El guardián de la sabiduría de la ciudad más antigua de América: la historia de Dino Agurto y su vida en Caral

Infobae Perú llegó a la zona sagrada de Caral, Patrimonio Mundial y cuna de una civilización pacífica, para conversar con Dino Agurto, quien ha hecho de este sitio su escuela y su hogar

Guardar
Caral, 31 años después: la historia de Dino Agurto, el guía que convirtió la ciudad sagrada en su vida. (Infobae: Jazmine Angulo)

En el valle del Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima, el viento sopla distinto. No solo por el silencio que envuelve las pirámides de piedra y las plazas circulares, sino por el eco de una historia que comenzó hace más de cinco mil años. Caral, reconocida como la ciudad más antigua de América, cumple 31 años desde su hallazgo arqueológico moderno, un aniversario que no solo celebra el descubrimiento científico, sino también la preservación de una memoria que resiste al paso del tiempo.

Entre quienes han hecho de este sitio su vida, destaca un nombre que los visitantes escuchan apenas cruzan el ingreso al sitio arqueológico: Dino Agurto, guía turístico y formador de nuevos intérpretes culturales. Nació en Piura, pero lleva más de cuatro décadas viviendo en el pueblo de Caral. Su vínculo con la ciudad sagrada comenzó hace más de un cuarto de siglo, cuando apenas se iniciaban las primeras excavaciones del proyecto dirigido por la arqueóloga Ruth Shady. Desde entonces, su voz acompaña el relato que conecta el pasado remoto con los visitantes del presente.

“Yo aquí en Caral ya tengo trabajando 26 años”, cuenta con orgullo Agurto para Infobae Perú, quien arrancó su labor como auxiliar en el área de excavación. “Fui promovido como técnico laboral de investigación. Posteriormente, también fui apoyo en el área de provisión social con relaciones comunitarias. Después pasé a ser guía oficial de la institución. Ahora trabajo en la zona de recepción como coordinador y soy el maestro en gestión turística, el que prepara a los nuevos talleres de guías que necesita la institución”.

Sus palabras retratan la otra cara del patrimonio: la humana. Caral no solo es piedra, historia y misterio, sino también comunidad y compromiso.

La civilización que cambió la historia de América

El equipo de investigación ha
El equipo de investigación ha sido atacado y continúa trabajando bajo la presión de estas amenazas. Uno de los subdirectores fue agredido y tuvo que tomar licencia. (Composición: Infobae/ Jazmine Angulo / Andina)

El hallazgo de Caral, realizado en 1994 por el equipo de la arqueóloga Ruth Shady Solís, marcó un antes y un después en la historia del Perú antiguo. Hasta ese momento, se consideraba que la cultura Chavín era la más antigua de los Andes; sin embargo, las dataciones radiocarbónicas obtenidas en Caral revelaron una antigüedad aproximada de 5000 años.

Esto la colocó en la misma línea temporal que las civilizaciones fundacionales del mundo antiguo, como Egipto, Mesopotamia o China. A diferencia de ellas, Caral se desarrolló de manera independiente, sin intercambios externos, convirtiéndose en el primer foco civilizatorio del continente americano.

Sus pirámides escalonadas, las plazas circulares hundidas y las redes sociales y económicas que unieron a los valles del Supe, Pativilca y Fortaleza, dan cuenta de un sistema político y religioso organizado. Según los estudios arqueológicos, esta civilización se expandió entre el 3500 y el 1800 a.C., consolidando un modelo de ciudad planificada y un gobierno capaz de coordinar labores agrícolas, rituales y de intercambio.

Los arqueólogos también identificaron en Caral una sociedad que valoró la música, el arte y la astronomía. Se hallaron flautas elaboradas con huesos de aves, figuras humanas moldeadas en arcilla y restos de instrumentos utilizados en ceremonias. El algodón, cultivado en los valles y transformado en fibras para redes de pesca y textiles, fue una de las bases económicas del sistema productivo.

Pero más allá de la monumentalidad, lo que sorprende es la filosofía que sustentaba su convivencia. No hay evidencia de guerras ni de armas. En cambio, sí hay vestigios de intercambio, planificación y equilibrio con el entorno. Esa visión es, justamente, la que inspira a quienes hoy custodian su legado.

“Cuando llegué, era muy difícil”

El guardián de la sabiduría
El guardián de la sabiduría de la ciudad más antigua de América: 26 años guiando la memoria viva de Caral. (Composición: Infobae / Jazmine Angulo)

Dino Agurto recuerda los primeros años del proyecto arqueológico como una etapa dura, marcada por la falta de recursos y las condiciones extremas del desierto. “Cuando llegué a este lugar por primera vez, era algo bastante difícil, muy complejo, porque el trabajo que realizamos en los inicios era muy fuerte. Y eso era porque recién se estaba investigando”, explica.

El calor, el aislamiento y la precariedad eran parte del día a día. Sin embargo, el entusiasmo por descubrir una historia milenaria sostenía a quienes integraban el equipo. Años después, Caral se convirtió no solo en un sitio arqueológico reconocido por la UNESCO, sino también en un espacio de aprendizaje y desarrollo para las comunidades locales.

Agurto fue testigo de esa transformación. “Nosotros, como institución, buscamos el desarrollo integral y sostenible en las poblaciones del valle”, señala. “Tenemos asociaciones de vianderas, de artesanos, de músicos, de ceramistas, de textiles, y también de OTL, que son los intérpretes culturales”.

El modelo impulsado por el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe se basa en la participación comunitaria. Los pobladores de los alrededores se integran a los talleres de capacitación y, tras un proceso de evaluación, algunos se incorporan como guías o colaboradores del sitio. “Yo los capacito y, después de tres o cuatro meses, entran a un proceso de evaluación acompañado por un representante del grupo o un arqueólogo. En la evaluación vemos la capacidad de la persona que hemos preparado, si está apta para brindar el servicio o si debe continuar preparándose”, explica Agurto.

Así, el conocimiento de Caral no se limita a los muros antiguos, sino que se transmite entre generaciones.

El guardián del conocimiento ancestral

Dino Agurto, natural de Piura,
Dino Agurto, natural de Piura, vive hace más de 40 años en el valle del Supe y lleva 26 trabajando en Caral. (Infobae Perú: Jazmine Angulo)

En las últimas dos décadas, Dino Agurto se convirtió en una figura clave dentro del proyecto. No solo orienta a los visitantes, sino que también forma a los futuros intérpretes culturales que sostendrán el relato del sitio en los años venideros. Su papel como coordinador en la zona de recepción le permite articular la logística con el discurso histórico, garantizando que la experiencia de cada visitante combine rigor científico con sensibilidad cultural.

“Queremos que Caral sea conocido por los 30 y tantos millones de peruanos, pero también queremos que lo conozca el mundo”, expresa con convicción. “Ese es nuestro objetivo”.

Su mensaje no es una frase institucional. Es una invitación sincera, nacida de quien ha visto cómo un terreno árido se transformó en un centro de investigación, conservación y orgullo nacional. Dino Agurto no se considera un protagonista, pero su trabajo refleja el espíritu de quienes mantienen viva la historia.

Desde su llegada al valle, más de cuarenta años atrás, ha visto crecer al pueblo de Caral, la carretera, el flujo turístico y la conciencia sobre el valor del patrimonio. Cada año, miles de personas recorren las seis pirámides principales del sitio, las plazas hundidas y las estructuras ceremoniales donde alguna vez resonaron los cantos de una civilización pacífica y avanzada.

La historia que aún enseña

Caral, 31 años después: la historia de Dino Agurto, el guía que convirtió la ciudad sagrada en su vida: (Infobae Perú: Jazmine Angulo)

La ciudad sagrada de Caral abarca 66 hectáreas y forma parte de un conjunto de 25 asentamientos ubicados a lo largo del valle del Supe. Su arquitectura revela un dominio de la ingeniería que sorprende incluso hoy. Los antiguos constructores usaron shicras, bolsas tejidas con fibras vegetales rellenas de piedras, para reforzar los muros y protegerlos frente a los sismos, una técnica que los ingenieros modernos siguen estudiando por su eficacia antisísmica.

El diseño urbano muestra una jerarquía social y política avanzada. Las pirámides —como la del Anfiteatro o la Mayor— estaban dedicadas a rituales religiosos y actos comunitarios. A su alrededor, las viviendas se distribuían en sectores diferenciados, lo que sugiere una organización compleja y planificada.

Las investigaciones arqueológicas continúan revelando aspectos de su vida cotidiana: restos de alimentos marinos y agrícolas, instrumentos de viento, textiles, y objetos de intercambio con comunidades de la sierra y la selva. Todo indica que Caral fue un centro articulador que conectó distintas regiones, consolidando una red cultural mucho más amplia de lo que se pensaba.

Para Agurto, el aprendizaje no se detiene. Cada excavación, cada hallazgo, amplía la historia que cuenta a los visitantes. “Caral es una nueva historia que ha insertado una nueva página en nuestra historia”, dice. “Y si estamos cerca de Lima, sí o sí tenemos que conocer”.

Una invitación desde el pasado

El aniversario número 31 del descubrimiento de Caral no solo conmemora un logro arqueológico. Representa la continuidad de una tarea colectiva que une ciencia, cultura y educación. En ese esfuerzo, la figura de Dino Agurto simboliza el puente entre la antigüedad y el presente: un guía que enseña, forma y protege.

“Desde la ciudad más antigua de América se hace la invitación extensiva para que vengan a conocer parte de esta nueva cultura”, expresa. “Nosotros como trabajadores de esta institución estamos comprometidos con este lugar”.

En sus palabras se resume el espíritu que anima a Caral tres milenios después de su apogeo: la certeza de que conocer el pasado no es un acto de nostalgia, sino una manera de fortalecer la identidad.

Cada paso por sus senderos polvorientos, cada piedra iluminada por el sol de la tarde, recuerda que América tuvo su primer latido civilizatorio en este rincón del Perú. Y que, mientras haya voces como la de Dino Agurto, Caral seguirá contándonos su historia.

Más Noticias

El Valor de la Verdad EN VIVO: Nadeska Widausky se confiesa sin filtros y promete sacudir el sillón rojo con su historia

La modelo y bailarina peruana llega al famoso programa para revelar secretos de su vida, desde episodios dolorosos hasta su relación con el glamour y la controversia, generando gran expectativa entre los televidentes

El Valor de la Verdad

Congresista Lucinda Vásquez forzó a sus trabajadores parlamentarios a realizarle pedicura y cocinarle en horas de trabajo

Imágenes difundidas por Cuarto Poder muestran a trabajadores de la legisladora cortándole las uñas de los pies en su despacho y preparándole comida en su casa durante el horario laboral

Congresista Lucinda Vásquez forzó a

“Stray Kids” encabezan el ranking de los artistas que dominan el top 10 de K-pop en iTunes en Perú

El K-pop es un fenómeno que ha logrado abrirse camino en el mundo occidental, sobre todo tras el exitoso tema ‘Gangnam Style’ de PSY y la fama de BTS

“Stray Kids” encabezan el ranking

Dislipidemia: cómo saber si tienes niveles elevados de colesterol o triglicéridos

Es importante tener en cuenta que incluso las personas delgadas pueden tener dislipidemia si llevan una dieta poco saludable o tienen antecedentes familiares

Dislipidemia: cómo saber si tienes

Más de 200 desaparecidos con alerta de búsqueda vigente fueron enterrados en fosas comunes sin notificar a sus familias

Registros oficiales demuestran que ausencia de comunicación entre la PNP y la Morgue motivó que personas fueran sepultadas bajo códigos numéricos, pese a la constante búsqueda de sus allegados ante las autoridades

Más de 200 desaparecidos con
MÁS NOTICIAS