VPH: cómo tener una microbiota vaginal sana para combatir el virus del papiloma humano

Una microbiota equilibrada puede duplicar la tasa de eliminación del VPH, reforzando su papel como aliada natural en la prevención y recuperación

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El equilibrio de la microbiota
El equilibrio de la microbiota vaginal se altera por estrés crónico, alimentación rica en azúcares, cambios hormonales, consumo de antibióticos o hábitos poco saludables (Mass médicos)

El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial y una de las principales causas del cáncer de cuello uterino. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca del 80 % de las personas sexualmente activas se contagiarán en algún momento de su vida. Aunque la mayoría logra eliminar el virus de manera natural, en ciertos casos este persiste y puede derivar en lesiones precancerígenas o incluso cáncer cervical.

En el Perú, el problema es alarmante: entre cinco y seis mujeres mueren cada día por cánceres asociados al VPH, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). Frente a este panorama, los especialistas destacan la relevancia de un factor biológico poco conocido pero crucial para la defensa del organismo: la microbiota vaginal, un ecosistema de microorganismos que desempeña un papel fundamental en la prevención y eliminación del virus.

La microbiota vaginal: una defensa natural contra el VPH

Diversas investigaciones, como la realizada por la Universidad Católica San Antonio de Murcia, han evidenciado que una microbiota equilibrada puede duplicar la tasa de eliminación del Virus del Papiloma Humano, reforzando su función como aliada natural en la salud femenina.

La microbiota vaginal está compuesta principalmente por bacterias beneficiosas del género Lactobacillus, entre ellas el Lactobacillus crispatus, que ayuda a mantener el pH vaginal en niveles ácidos, produciendo ácido láctico, peróxido de hidrógeno y citotoxinas que impiden el crecimiento de microorganismos dañinos.

El VPH puede derivar en
El VPH puede derivar en lesiones precancerígenas o incluso cáncer cervical (Freepik)

El Dr. Cristian Hidalgo, experto en microbiota vaginal y CEO de ILAGINE, explica: “Hoy sabemos que una microbiota equilibrada no solo protege frente a infecciones comunes, sino que también ayuda a reducir la persistencia del VPH en el organismo. Es decir, actúa como una aliada natural en la defensa de la salud femenina”.

Sin embargo, cuando este equilibrio se altera, ya sea por estrés crónico, alimentación rica en azúcares, cambios hormonales, consumo de antibióticos o hábitos poco saludables; el riesgo de que el virus permanezca más tiempo en el cuerpo aumenta significativamente. Esto puede facilitar el desarrollo de lesiones precancerígenas o cáncer de cuello uterino.

Prevención: controles médicos, vacunación y hábitos saludables

El Dr. Hidalgo resalta que una estrategia integral para la salud sexual de las mujeres debe incluir controles ginecológicos regulares, vacunación oportuna y mejora del estilo de vida.

  • Mantener controles ginecológicos periódicos y realizar pruebas de detección del VPH: la detección temprana es una herramienta fundamental para prevenir el cáncer de cuello uterino. Según el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), el 80 % de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, lo que reduce considerablemente las posibilidades de curación. Por ello, acudir al ginecólogo y realizar pruebas de tamizaje permite identificar y tratar lesiones a tiempo, evitando complicaciones mayores.
  • Completar el esquema de vacunación contra el virus: la vacunación contra el VPH es una medida segura y eficaz para prevenir las cepas más peligrosas del virus. En los establecimientos del Minsa, la vacuna se aplica de manera gratuita a niñas, niños y adolescentes de 9 a 13 años, y está disponible para jóvenes de hasta 18 años que no hayan completado su esquema. Esta protección reduce drásticamente la posibilidad de desarrollar lesiones asociadas al virus.
  • Mejorar la microbiota vaginal y promover un estilo de vida saludable: mantener una dieta balanceada rica en frutas, verduras, fibra y probióticos naturales favorece el crecimiento de Lactobacillus y refuerza el sistema inmunológico. Asimismo, controlar el estrés, dormir bien y evitar el tabaco o el alcohol son medidas que fortalecen la respuesta defensiva del organismo frente al VPH.

Cuidar la microbiota: un paso clave en la salud femenina

La vacunación contra el VPH
La vacunación contra el VPH es una medida segura y eficaz para prevenir las cepas más peligrosas del virus (Freepik)

El uso indiscriminado de antibióticos o la automedicación pueden alterar gravemente el equilibrio de la microbiota vaginal. El Dr. Hidalgo advierte que “el consumo de antibióticos sin indicación médica elimina bacterias beneficiosas, debilitando la primera línea de defensa contra infecciones y aumentando la vulnerabilidad al VPH”.

Por ello, recomienda evitar la automedicación y, cuando sea necesario, restaurar la microbiota vaginal bajo supervisión médica, mediante reguladores del pH vaginal o probióticos con Lactobacillus crispatus administrados por vía oral o vaginal.

Finalmente, comprender el papel de la microbiota en la salud sexual de las mujeres permite tomar decisiones más conscientes sobre prevención y cuidado. Informarse, acudir a controles médicos y adoptar hábitos saludables no solo ayuda a fortalecer las defensas frente al virus del papiloma humano, sino que también promueve una salud sexual integral y duradera.