Yamila Safdie, más conocida como Yami, es una cantante, compositora e influencer argentina. Desde temprana edad mostró interés por la música y el teatro e inició sus estudios en canto y comedia musical a los 9 años. Durante su adolescencia, estudió en el Conservatorio Alberto Ginastera y posteriormente cursó la Licenciatura en Artes Escénicas.
A los 19 años comenzó a subir covers a sus redes sociales, lo que le permitió ganar una amplia audiencia en plataformas como Instagram y TikTok. En 2021, Yami firmó con la discográfica Warner Music Group y lanzó sus primeras canciones originales, incluyendo Caminar Sola, Flashear, FC y Pa’ Quererme Así. Su álbum debut Dije que no me iba a enamorar, fue lanzado en 2022 e incluyó colaboraciones destacadas como El Bolero junto a Milo J, que se viralizó en varios países de Latinoamérica y formó parte del Billboard Hot 100 Argentina.
En 2023, fue nominada como Mejor Nuevo Artista en los TikTok Awards Night y los Premios Carlos Gardel. Ese mismo año, participó en festivales como el Primavera Sound Argentina y fue telonera en la gira de Luis Miguel en Argentina. En noviembre de 2023, lanzó su segundo álbum de estudio titulado Sur.
En abril de 2024, sorprendió al realizar una colaboración con el artista colombiano Camilo, titulada Una vida pasada, una balada introspectiva que fusiona los estilos de ambos cantantes con una sensibilidad poética y nostálgica. El tema tuvo una gran recepción en plataformas digitales, afianzando su proyección internacional. Recientemente, se conoció su último material: Odio odiarme, que ya está disponible en las principales plataformas.

Pollo: —Abrís tu corazón en las canciones y contás muchas cosas tuyas. Obviamente sos artista, y algunas cosas también tendrán algo de ficción o interpretación...
Yami: — Son reales. La gente me lo dice: “Te felicito porque sabes exactamente qué decir para que la gente se sienta identificada”. Y la verdad es que no es algo que yo haga a propósito. Yo soy muy sincera y cuento lo que me pasa y resulta que mucha gente siente lo mismo que yo. Se sienten identificados. Pero no es algo que hago pensando en “esto va a pegar”, para nada. Sinceramente es como un diario íntimo, me desahogo y después eso es reflejo de historias que le pasan a un montón de personas.
Pollo: — ¿Cómo es que te dicen el tema Querida Yo está buenísimo, vamos a hacerlo con Camilo”?
Yami: — No, fui yo...
Pollo: — ¿Vos fuiste a la carga?
Yami: — Lo perseguí a Camilo para lograrlo (risas).
Pollo: — ¿Pero él te seguía en Instagram? ¿Cómo llegaron a grabarla juntos?
Yami: — La historia es así: yo soy muy fan de Camilo. Hice muchos covers de sus canciones durante años. Él me conocía, me compartía algunos. Le gustaba lo que yo hacía y me ha mandado algún que otro mensajito buena onda, como: “Te felicito, la estás rompiendo. Ya nos cruzaremos por ahí”.
Pollo: — Muy bueno recibir ese reconocimiento.
Yami: — Sí. Cuando fui a Miami para la semana de los Latin Grammy, fue toda una locura. De pronto mi vida estaba cambiando mucho...
Pollo: — De repente era alfombra roja...
Yami: — Sí. Alfombra, fiestas y conocer a Camilo. Me lo encuentro, lo saludo, charlamos un rato y me empieza a seguir ahí en las redes.
Pollo: — Cuando fuiste a saludarlo, ¿te reconoció? ¿Se dio cuenta quien eras?
Yami: — Sí, me registró. De hecho, yo le digo: “Un placer conocerte” y él me dice: “¿Pero nosotros nos conocíamos ya, ¿no?”. Y no, nunca nos habíamos visto en persona. Se ve que hay algo de tanto que me vio por Instagram, quizás sintió que me conocía. Ahí nos conocimos y me empezó a seguir. Después se dio súper orgánico que yo subí una historia cantando esta canción que realmente me la imaginaba con él, pero me parecía como un sueño. No pensé que fuera a pasar. Y me responde la historia: “Me encanta. ¡Qué linda canción!”. Y ahí yo dije: “Es ahora” y le respondí: “Si te gusta, lo podemos terminar juntos”.
Pollo: — Jugadísimo. ¡¿Mira si clavaba un visto?!
Yami: — No pasa nada. Me ha pasado muchas veces. Yo pregunto porque lo peor que me puede pasar es que no me contesten. No pasa nada. No me lo tomo personal y no me da vergüenza.
Pollo: — Y él te dijo: “Ok, dale”.
Yami: — Me dijo: “Sí, me encanta”. Y yo no lo podía creer. Me acuerdo que estaba en un hotel y me puse a saltar en la cama. Él me dijo: “¿Estás en estos días en Miami? Venite a mi estudio”. Fui al estudio y fue muy fluido todo. Él agarró la guitarra, la terminamos de escribir y literal, a los tres días, estábamos filmando el video.
Pollo: — Como que lo tuyo es todo muy profesional, pero tiene un tinte de que todo es muy natural y relajado. Como que va fluyendo.
Yami: — Lo intento porque es la forma en que me gusta hacer música, mostrarme lo más transparente posible y que sea también así la relación que tengo con la gente que me sigue a través de las redes, que sea realmente orgánico. Yo atrás del celular contestando...
Pollo: — La letra de Odio odiarme es fuerte. ¿Podemos repasar algunas oraciones?
Yami: — Es fuerte sí. Es sincera, muy transparente. En el estribillo dice: “Odio mis brazos, odio mi abdomen, odio varias de mis canciones, odio lo mucho que todo me importa y las arrugas junto a mi boca”.

Pollo: — ¿Y eso es verdad?
Yami: — 100 por ciento. Re verdad.
Pollo: — Y decidiste ponerlo en una canción no solo para vos, sino para todos los que odien algo de ellos mismos.
Yami: — Es exactamente eso. Fue un día que yo estaba mal. Me pasa mucho. Tengo días mejores, días peores, pero hay días que no me soporto y tengo esos pensamientos. Y me salió desahogarme con esta canción que me hizo muy bien la verdad de escribirla, poner en palabras todo esto que me estaba pasando en la cabeza, que quizás no lo entendía tanto y dije: “Bueno, la voy a compartir. Capaz hay gente a la que también le hace bien, se sienten menos solos con una canción así”. Y efectivamente, hubo mucha gente agradeciendo, diciendo que les sirve poder sentirse acompañados en ese sentimiento y me inspiró también a lanzarla y que la puedan tener completa.
Pollo: —¿De dónde creés que viene ese “odio” que aparece por momentos? Porque te va muy bien, te subís a un escenario y eso se ve, es tangible. ¿De dónde pensás que nace ese “odio mi cuerpo”?
Yami: — ¡Qué fuerte! No sé. Son unas exigencias que vienen como una cuestión cultural, especialmente en las mujeres. Hay una exigencia de estar flaca, perfecta y joven para siempre y con un montón de cosas que están y nos bombardean desde muy chiquitas con un ideal de belleza. La canción igual no solo habla de lo físico, sino también de algunas cosas de personalidad, que a veces tampoco me banco de mí. Pero apunta a este ideal de la mujer perfecta, que es algo con lo que vivimos desde chiquitas y creo que está demasiado presente. Se nos mete en la cabeza aunque no queramos y es luchar contra eso. A los hombres también les pasa. Puede que también tenga que ver con cómo crecimos…
Pollo: — Es un mensaje súper sincero. Permite ser más vulnerable y expresarse mejor con los demás y con uno mismo. ¿No?
Yami: — Ese es el objetivo. Mucha gente me lo dice y me gusta que sirva para eso.
Pollo: — Cambiando de tema. ¿Es verdad que fuiste al colegio con Bizarrap?
Yami: — Sí, fuimos al mismo colegio.
Pollo: — ¿No te parece flashero eso? Porque a los dos les va re bien...
Yami: — Él es un año más chico que yo. Pero era un colegio muy chiquito, así que como que nos conocíamos todos con todos. Es muy loco.
Pollo: — ¿Pero sabías que él hacía música o fue una sorpresa ver todo lo que logró después?
Yami: — Sí, sabía. Él empezó con estos videos como medio en joda. Desde ese momento que todos veníamos siguiendo su carrera y en un momento empezó a hacer remix y siempre se supo que era un pibe talentoso y creativo. De hecho, él siempre fue una inspiración en ese sentido para mí. Fue como si este pibe de mi barrio, de mi colegio está haciendo estas cosas enormes. Bueno, yo lo puedo intentar también.
Pollo: — En un futuro pueden hacer un feat juntos...
Yami: — Obvio sería lindo. Y creo que significaría algo también para el barrio porque venimos los dos del mismo lugar. Me encantaría. Sería genial.
Millón
El Pollo invitó a la cantante a comprar todo lo que desee colocando una valija repleta de dólares sobre la mesa. El único requisito es que no se puede donar ni ser guardado como ahorro.
Pollo: — Te escucho atentamente. ¿En qué los gastarías?
Yami: — Lo primero que quiero hacer es invertir en mi proyecto. Entonces, para mi show en vivo quiero comprar un micrófono, hay micrófonos que son caros...
Pollo: — ¿Y los vas a trasladar? Por ejemplo, mañana te vas a Neuquén. ¿Llevás los micro?
Yami: — Sí, sí. De hecho hoy lo hago con mi micrófono gama media. Pero ahora quiero un micrófono de alta gama.
Pollo: — ¿Suenan mejor?
Yami: — Sí, claro. Suena más pro.
Pollo: — ¿Pero si la voz es la misma?
Yami: — No sé, no te puedo explicar técnicamente qué es pero suena mejor. Es una cuestión de frecuencias, de calidad. Obviamente, la voz es la misma pero te hace cantar mejor.
Pollo: — ¿Cuánto vale eso?
Yami: — No sé. Pero calculemos porque también quiero una guitarra nueva, otro micrófono para el estudio, una cámara para los videoclips, un buen pie, todo…
Pollo: — 100 mil dólares para tu música. ¿Está bien?
Yami: — Sí, es su montón.
Pollo: — Quedan 900 mil. Podés hacer lo que quieras, te lo estamos regalando nosotros.
Yami: — Quiero ir a Japón con amigos. Somos cuatro en total.
Pollo: — 100 mil para un viaje a todo trapo. Viajan en primera, todo…
Yami: — Me encanta.
Pollo: — Te quedan 800 mil dólares.
Yami: — Y un departamento…
Pollo: — ¿Sos propietaria actualmente?
Yami: — Tengo un departamento chico. Estaría bueno un poco más grande.
Pollo: — ¿En qué zona te gusta?
Yami: — Y Palermo. Donde la industria de la música se mueve…
Pollo: — ¿Cuántos ambientes?
Yami: — Cuatro o cinco ambientes (risas). ¡Que top!
Pollo: — O sea, tenés que ponerle a la plata del que vendés y 200 más arriba.
Yami: — Súper. Estamos bien.
Pollo: — Te quedan 600 mil.
Yami: — Me agarraría 20 o 30 y me iría a la 5ta Avenida en Nueva York a comprarme cosas al estilo Pretty Woman. Gucci y esas marcas. Igual no me quedo corta ¿no?
Pollo: — Sí, cortina mal.
Yami: — Como se nota que nunca fui.
Pollo: — Separamos 100 así vas Nueva York, a la 5ta Avenida y que te atiendan como una reina. Te quedan 500 mil...
Yami: — Quiero una Jeep.
Pollo: — Vamos con 100 mil. Tope de gama. Te quedan 400 mil para gastar.
Yami: — Hace rato que venimos hablando con mi novio de casarnos. Hacer una boda todo culo (risas).
Pollo: — ¿Hace cuánto están juntos?
Yami: — Hace casi cuatro años.
Pollo: — Es carísimo casarse. ¿Cuántos invitados?
Yami: — ¿200? ¿300? ¿Cuánta gente se invita?
Pollo: — Igual a veces pasa que después decís por qué invité a tal o cual.
Yami: — Sí, seguro. Pero Nacho, mi novio, es un chabón muy sociable, tiene muchos amigos.
Pollo: — ¿Qué hace él?
Yami: — Es artista también, rapero. Bueno, Invitamos a todos y hacemos un open mic para que todos canten.
Pollo: — 200 mil y es el casamiento del año. Lo que sobra es para la luna de miel. ¿A dónde te gustaría ir?
Yami: — Caribe, clásico. Playa, tirarme y no hacer nada.
Pollo: — Te quedan 200 lucas.
Yami: — Podría hacer un bono para todos los de mi equipo como hizo Taylor Swift.
Pollo: — Pero Taylor debe tener 100 palos. Lo hizo porque está sobrada.
Yami: — Bueno, hoy estoy sobrada acá.
Pollo: — ¿10 mil dólares a cada uno?
Yami: — Perfecto.
Pollo: — Te quedan 100 mil.
Yami: — Algo para mis papás. Regalarles unas vacaciones y cambiarle el auto a mis viejos.

Pollo: — ¿Alguna de tus canciones te causó problemas con alguien del pasado?
Yami: — Me ha escrito mi ex por una canción que se llama De nada, que fue como mi primera canción medio viral en Tik Tok. Como que se mató de risa y me dijo: “Me estás atacando un poco”. Porque la canción es fuerte.
Pollo: — ¿Qué decía?
Yami: — En realidad es una canción para su novia nueva diciéndole: “Hoy es un buen novio gracias a mí, gracias a todo el tiempo que pasó conmigo y todo lo que aprendió conmigo”.
Pollo: — Fuertísimo. ¿Y cómo sabía que era para él?
Yami: — Era obvio. No me salió mentirle. Nos habíamos separado hace poco. Era muy del momento el tema.
Pollo: — Y vos le escribiste De nada a la novia nueva como: “Che, ese caballero es porque pasó un proceso”.
Yami: — Exactamente. Se mató de risa y me dice: “Es un poco fuerte, un poco dolorosa, pero bien. Te felicito”.
Pollo: — Se lo tomó bien.
Yami: — Sí, por suerte.
Pollo: — Pero al fin y al cabo es lo que es gracias a vos.
Yami: — No lo negó. Ahora que lo pienso, no dijo nada.
Pollo: — ¿Él sigue en pareja?
Yami: — Sí y les deseamos lo mejor. De hecho, la canción lo dice. “Me encanta que les vaya bien. Pero no te olvides…” (risas).