“No se le puede llamar fracaso”: seleccionado de Chile defendió el proceso de Ricardo Gareca en Eliminatorias 2026

Ricardo Gareca no deja de ser señalado en Chile como el principal culpable de la catástrofe de La Roja en las Eliminatorias 2026. Bajo su administración en Juan Pinto Durán, los suyos realizaron una campaña esperpéntica que acabó con una bochornosa eliminación al siguiente Mundial, a falta de dos fechas del proceso sudamericano actual.

Sin embargo, dentro del plantel de la selección de Chile existe un futbolista que ha sacado la cara por el ‘Tigre’, generando una enorme sorpresa en el país. Ese es el caso de Guillermo Maripán, central que ha preferido rescatar aspectos positivos de la gestión ignorando el fiasco a nivel de resultados cosechados tanto en el estadio Nacional de Santiago como en el exterior.

Consultado sobre las complicaciones de Chile con el paso de las jornadas hasta el punto de consumarse la eliminación tempranera, Maripán dijo que “fue lo peor. Veía las caras de mis compañeros, la tristeza, la frustración y la rabia para los más viejos. A nivel personal, fue un sueño frustrado, un sueño que se aleja, ya que todo jugador sueña con representar a su país en un Mundial”.

Ubicado en su natal Tapiales, en la ciudad de Buenos Aires, Gareca ha realizado un breve balance de su era como responsable técnico de Chile. Por un momento, tenía la plena convicción de salir adelante en medio del caos, pero fue incapaz de volcar el estilo que siempre ha pregonado en su grupo.

“Me tenía fe con el trabajo y nunca le pude encontrar la vuelta, la realidad es esa. No pude plasmar una idea o continuidad para que el equipo se sintiera más seguro, y los resultados no me acompañaron", señaló a radio Continental en una entrevista telefónica.

Acercándose a los 70 años, el ‘Tigre’ aún no ha descartado la posibilidad de asumir un nuevo reto en los banquillos, aunque por el momento ha preferido recuperar energías abroquelado de su entorno familiar.

Ricardo Gareca llegó en enero de 2024 con expectativas de renovación, pero su gestión convirtió a la selección de Chile en una caricatura de su histórica identidad. La selección chilena quedó en el último lugar de las eliminatorias para Catar 2026, sin opciones de clasificar —una vez más— al Mundial.

Su balance como seleccionador en Quilín fue más que decepcionante: totalizó una sola victoria oficial en 13 partidos, y un rendimiento del 17–23 %, según distintos cálculos. Muy aparte de ello, también fue un estratega errado en cuanto a formaciones y planificaciones en distintos escenarios.

Tras la derrota 2‑0 en El Alto ante Bolivia, que selló su fracaso, Gareca renunció y se marchó profundamente cuestionado. Su ciclo finalizó marcado por la ira de hinchas y periodistas, y un exceso de gestos simbólicos que no alcanzaron para revertir el colapso futbolístico.