Jesús Castillo es el apuntado en Alianza Lima para reforzar el mediocampo con miras al Torneo Clausura 2025

Alianza Lima comienza a observar el mercado internacional para acometer una operación siempre y cuando el entrenador Néstor Gorosito lo autorice, aunque todo hace prever que el líder argentino está de acuerdo con activar un plan de reforzamiento en el plantel de cara al Torneo Clausura 2025.

Uno de los sectores apuntados a fortalecer en La Victoria es el mediocampo. A pesar de la valoración importante de Erick Noriega como músculo inesperado de la línea central, las recientes caídas —en materia de estado de momento— de Pablo Lavandeira y Pablo Ceppelini obligan a la Dirección Deportiva a buscar otras alternativas.

Para ello, el seno de Alianza Lima está pensando en hacerse de los servicios deportivos de Jesús Castillo Molina para que ocupe el lugar del ‘5’ que tanto hace falta en la plantilla. A su favor corre que es un joven futbolista peruano que, actualmente, no pasa un grato momento en el Gil Vicente (POR) al punto de ser un factor residual.

Así se señala bajo una confirmación del diario Récord (POR). Tan solo hace falta saber qué modalidad se busca ejercer desde La Victoria para intentar llegar a un acuerdo tanto con la institución de la ciudad de Barcelos como con el futbolista de 23 años.

Jesús Castillo llegó a Gil Vicente por una importante suma económica procedente de Sporting Cristal. Su movimiento fue catalogado como una apuesta, considerando su proyección y edad. El estilo de juego al igual que su rendimiento sostenido en el plano local e internacional animaron a dar pie al fichaje.

Sin embargo, durante los dos años en los que se ha mantenido en el club, el mediocentro no ha podido ser una opción regular y siempre luchó contra las disposiciones técnicas para hacerse de un lugar. Por ese motivo no ha podido demostrar su gran calidad en la élite de Portugal.

La única vez que Castillo Molina logró exhibir parte de su dimensión fue bajo las órdenes del entrenador Bruno Pinheiro, quien siempre se mostró abierto a darle amplia pista en el equipo del Miño. No obstante, a su salida, el crecido en el Rímac volvió a perder piso y jamás lo recuperó con el técnico César Peixoto.

Castillo Molina es conocido por su solidez defensiva y visión de juego. Inició su carrera profesional en Sporting Cristal, club con el que debutó en 2020 y rápidamente se ganó un lugar como titular gracias a su capacidad para recuperar balones y distribuir con criterio.

Con los celestes, ganó títulos nacionales y disputó torneos internacionales, lo que le permitió consolidarse como una de las promesas del fútbol peruano. En 2023, dio el salto al fútbol internacional fichando por el Gil Vicente de la categoría principal de Portugal, donde continuó su crecimiento deportivo.

Su rendimiento llamó la atención de Jorge Fossati, quien lo convocó a la selección peruana para disputar sus primeros partidos con la Blanquirroja el año pasado. Su debut marcó un hito importante en su carrera y confirmó su proyección como un jugador clave en el futuro del mediocampo andino.