Generación Z: 9 de cada 10 jóvenes no confían en los líderes actuales, según estudio de la USIL

La investigación revela que el 87% de universitarios encuestados considera que la situación política del país es mala o muy mala, y más del 70% planea migrar al extranjero en busca de seguridad, educación y oportunidades laborales

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Generación Z y cultura digital:
Generación Z y cultura digital: cómo los jóvenes peruanos transforman la protesta social| Difusión

La desconfianza hacia la clase política alcanza niveles históricos entre los jóvenes limeños. De acuerdo con un reciente estudio del Grupo de Investigación de Mercados (GRIM) de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), 9 de cada 10 jóvenes universitarios consideran que los líderes del país son deshonestos o muy deshonestos, reflejando una generación desencantada con el sistema, pero cada vez más crítica e informada.

Este grupo, integrado por la Generación Z, muestra una marcada independencia electoral: el 79% afirma que la opinión de su entorno familiar o social influye poco o nada en su voto, y la mayoría toma decisiones basadas en información que consume directamente en redes. Con un panorama político percibido como “malo o muy malo” por el 87%, los jóvenes demandan cambios profundos en la forma de ejercer y comunicar el poder.

Jóvenes que no confían, pero se informan más que nunca

Cerca de 2 millones y
Cerca de 2 millones y medio de jóvenes van a votar por primera vez en elecciones 2026. Foto: Andina

El estudio, aplicado entre el 22 de septiembre y el 9 de octubre de 2025 a 375 universitarios de Lima Metropolitana, confirma que esta generación no solo ha roto con las influencias tradicionales, sino que también se informa más activamente a través de plataformas digitales.

El 88% usa redes sociales como su principal fuente de información política, consolidando su papel como el nuevo espacio de debate ciudadano. Le siguen la televisión (59%), los periódicos (25%), los blogs (22%) y la radio (9%). Según Claudio Huamán de los Heros, director del GRIM–USIL, este cambio obliga a los partidos a adaptar su comunicación a los lenguajes digitales. “Los jóvenes ya no votan por herencia o costumbre; votan por información. Esperan mensajes claros, honestos y verificables”, sostuvo el investigador.

Sin embargo, esta hiperconexión no se traduce en confianza. El 77% siente que los jóvenes no están representados en la política, y el 79% está insatisfecho con las opciones de liderazgo disponibles. Además, los encuestados ubican a la corrupción (86%) y la inseguridad ciudadana (77%) como los principales problemas del país, seguidos por la pobreza y desigualdad (43%).

Estos datos dibujan un escenario donde la crítica y el escepticismo reemplazan al entusiasmo político, pero también donde hay una búsqueda genuina de integridad y resultados.

Qué líderes quieren y por qué piensan irse del país

Generación Z en Perú cuestiona
Generación Z en Perú cuestiona la calidad y el costo de la educación superior: 44% duda de su valor. (Foto: Agencia Andina)

Pese al desencanto, los jóvenes de la Generación Z no son indiferentes: exigen líderes honestos (69.9%), preparados y con educación sólida (56.5%), además de capacidad de gestión (41.9%). En sus prioridades, pesan más la integridad y la competencia técnica que el carisma o la popularidad.

Las principales preocupaciones giran en torno a la educación (77.7%), la salud (57.4%) y la seguridad ciudadana (55.3%), áreas que asocian con una oportunidad real de progreso. No obstante, el 58.2% se declara pesimista o muy pesimista sobre el futuro del país, mientras solo un 10.9% se muestra optimista.

Ese pesimismo tiene una consecuencia directa: el 72% de los jóvenes considera migrar al extranjero, en busca de mejores oportunidades laborales (87.2%), mayor seguridad (79.5%), mejor calidad de vida (71.5%) y acceso a educación de mayor nivel (60.6%). Entre los destinos más mencionados figuran Europa (58%), Estados Unidos (24%), Asia (10%) y Latinoamérica (5%).

A pesar del descontento político, el orgullo cultural sigue siendo una constante. El 88% se siente orgulloso de la gastronomía nacional, el 56.6% de la historia y el 43.4% del arte y la cultura. En el lado opuesto, la corrupción (83.8%) y la inseguridad (77.1%) son los principales motivos de vergüenza.

Finalmente, aunque solo el 10% afirma que se involucraría activamente en política y un 32% lo haría bajo ciertas circunstancias, el estudio señala que existe una disposición latente a participar si surgen líderes o partidos capaces de representar de forma genuina los intereses juveniles. En un escenario de desconfianza generalizada, esa podría ser la clave para reconectar con una generación que no se desentiende, sino que exige —más que nunca— honestidad, resultados y transparencia.