Regla del 7-11-4: la clave para reducir el riesgo de infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca

Se trata de un esquema que propone tres medidas esenciales y concretas para proteger el corazón

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Muchas muertes por infarto se
Muchas muertes por infarto se relacionan con demora para acudir a un hospital o no recibir intervención de reperfusión en el tiempo adecuado (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuidar la salud del corazón no es un lujo, es una necesidad. En el Perú, las enfermedades cardiovasculares, entre ellas el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca, representan una carga importante para el sistema de salud y para las familias afectadas. Según registros nacionales para infarto de miocardio, muchos casos llegan tarde a atención hospitalaria, lo que agrava su pronóstico. En cuanto a la insuficiencia cardíaca, el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins del Seguro Social de Salud (EsSalud) informó que, en un solo año, su unidad de falla cardíaca atendió a más de 2.700 asegurados, evidenciando que es una condición frecuente y que requiere estrategias de prevención.

Por eso, más allá de los tratamientos médicos, resulta fundamental intervenir sobre los factores que podemos controlar, como la alimentación, el ejercicio, el descanso, el manejo del estrés y otros hábitos relacionados con el estilo de vida. En ese marco surge la llamada Regla del 7-11-4, un sencillo esquema de 3 acciones clave que pueden contribuir a reducir el riesgo de sufrir un infarto o progresar hacia la insuficiencia cardíaca.

Regla del 7-11-4 para reducir el riesgo de infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca

Una de las claves de
Una de las claves de la regla del 7-11-4 es hacer al menos 7 mil pasos diarios o su equivalente en actividad física moderada (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Regla del 7-11-4 es una fórmula mnemotécnica que propone tres medidas esenciales y concretas para proteger el corazón. Cada número hace referencia a una acción clave:

  • 7: Hacer al menos 7 mil pasos diarios o su equivalente en actividad física moderada.
  • 11: Mantener menos de 11 mg/dL de colesterol-LDL (o tener niveles óptimos de lípidos según indicaciones médicas).
  • 4: Dormir al menos 4 horas sin interrupciones en ciclos de calidad (o más, idealmente 7–8 horas; este número apunta a lograr bloques significativos de reposo profundo).

Estas tres acciones colaboran de forma complementaria: caminar fortalece el sistema cardiovascular, mejora el perfil lipídico y controla la presión arterial; tener niveles adecuados de colesterol evita la aterosclerosis (acumulación de placas en las arterias); descansar bien promueve la recuperación celular, regula hormonas como el cortisol y mejora la función cardíaca global. Si una persona consigue cumplir consistentemente estos tres pilares, su riesgo de infarto o disfunción cardíaca puede disminuir significativamente.

Es importante apuntar que los valores ideales de colesterol pueden variar según las guías clínicas, contexto individual (edad, antecedentes) y recomendaciones del médico tratante. Por lo tanto, los menos de 11 mg/dL de colesterol-LDL constituye una meta simbólica u orientadora, no absoluta para todos.

Infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca

Los síntomas clásicos del infarto
Los síntomas clásicos del infarto de miocardio incluyen dolor o presión en el pecho (Imagen Ilustrativa Infobae)

El infarto de miocardio (o ataque cardíaco) es una emergencia médica donde una arteria coronaria que irriga parte del músculo cardíaco se obstruye súbitamente, privando de oxígeno a esa zona. Si no se restablece rápido el riego, el tejido sufre lesión irreparable (necrosis). Los síntomas clásicos incluyen dolor o presión en el pecho, que se puede irradiar al brazo, la mandíbula o el hombro, dificultad para respirar, sudoración, náuseas o malestar general. En el Perú, muchas muertes por infarto de miocardio se relacionan con demora para acudir a un hospital o no recibir intervención de reperfusión, que es un tratamiento médico que busca restablecer en el tiempo adecuado el flujo sanguíneo en un tejido u órgano que lo ha perdido.

Por otro lado, la insuficiencia cardíaca (o falla cardíaca) es un síndrome crónico (o a veces agudo) en el que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, ya sea por debilidad en su capacidad contráctil o por rigidez, fallo en llenado o alteraciones estructurales. Los pacientes pueden presentar fatiga, disnea (falta de aire), edema (hinchazón de piernas o abdomen), intolerancia al ejercicio, entre otros signos. En Perú, las guías clínicas de EsSalud incluyen estrategias de diagnóstico, manejo de fármacos y rehabilitación para prevenir la progresión de la falla cardíaca. Por último, es importante señalar que tras un infarto, una fracción significativa de pacientes puede desarrollar insuficiencia cardíaca como complicación, por el daño al músculo cardíaco.