Irven Ávila sigue en pie de lucha: el Cholito habla en la cancha con vigencia en Sporting Cristal

La insistencia por dejar a Irven Ávila a un lado en Sporting Cristal es un ejercicio normal y habitual entre sus hinchas. Debe entenderse como una señal de hartazgo o un reclamo ante la Dirección Deportiva por la renuencia de ir al mercado de fichajes para traer a un delantero revitalizado que pueda dar lucha al goleador Martín Cauteruccio. En cualquier caso, no es ningún secreto que el delantero peruano, hasta el día de hoy, genera una especie de resistencia en el Rímac.

Lejos de contrariarse, Ávila hace caso omiso a las críticas —ya sean argumentadas o infundadas— mira hacia los lados como si con él no fuera la cosa y se pone a disposición del cuerpo técnico del entrenador Guillermo Farré para cualquier circunstancia. Convencido de su capacidad, se sabe utilitario, aunque desde alguna plataforma digan lo contrario, y entiende que su rol, actualmente, es secundario a la espera de una decisión del banquillo.

Poco más de 30 minutos, en el mejor de los casos, es el tiempo que le concede Farré, en el inicio del periodo 2025 de la Liga 1, para que pueda demostrar sus galones. Al momento de saltar desde la zona de los relevos hacia el gramado demuestra que su olfato goleador sigue presente. Así ha quedado plasmado al momento que le anotó a Sport Huancayo, en La Incontrastable, luego de un servicio clave de Santiago González para darle al triunfo a los suyos en una plaza complicada de la que no es fácil asaltar unidades y más siendo un club capitalino.

Esta temporada puede marcar un hito para Irven Ávila, porque está demasiado cerca de desplazar al icónico Julinho, ídolo brasileño del Rímac, de la cuarta plaza de goleadores históricos de Cristal. Con la diana firmada sobre el Rojo Matador, el Cholito llegó a los 130 gritos, quedando a ocho del eterno ’11′ toda vez que lleva 11 cursos ininterrumpidos goleando con los rimenses. Y si mantiene el pulso goleador en el 2025, puede dejar atrás al trascendental Luis Alberto Bonnet, cuyo registro goleador quedó en 139 anotaciones.

“De hecho que sí, de hecho que siempre marcar historia con el club es emocionante para mí. Cristal es una institución que quiero mucho, que amo. Quiero mucho a la hinchada, que me hace sentir el cariño siempre a cada escenario que voy. Así es que mi único trabajo es retribuir todo ese cariño con esfuerzo y si es que con goles, mucho mejor”, declaró lleno de alegría Ávila.

Hace no mucho, Irven Beybe, natural de la ciudad de Huánuco, cumplió los 400 partidos profesionales defendiendo la camiseta de Sporting Cristal. Anteriormente era utilizado como un delantero inamovible en los esquemas, pero el paso de los años lo ha relegado a ser un actor secundario.

Aun así ha sabido responder ante las dificultades. En la pretemporada última celebró contra la Universidad Católica (CHI) y ahora sigue exhibiendo su vigencia con la que le da la contra a sus detractores. Con esa plenitud y con el amor que predica, Ávila sigue en pie de lucha en La Florida.