Saab defiende la venta de Gripen a Perú, ¿por qué se denominan la mejor opción y cuál es su necesidad en tiempos de inseguridad ciudadana?

En diálogo con Infobae Perú, Andrés Vélez, director adjunto de Gripen Perú de Saab, destacó la propuesta sueca frente a sus competidores globales, profundizando en el programa de offset industrial anunciado y su justificación en un contexto marcado por la criminalidad

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Andrés Vélez, director adjunto de Gripen Perú de Saab.

La adquisición de nuevos cazas de combate figura como una prioridad para el actual Gobierno de Perú, que busca reemplazar una flota considerada obsoleta. La decisión, avalada por el Congreso con una asignación de financiamiento de hasta US$3.500 millones para 24 aeronaves, polarizó el debate entre quienes defienden la renovación y quienes cuestionan la pertinencia de un gasto de esta magnitud en un contexto donde la inseguridad y la violencia siguen marcando la agenda social.

Actualmente, tres competidores globales mantienen intensas gestiones para adjudicarse el contrato: el F-16 Block 70 de Estados Unidos, el Rafale F4 de Francia y el Gripen E/F de Suecia. Mientras EE.UU. y Francia anunciaron mejoras en sus propuestas comerciales y tecnológicas, Saab comunicó oficialmente al Ejecutivo peruano que, con los fondos aprobados, es posible la entrega de 25 unidades de Gripen E/F y, adicionalmente, se incluiría un programa de “offset” de alto impacto industrial y social.

En diálogo con Infobae Perú, Andrés Vélez, director adjunto de Gripen Perú de Saab, denominó el modelo Gripen como “la opción más costo-eficiente que hay en el mercado”. Insistió que el modelo planteado presenta ventajas económicas críticas frente a sus competidores. Explicó que el Gripen tiene un bajo costo de adquisición y de operación a lo largo de toda su vida útil, además que como aspecto técnico determinante tiene la capacidad de “aterrizar en pistas no preparadas”, lo que reduce de forma significativa la inversión pública en infraestructura tradicionalmente necesaria para la operación de cazas de combate.

Andrés Vélez, director adjunto de Gripen Perú de Saab.

Respecto al programa de “offset”, es decir, compensaciones de cooperación industrial que acompañarían el contrato, el vocero manifestó que el plan tiene dos vertientes: Offset directo, como fabricación de partes aeroespaciales y drones en Perú, y offset indirecto, que contempla alianzas industriales con otras empresas del grupo Waerlenberg instaladas en el país, tales como ABB y AstraZeneca.

“Cada Estado determina cuáles son sus necesidades y cuáles son las áreas de cooperación en materia de offset, de compensación industrial. En el caso de nosotros, tenemos gran experiencia en el sector aeroespacial, en desarrollo de drones, también podremos trabajar en partes que se pudieran manufacturar acá en el Perú. [...] Nosotros estamos en constante diálogo para ver cómo podemos ofrecer proyectos de cooperación industrial para cada país”, agregó.

Detalló que la compañía ya se encuentra en conversaciones con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) para identificar potenciales socios peruanos que puedan integrarse en el proceso de manufactura o en otras líneas tecnológicas. “Estamos haciendo el proceso de due diligence sobre posibles empresas peruanas que puedan ser incluidas en la cadena de valor”, sostuvo.

Aseguró que el paquete prevé también capacitaciones en habilidades técnicas y en el idioma inglés, coordinadas con entidades internacionales como el British Council. Esto, según Saab, “fortalecería la base industrial y tecnológica de la defensa peruana” y podría generar nuevas capacidades laborales y tecnológicas en el país.

Andrés Vélez, director adjunto de
Andrés Vélez, director adjunto de Gripen Perú - CADE 2025 (Infobae / Paula Elizalde)

Consultado sobre la dependencia logística, dado que la ensambladora del Gripen para América Latina se ubica en Sao Paulo, Brasil, Vélez destacó que “el contrato sería exclusivamente entre Perú y Saab Suecia o el Estado sueco”, recalcando que cada cliente decide dónde realizar el mantenimiento y de cuál línea de ensamblaje se recibirá el equipamiento.

“Cada cliente decide qué relación quiere tener con otros países, dónde quiere hacer el mantenimiento, cómo sería la línea de producción. O sea, son cosas que se llegan a acuerdos ya durante la negociación. Es cierto que nosotros tenemos una línea de ensamblaje en Brasil, pero es el cliente el que decide durante las negociaciones si van a recibir aviones de una línea sueca, una línea brasileña o una mezcla de las dos”, expresó.

Ante las críticas relativas al contexto fiscal y a la ola de inseguridad ciudadana, Saab confrontó la crítica social. Para Vélez, “es una decisión existencial de si un país quiere o no tener una fuerza aérea, y tenerla requiere una superioridad aérea”, especialmente en un momento donde la soberanía y el control del espacio aéreo son asuntos ineludibles.

“El Estado peruano ha manifestado públicamente que sus aviones no están en buenas condiciones y que a eso se debe la necesidad de hacer ese reemplazo. Creo que es muy importante para un país soberano tener cómo salvaguardar su espacio aéreo, incluso internamente para eventos internacionales, cuando hay presidentes extranjeros que están llegando”, concluyó.