¿Cuál es la diferencia entre un oftalmólogo y un optometrista?

Ambas profesiones suelen confundirse con frecuencia, pese a que sus funciones, formación y responsabilidades son diferentes

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El oftalmólogo es un médico
El oftalmólogo es un médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades de los ojos y del sistema visual (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuidar la salud visual es fundamental para mantener una buena calidad de vida. Los ojos son órganos delicados que nos permiten percibir el mundo y realizar actividades cotidianas, desde leer hasta conducir. Sin embargo, muchas personas no acuden con regularidad a un especialista hasta que experimentan molestias o pérdida de visión. Según el Ministerio de Salud (Minsa), cerca del 30% de los problemas visuales en el Perú podrían prevenirse o tratarse oportunamente si se realizaran controles periódicos. A su vez, el Seguro Social de Salud (EsSalud) reporta que entre las enfermedades oculares más frecuentes en el país se encuentran la miopía, el astigmatismo, la presbicia y las cataratas, siendo estas últimas una de las principales causas de ceguera reversible en adultos mayores.

Por ello, es importante acudir a profesionales capacitados que puedan evaluar y atender adecuadamente la salud visual. En este campo, suelen mencionarse dos especialidades: el oftalmólogo y el optometrista. Sin embargo, ambas profesiones suelen confundirse con frecuencia, pese a que sus funciones, formación y responsabilidades son diferentes. Conocer esta diferencia puede ayudarte a saber a cuál acudir según tus necesidades o síntomas.

El oftalmólogo

El oftalmólogo es un médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades de los ojos y del sistema visual. Para ejercer, debe cursar la carrera de Medicina y luego completar una especialización en Oftalmología. Esto le permite adquirir conocimientos avanzados en anatomía ocular, fisiología, farmacología y cirugía.

Los oftalmólogos pueden realizar cirugías oculares, como la de cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina o corrección de miopía con láser. Además, pueden prescribir medicamentos, realizar exámenes clínicos complejos y tratar enfermedades que afectan la visión, tanto en adultos como en niños.

Cabe señalar que el oftalmólogo también es conocido como oculista. Ambos términos se refieren al mismo profesional, aunque “oculista” es una palabra más antigua y de uso popular, mientras que “oftalmólogo” es el término médico correcto.

El optometrista puede detectar alteraciones
El optometrista puede detectar alteraciones visuales y derivar al oftalmólogo en caso de sospechar una enfermedad ocular (AdobeStock)

Entre las principales funciones de un oftalmólogo se incluyen:

  • Diagnosticar y tratar enfermedades oculares como conjuntivitis, glaucoma, queratitis o degeneración macular.
  • Realizar cirugías y procedimientos láser.
  • Prescribir lentes correctores o lentes de contacto cuando sea necesario.
  • Evaluar enfermedades sistémicas que afectan los ojos, como la diabetes o la hipertensión.
  • Realizar controles preventivos y seguimientos postoperatorios.

En resumen, el oftalmólogo es el profesional médico especializado al que se debe acudir cuando existen síntomas visuales graves, pérdida de visión, dolor ocular o enfermedades diagnosticadas que requieren tratamiento médico o quirúrgico.

El optometrista

El optometrista es un profesional de la salud visual no médico, especializado en la evaluación, detección y corrección de problemas refractivos, es decir, de aquellos que afectan la forma en que el ojo enfoca las imágenes. Para ejercer, estudia la carrera universitaria de Optometría, donde adquiere conocimientos en óptica, anatomía ocular, fisiología de la visión y técnicas de adaptación de lentes.

El optometrista no realiza cirugías ni prescribe medicamentos, pero sí puede detectar alteraciones visuales y derivar al oftalmólogo en caso de sospechar una enfermedad ocular. Su función principal es prevenir y corregir defectos visuales mediante el uso de lentes o terapias visuales.

El oftalmólogo es un médico
El oftalmólogo es un médico especialista y el optometrista, en cambio, es un profesional no médico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre las funciones más comunes del optometrista están:

  • Realizar exámenes visuales para determinar la graduación óptica (miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia).
  • Adaptar y recomendar lentes oftálmicos o de contacto.
  • Detectar signos tempranos de enfermedades oculares y derivar al especialista médico.
  • Brindar orientación sobre higiene y cuidado visual.
  • Realizar terapias visuales en casos de ambliopía o problemas de enfoque.

El optometrista es, por tanto, el profesional ideal para evaluar la agudeza visual, detectar problemas refractivos y mantener un control preventivo de la salud ocular.

Diferencia entre un oftalmólogo y un optometrista

Aunque ambos trabajan por la salud de los ojos, sus roles son diferentes y complementarios.

  • El oftalmólogo es un médico especialista, capacitado para diagnosticar y tratar enfermedades oculares, prescribir medicamentos y realizar cirugías.
  • El optometrista, en cambio, es un profesional no médico, encargado de detectar y corregir problemas de visión mediante lentes y exámenes ópticos.

En otras palabras, el optometrista se centra en la corrección y prevención, mientras que el oftalmólogo se ocupa del tratamiento médico y quirúrgico de las enfermedades del ojo. Por eso, muchas veces trabajan en conjunto: el optometrista realiza la evaluación inicial y, si detecta una anomalía grave, remite al paciente al oftalmólogo.

Por ejemplo:

  • Si solo necesitas revisar tu graduación o cambiar de lentes, puedes acudir a un optometrista.
  • Pero si sientes dolor ocular, visión borrosa repentina, pérdida de visión, o te han diagnosticado glaucoma o cataratas, debes acudir directamente a un oftalmólogo.

Enfermedades oftalmológicas más comunes

Las enfermedades oftalmológicas más comunes afectan la visión y pueden presentarse a cualquier edad. Entre ellas destacan la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que alteran la forma en que se enfocan las imágenes. En personas mayores, son frecuentes las cataratas, el glaucoma y la degeneración macular, que pueden provocar pérdida progresiva de la visión si no se tratan a tiempo. También son comunes la conjuntivitis, causada por infecciones o alergias, y el síndrome del ojo seco, relacionado con el uso prolongado de pantallas. Realizar controles visuales periódicos permite detectar estas enfermedades tempranamente y preservar la salud ocular.