Congresista Lucinda Vásquez se victimiza tras escándalo de pedicura en el Congreso: acusa manipulación mediática y venganza

Tras la difusión de imágenes en las que uno de sus trabajadores le realiza una pedicura durante el horario laboral, Vásquez defendió su gestión, calificó los señalamientos como falsos y aseguró que se trata de un ataque dirigido por exempleados

Guardar
Piden desafuero de congresista Lucinda Vásquez | América TV

La congresista Lucinda Vásquez se convirtió nuevamente en el centro de atención mediática luego de que el programa dominical Cuarto Poder difundiera imágenes que la muestran recibiendo una pedicura realizada por uno de sus colaboradores dentro de su despacho. Las fotografías, captadas durante horas laborales, generaron cuestionamientos sobre el uso del personal parlamentario para cumplir tareas de índole personal y despertaron críticas en redes sociales y medios de comunicación.

El reportaje también señaló que otro de sus trabajadores acudió a la vivienda de la legisladora para cumplir tareas domésticas, como la preparación de su desayuno y la organización de alimentos, también durante horario laboral. La exposición de estas imágenes provocó un debate sobre los límites del trabajo parlamentario y el uso de personal bajo el régimen del Congreso.

Respuesta de Lucinda Vásquez

Comunicado de congresista Lucinda Vasquez.
Comunicado de congresista Lucinda Vasquez.

En respuesta, Lucinda Vásquez emitió un comunicado en el que calificó la información como “falsa” y aseguró que busca manipular la percepción pública sobre su gestión. La congresista defendió su conducta, señalando que las imágenes fueron sacadas de contexto y que los trabajadores nunca fueron obligados a cumplir con estas tareas. Destacó que los señalamientos forman parte de un ataque orquestado por exempleados que, según ella, pretendían beneficiarse políticamente a costa de su imagen.

Vásquez ratificó su compromiso con la ética y la transparencia, afirmando que siempre ha respetado la dignidad de quienes laboran en su despacho. En el comunicado insistió en que la difusión de las imágenes constituye un intento de generar confusión y alarma en la ciudadanía, describiendo la situación como una acción de “venganza” y “manipulación mediática” que busca desprestigiarla ante el público.

El reportaje

Las fotografías difundidas por Cuarto Poder muestran con detalle cómo Edwar Rengifo, familiar de la congresista, le cortaba las uñas mientras ella utilizaba su teléfono móvil en el despacho 103 del edificio Juan Santos Atahualpa. La escena despertó reacciones inmediatas, en especial por el horario laboral en que se desarrollaba la actividad, lo que generó cuestionamientos sobre la ética en la utilización del personal parlamentario para fines personales.

El mismo reportaje documentó que Willer Sajami, asesor II del despacho, acudió en varias ocasiones a la residencia de la legisladora para preparar alimentos y cumplir otras tareas domésticas durante días de trabajo. Las imágenes fueron captadas entre noviembre de 2022 y enero de 2023, lo que evidencia que estas prácticas no fueron casos aislados. La exposición de los hechos abrió un debate sobre los límites del trabajo en las oficinas parlamentarias y la supervisión de las labores de los empleados.

El reportaje también incluyó declaraciones de personas cercanas al despacho que confirmaron la realización de tareas personales por parte de los trabajadores en horario laboral. Estas fuentes indicaron que las acciones eran realizadas con regularidad, generando cuestionamientos sobre la gestión de la congresista y el uso de recursos del Estado. El material audiovisual mostró con claridad la dinámica de las actividades y la relación entre la legisladora y su personal, lo que intensificó la polémica.

Reacciones de los políticos ante el escándalo

Fernando Rospigliosi califica de repudiable actitud de Lucinda Vásquez | Canal N

El presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi, calificó los hechos como “repudiables” y pidió a la Comisión de Ética que evalúe sanciones contra la legisladora. Otros congresistas de diversas bancadas también manifestaron su desaprobación, señalando que el uso de personal parlamentario para tareas personales constituye un acto inapropiado y afecta la imagen del Parlamento.

Varios analistas políticos coincidieron en que la situación pone en evidencia la necesidad de supervisar de manera más estricta la gestión de los despachos legislativos.