Multa millonaria a Glencore - Antapaccay: OEFA confirma contaminación que compromete a comunidades quechuas

El organismo fiscalizador impuso una sanción de S/ 5,57 millones tras verificar daños por material particulado en Alto Huarca. La empresa rechazó los hallazgos, presentó apelación y el expediente será revisado en segunda instancia

Guardar
Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) impuso una multa de S/ 5,57 millones a la minera de cobre Antapaccay, operada por Glencore, tras confirmar que la empresa no aplicó medidas para reducir el impacto del material particulado sobre la flora y fauna de la comunidad de Alto Huarca, en Espinar (Cusco). La sanción se basa en monitoreos realizados entre 2022 y 2023, que identificaron afectaciones vinculadas al polvo generado por operaciones en el Tajo Sur.

Los hallazgos fueron incorporados en un reciente informe de Oxfam, que detalla la situación ambiental en zonas quechuas de Espinar y recoge los estudios del OEFA, mientras la compañía cuestiona la metodología utilizada por el organismo fiscalizador. Glencore niega contaminación en la zona y sostiene que cumplió con sus permisos ambientales, aunque la sanción aún debe ser revisada por el Tribunal de Fiscalización Ambiental en segunda instancia.

Daños ambientales, riesgos en la salud y falta de estudios actualizados

Foto: Minam / OEFA
Foto: Minam / OEFA

De acuerdo con el OEFA, las partículas emitidas por las operaciones de Antapaccay pueden afectar la calidad del aire, el suelo y la vegetación de Espinar. Los reportes técnicos señalan que, pese a la evidencia de afectación ambiental, no se han incluido análisis específicos sobre posibles impactos en la salud humana y en animales domésticos. Esta ausencia de evaluaciones preocupa a especialistas, considerando que en años anteriores se detectaron niveles elevados de metales pesados en la población.

Entre 2010 y 2013, el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente para la Salud (Censopas) identificó presencia de plomo, arsénico y cadmio en muestras de sangre y orina tomadas a habitantes de Espinar. Desde entonces, no se han publicado nuevos estudios oficiales que permitan conocer la evolución de la exposición a estos elementos. Para Alfonso Apesteguia Infantes, exdirector del Centro de Información y Control Toxicológico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, es necesario realizar tamizajes de sangre y orina “sin retrasos” para determinar acumulaciones de minerales en el organismo.

Los indicadores epidemiológicos también muestran variaciones. En la provincia de Espinar, los casos de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) se duplicaron entre 2020 y 2024, pasando de 276 a 644 registros, según datos del Centro Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud. Solo hasta mayo de este año ya se habían reportado 486 episodios. Además, un análisis de la Red de Salud Canas Canchis Espinar reveló que la mortalidad asociada a insuficiencia renal en 2022-2023 fue el doble que en el periodo 2020-2021.

Los especialistas consultados coinciden en que la exposición prolongada a metales pesados, como el cobre o el zinc, puede generar síntomas como dolores de cabeza, anemia, vómitos, diarreas o afectaciones renales. En algunos casos, incluso se han registrado cambios en el color del cabello por acumulación excesiva de minerales. Sin estudios recientes y focalizados, no es posible determinar con precisión el nivel actual de riesgo para las comunidades.

Revisión independiente de experto suizo confirma la solidez de los informes del OEFA

Seis estudios del organismo del
Seis estudios del organismo del Ministerio del Ambiente vinculan la contaminación a las operaciones de Antapaccay, en Espinar, Cusco | Cooperación/Composición Infobae

La validez técnica de los informes del OEFA fue evaluada recientemente por el profesor Bernhard Wehrli, especialista en química acuática e investigador emérito de la ETH de Zúrich, una de las universidades más reconocidas del mundo en ciencias ambientales. El académico revisó los documentos 00095 y 00144, que detallan la contaminación de aguas superficiales y subterráneas en Espinar, y determinó que los análisis del organismo peruano cumplen con estándares científicos nacionales e internacionales.

De acuerdo con su evaluación, el trabajo del OEFA se apoyó en un modelo ambiental claro y en un conjunto amplio de estaciones de muestreo, procedimientos de campo documentados y métodos analíticos reproducibles. Wehrli destacó que la combinación de datos hidrológicos, monitoreo de pozos y análisis geoquímicos permitió establecer relaciones de causa-efecto entre las operaciones de Antapaccay y la presencia de contaminantes asociados a actividad minera en el entorno. Para el experto, la información recopilada es suficiente para responder “con un claro sí” a la pregunta sobre la existencia de vínculo entre la actividad extractiva y la calidad del agua.

El profesor también resaltó que el OEFA produjo una de las evaluaciones más exhaustivas que ha revisado en su trayectoria de más de 40 años estudiando la calidad del agua en diversos continentes. Sin embargo, recomendó que se realice una actualización urgente de los estudios sobre impacto en la salud y que se refuercen las prácticas de gestión de residuos y tratamiento de aguas en las operaciones mineras para adecuarse plenamente a estándares internacionales.