarte, hacerte las uñas, que tengas una estilista que además te pruebe la ropa de diseñadores con distintas opciones de marcas... Que vos entres a un lugar y salgas listo para el evento.
Pollo: —¡Es un taller!
China: —Que vos tengas que ir, sentarte y el lugar que te resuelva todo.
Pollo: —Yo voy a separarte 500 lucas para ese taller escuela y empresa.
China: —La idea es dar mucho laburo. Que el maquillador, por ejemplo, pueda dar sus clases, que sea muy grande...
Pollo: —Yo creo que hay que trabajar un poco más la idea, darle de forma, pero no está mal...
China: —Y voy a traer una buena banda de cumbia para la inauguración. ¿A quién llevamos?
Pollo: —Los palmera, Pablo Lescano, El Show de Andy, Los Totora, La T y la M, Los Palmeras, Jambao y Onda Sabanera.
China: —Y la princess…
Pollo: —Y Ángela Leiva.
China: —Bueno, con eso hacemos la inauguración. Tiramos la empresa por la ventana.
Pollo: —Ulises Bueno…
China: —La Konga...
Pollo: —Ya me estresé.
China: —Yo también y me voy re triste porque no tengo más un mango (risas).