¿Quiénes no deben comer atún?

Aunque el atún ofrece proteínas, omega-3, y otros nutrientes beneficiosos, hay sectores de la población para los cuales este pescado no es recomendable

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Debido al riesgo de exposición
Debido al riesgo de exposición a mercurio, no se recomienda el consumo de atún en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es común que se recomiende incorporar pescado en la dieta porque es una fuente saludable de proteínas de alto valor biológico, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales como el omega-3. En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) destaca que consumir pescado reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y además aporta nutrientes clave para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento del cuerpo.

Asimismo, el Seguro Social de Salud (EsSalud) señala que un consumo regular de pescado protege el corazón, mejora la salud del sistema circulatorio y nervioso, y ayuda a prevenir enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. Dentro de esos pescados saludables, el atún suele figurar como opción de carne azul rica en omega-3. Sin embargo, aunque muchos se benefician de su consumo, hay sectores de la población para los cuales el atún no es recomendable o debe consumirse con cuidado.

¿Quiénes no deben comer atún?

  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y quienes planean un embarazo: debido al riesgo de exposición a mercurio (un metal pesado que se acumula en ciertos pescados) muchos expertos aconsejan restringir o evitar el atún en estos casos.
  • Niños pequeños e infantes: por vulnerabilidad al mercurio y al desarrollo neurológico en curso, lo más seguro es limitar su consumo de pescados con alto contenido de este metal.
  • Personas con problemas renales, hepáticos u otras condiciones de salud específicas: aunque el atún tiene ventajas nutricionales, la acumulación de contaminantes como mercurio puede agravar condiciones crónicas.
  • Personas con alergia al pescado o sensibilidades alimentarias: quienes han tenido reacciones adversas al consumir pescado deben evitar el atún.
  • Personas que consumen atún a diario o en exceso: incluso en adultos sanos, un consumo frecuente de atún (especialmente variedades con mayores niveles de mercurio) puede resultar riesgoso.

Cómo el atún puede afectar la salud

El mercurio es un metal
El mercurio es un metal pesado que se acumula en los peces depredadores de cadena alta como el atún (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque el atún ofrece proteínas, omega-3, y otros nutrientes beneficiosos, su consumo trae ciertas advertencias, sobre todo si no se tiene cuidado con la cantidad, la frecuencia y el tipo de atún.

Un riesgo importante es la exposición al mercurio, un metal pesado que se acumula en los peces depredadores de cadena alta como el atún. Cuando se acumula en el cuerpo, el mercurio puede afectar el sistema nervioso: alteraciones en la memoria, en la función cognitiva, y problemas neurológicos en el desarrollo cuando el consumo se produce durante el embarazo. Además, existe evidencia de que altos niveles de mercurio podrían relacionarse con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por esta razón, muchas guías de salud sugieren consumir pescado, incluido el atún, con moderación: por ejemplo, 2 a 3 porciones de pescado a la semana. En particular, si se elige atún, conviene preferir las variedades con menor contenido de mercurio (cuando sea posible) y alternar con pescados más seguros.

La reacción alérgica al atún
La reacción alérgica al atún se produce por las proteínas presentes en el pescado (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro posible efecto adverso: para quienes tienen alergias o intolerancias al pescado, consumir atún puede desencadenar reacciones alérgicas. Estas suelen manifestarse como urticarias, problemas digestivos, inflamación o incluso reacciones más graves, por lo que debe evitarse completamente en esos casos.

Alergia al atún

La alergia al pescado, y en particular al atún, es una condición a tener en cuenta: quienes la padecen deben evitar consumirlo por completo, ya que incluso pequeñas cantidades pueden desencadenar síntomas adversos. Entre los síntomas más comunes: urticaria, hinchazón, problemas digestivos, dificultad para respirar o reacciones alérgicas severas. Esta es una razón clara por la que no todas las personas pueden beneficiarse del consumo de atún, aunque se trate de un pescado recomendado para muchos.

Además, cuando existe alergia, no basta con cocinar o procesar el atún: la reacción alérgica se produce por las proteínas presentes en el pescado, las cuales no desaparecen con el calor. Por eso, la alternativa más segura es sustituirlo por otros alimentos ricos en proteínas y omega-3, o pescados con menor riesgo de desencadenar alergias.