No es posible la acción climática sin la participación de los pueblos indígenas y el financiamiento directo

Es urgente que los fondos lleguen a quienes realmente defendemos y conservamos los bosques y los recursos de la biodiversidad, respetando nuestra gobernanza, garantizando la participación equitativa y buscando alianzas basadas en confianza y corresponsabilidad

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Entre el 10 y el 21 de noviembre, se realizó la 30° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en territorio amazónico: Belém, estado de Pará, Brasil.

La participación y el protagonismo indígena como actores fundamentales en la lucha contra la crisis climática fue el eje central de la Agenda Climática que la delegación de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) presentó en la COP30.

Los pueblos indígenas alzamos nuestras voces para señalar que no es posible la acción climática sin la participación de los pueblos indígenas que habitamos en los territorios: nosotros aportamos a la mitigación y adaptación al cambio climático.

Por ello, las comunidades indígenas deben tener acceso directo, autónomo y simplificado al financiamiento climático para implementar iniciativas y proyectos propios. Los fondos deben llegar a quienes realmente defendemos los bosques y territorios, respetando nuestra gobernanza, garantizando la participación equitativa y buscando alianzas basadas en confianza y corresponsabilidad.

En la COP30, presentamos el Programa REDD+ Jurisdiccional Indígena como una iniciativa de mitigación y adaptación climática en territorios con grandes extensiones de bosques y baja deforestación, con respeto de nuestros derechos. Además, propuestas relacionadas con justicia climática, restauración ecológica, protección de pueblos indígenas en aislamiento, defensores indígenas, autonomías, adaptación y liderazgo de las mujeres, entre otras.

Por otro lado, el Ministerio del Ambiente del Perú presentó el Paquete País en el marco de la Alianza de Líderes Forestales y Climáticos (FCLP, por sus siglas en inglés), que busca movilizar a la cooperación técnica y financiera internacional por $140 millones para impulsar la conservación de los bosques amazónicos, el fortalecimiento de la gobernanza, la titulación de territorios y el desarrollo de las comunidades. Y como respuesta a esto, los pueblos indígenas planteamos una propuesta específica para situarnos en el centro de la implementación de acciones concretas para la gestión y la conservación de los territorios.

En líneas generales, la realización de la COP30 implicó varios retos logísticos, que se vieron reflejados en el desorden inicial de los espacios y provocaron hechos insólitos como el incendio en la zona de pabellones.

Entre los aspectos positivos, destacamos el compromiso de aumentar el financiamiento para adaptación, agregados puntuales sobre la transición energética y la salida de los combustibles fósiles, el reconocimiento de los territorios de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI), y la incorporación de una mención de los derechos territoriales en el Mutirão Global de la COP30: Uniendo a la humanidad en una movilización global contra el cambio climático.

Además, se logró el compromiso de asignar al menos un 20% del Fondo Bosques Tropicales por Siempre (TFFF) para los pueblos indígenas. Si bien es algo positivo, resulta insuficiente porque nosotros gestionamos más del 60% del total de los bosques tropicales del mundo. Ahora, para asegurar el éxito de este fondo, será necesaria la ejecución directa y el desarrollo de capacidades administrativas.

En la COP30 se perdió la oportunidad histórica de poner a los pueblos indígenas y la protección de los bosques amazónicos en el centro del debate global. Esto se refleja también en la falta de involucramiento como actores claves en las negociaciones.

La crisis climática demanda escuchar y reconocer a quienes protegemos la Amazonía desde los territorios. Los pueblos indígenas seguiremos exigiendo que los Estados y la comunidad internacional asuman su responsabilidad y trabajen junto a nosotros desde el respeto, la equidad y el reconocimiento pleno de nuestros derechos. Solo así podemos ganar algo del terreno perdido durante tantos años de lucha contra la crisis más grave que sufre el planeta.