Día Mundial de Prevención del ACV: quiénes tienen más riesgo de tener un accidente cerebrovascular

El accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del cerebro se interrumpe o se reduce

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El ACV también es conocido
El ACV también es conocido como ictus o derrame cerebral (Cortesía)

Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de Prevención del Accidente Cerebrovascular (ACV), una fecha que busca crear conciencia sobre una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. Según el Ministerio de Salud (Minsa), las enfermedades cardiovasculares representan una de las primeras causas de mortalidad en el Perú, y el ACV (también conocido como ictus o derrame cerebral) es uno de los eventos más graves dentro de este grupo. De acuerdo con el Seguro Social de Salud (EsSalud), cada año se registran más de 17 mil casos nuevos de ACV en el país, y se estima que uno de cada tres pacientes queda con secuelas motoras o cognitivas importantes.

El accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que las células cerebrales reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para funcionar. Existen dos tipos principales: el ACV isquémico, que representa alrededor del 80 % de los casos y se produce por una obstrucción en los vasos sanguíneos, y el ACV hemorrágico, causado por la rotura de un vaso cerebral y el consecuente sangrado.

¿Quiénes tienen más riesgo de tener un accidente cerebrovascular?

El riesgo de sufrir un ACV aumenta con la edad, pero no se limita solo a las personas mayores. Según el Minsa, cada vez hay más casos en adultos jóvenes debido a factores de riesgo modificables como el sedentarismo, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y la mala alimentación.

Las personas con hipertensión arterial son las más propensas, ya que la presión alta debilita las paredes de los vasos sanguíneos y facilita su ruptura o bloqueo. También tienen mayor riesgo quienes padecen diabetes mellitus, colesterol elevado, fibrilación auricular o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.

El dolor de cabeza intenso
El dolor de cabeza intenso y repentino es un síntoma del accidente cerebrovascular (Oficina para la Salud de la Mujer)

El riesgo también es más alto en mujeres mayores de 55 años, especialmente después de la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógenos, hormona que protege el sistema vascular. Además, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales o el embarazo en mujeres con preeclampsia pueden aumentar la probabilidad de un evento cerebrovascular.

Otros factores que influyen son el estrés crónico, la falta de sueño, la ingesta alta de sal y el sobrepeso abdominal. Según EsSalud, controlar estos factores puede reducir hasta en un 80 % el riesgo de sufrir un ACV.

Síntomas del ACV

Reconocer los síntomas de un accidente cerebrovascular a tiempo puede salvar vidas. El Minsa recomienda recordar la regla FAST (por sus siglas en inglés), que ayuda a identificar rápidamente una emergencia:

  • F (Face - Cara): el rostro se ve caído o asimétrico.
  • A (Arms - Brazos): la persona no puede levantar uno de los brazos.
  • S (Speech - Habla): el habla es confusa o ininteligible.
  • T (Time - Tiempo): actuar de inmediato y llamar a los servicios de emergencia.
Mantener una presión arterial controlada
Mantener una presión arterial controlada sirve para prevenir el ACV (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otros signos incluyen dolor de cabeza intenso y repentino, pérdida de visión en uno o ambos ojos, mareo, pérdida del equilibrio o confusión mental. Cuanto más rápido se reciba atención médica (idealmente dentro de las primeras tres horas), mayores serán las posibilidades de recuperación y menores las secuelas.

Cómo prevenir el ACV

La prevención del accidente cerebrovascular comienza con hábitos saludables. Mantener una presión arterial controlada, realizar actividad física regular (al menos 150 minutos semanales), reducir el consumo de sal y mantener una alimentación balanceada rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras son medidas clave.

Evitar el tabaco y el exceso de alcohol también es fundamental, ya que ambos dañan las arterias y aumentan la posibilidad de coágulos o hemorragias. Dormir entre 7 y 8 horas diarias, controlar el estrés y realizar chequeos médicos anuales para monitorear los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial son estrategias efectivas para cuidar la salud cerebral.

El Minsa y EsSalud recomiendan además prestar atención a cualquier signo de advertencia y acudir a los servicios de emergencia ante los primeros síntomas. La detección temprana, junto con un estilo de vida saludable, puede marcar la diferencia entre una recuperación total o una discapacidad permanente.