Fractura de pene: cuándo ocurre esta lesión y cómo prevenirla

Esta lesión es considerada una urgencia urológica. Si no se atiende con rapidez y de manera adecuada, puede dejar secuelas

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La fractura de pene provoca
La fractura de pene provoca dolor intenso e hinchazón (Shuterstock)

Cuidar la salud del pene es parte esencial de la salud sexual masculina. Un pene sano no solo permite el desempeño normal de funciones reproductivas y sexuales, sino que también ayuda a prevenir enfermedades e infecciones que afectan a muchos hombres peruanos. En el Perú, los servicios de salud pública como el Ministerio de Salud (Minsa) promueven la salud sexual y reproductiva como parte de un enfoque integral de bienestar.

Además, el Seguro Social de Salud (EsSalud) y otros sistemas buscan promover la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento de afecciones urológicas. La preocupación por una lesión poco conocida pero grave, como la fractura de pene, aparece entre los temores masculinos más comunes. Aunque no es una lesión frecuente, conocer cuándo ocurre y cómo prevenirla puede marcar la diferencia para evitar complicaciones irreversibles.

¿Qué es la fractura de pene?

La llamada “fractura de pene” no es realmente una fractura en sentido óseo, pues el pene no contiene hueso. En realidad, se produce una ruptura de la túnica albugínea, la capa fibrosa que rodea los cuerpos cavernosos del pene, cuando este se encuentra en erección. Durante la erección, la túnica albugínea se tensiona y adelgaza, lo que la hace más vulnerable a traumatismos bruscos. Si la fuerza es suficiente para desgarrar esa cubierta, puede haber fuga de sangre al tejido circundante, dolor intenso, hinchazón y deformidad del pene. En muchos casos, la lesión puede involucrar también la uretra, lo que complica el panorama.

Esta lesión es considerada una urgencia urológica. Si no se atiende con rapidez y de manera adecuada, puede dejar secuelas como curvatura persistente del pene, disfunción eréctil o dificultades para orinar. El tratamiento de elección en la mayoría de los casos es quirúrgico inmediato, para reparar el desgarro y evitar daños extra.

¿Cuándo ocurre esta lesión?

La fractura de pene puede
La fractura de pene puede ocurrir debido a la masturbación vigorosa con torsión o presión excesiva (Daily Mail)

La fractura del pene ocurre típicamente bajo circunstancias en las que un pene erecto recibe una torsión, una presión brusca o un choque inesperado. Las situaciones más frecuentes incluyen:

  • Durante el acto sexual, especialmente en posiciones en las que el pene sobresale del canal de entrada (vaginal o anal) de forma que puede doblarse con fuerza.
  • Movimientos bruscos o penetraciones mal alineadas que doblan el pene con violencia.
  • Masturbación vigorosa con torsión o presión excesiva.
  • Accidentes o traumatismos directos en la región genital cuando el pene está erecto, por ejemplo durante actividades deportivas, caídas o golpe directo.

Casos reportados también en pacientes con disfunción eréctil que usan fármacos o dispositivos para inducir rigidez prolongada, lo que puede exponer la túnica albugínea al estrés.

Se estima que entre el 30 % y el 50 % de las fracturas de pene ocurren durante el coito, cuando el miembro erguido sufre un golpe o doblamiento súbito. La incidencia de esta lesión es baja: se reporta como un caso por cada 100 mil hombres.

Cómo prevenir la fractura del pene

El lubricante disminuye la fricción
El lubricante disminuye la fricción y la resistencia durante la penetración (Imagen ilustrativa Infobae)

Aunque no existe una garantía absoluta de prevención, se pueden tomar medidas razonables para reducir el riesgo:

  • Usar lubricante adecuado: el lubricante disminuye la fricción y la resistencia durante la penetración, lo que facilita el movimiento y reduce la tensión accidental sobre la túnica albugínea.
  • Optar por posiciones seguras y controladas: evitar posiciones que permitan movimientos descontrolados o colocaciones forzadas dominadas por el peso del cuerpo, como aquellas en que la mujer está encima sin control del movimiento. Cambiar ángulos y rotaciones con suavidad también ayuda a reducir el estrés en los tejidos.
  • Comunicación con la pareja: es importante que ambos sean conscientes de las señales de dolor o incomodidad para ajustar la actividad y evitar movimientos agresivos.
  • Evitar fuerza excesiva durante la relación sexual: movimientos bruscos con empujes violentos pueden aumentar el riesgo de lesión. Mantener el control y evitar gestos forzados es clave.
  • Moderación en el consumo de alcohol y drogas: estos pueden reducir la percepción del dolor, afectar la coordinación y favorecer gestos peligrosos.
  • Atención a dispositivos para disfunción eréctil: si se usan aparatos o medicamentos que inducen erección prolongada, deben emplearse con cuidado y bajo supervisión médica para no sobrecargar la túnica albugínea.
  • Evitar la automedicación u otras prácticas riesgosas: prácticas improvisadas, juegos extremos o manipulación mecánica del pene erecto con presión pueden originar daño.
  • Mantener salud general adecuada: factores como buena circulación, control de enfermedades crónicas y calidad del tejido conectivo pueden influir en la resistencia del pene. Un estilo de vida saludable apoya la integridad de los tejidos.