Alertan por paseos turísticos sin permiso en el río Apurímac, bajo el puente Q’eswachaka, Patrimonio Cultural de la Humanidad

La Gercetur Cusco confirmó que el servicio de navegación por el río Apurímac carece de autorización y vulnera las restricciones impuestas en el sitio

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Las autoridades regionales advirtieron que
Las autoridades regionales advirtieron que el entorno del puente, Patrimonio Cultural de la Nación y de la Humanidad, está sujeto a protección especial. (Composición: Infobae / Captura de pantalla)

El río Apurímac serpentea bajo uno de los símbolos más emblemáticos del legado inca: el puente Q’eswachaka. En los últimos días, imágenes difundidas en redes sociales mostraron embarcaciones turísticas navegando por ese tramo del río, un escenario que encendió las alertas de las autoridades regionales. La Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (Gercetur) Cusco confirmó que este servicio carece de autorización y que la zona, reconocida por su valor patrimonial, está sujeta a restricciones.

Rosendo Baca Palomino, titular de la Gercetur Cusco, precisó que el espacio es considerado protegido y que no existen permisos para ofrecer actividades de aventura. “Está prohibido, o sea, no está autorizado. Toda experiencia de aventura tiene que tener autorización para sitios geográficos específicos; en este caso no hemos otorgado autorización”, declaró a la Agencia Andina.

Las imágenes que mostraron botes cruzando el río generaron preocupación, ya que el entorno del puente Q’eswachaka posee dos declaratorias de gran relevancia: fue inscrito como Patrimonio Cultural de la Nación en 2009 por el Ministerio de Cultura y, en 2013, la Unesco reconoció los conocimientos, técnicas y rituales vinculados a su renovación anual como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. “En este aspecto hay áreas que están restringidas donde no se pueden realizar ningún tipo de actividad. Es un sitio protegido”, reiteró Baca, al referirse al riesgo de que operadores turísticos actúen al margen de la normativa.

El funcionario informó que un equipo técnico de la Gercetur fue desplazado al distrito de Quehue, provincia de Canas, con el objetivo de verificar las actividades en el lugar. “Esperamos el retorno para poder socializar cuáles son los resultados”, indicó, al anunciar la revisión de las evidencias y posibles sanciones a los responsables.

Control de servicios turísticos en zonas naturales

Cusco suspende a empresas de
Cusco suspende a empresas de canotaje por operar en zonas no autorizadas del río Vilcanota.

No es la primera vez que la Gercetur Cusco interviene ante la prestación de servicios no autorizados en espacios naturales. Recientemente, la entidad suspendió por un año a cuatro empresas dedicadas al canotaje en el río Vilcanota, en la provincia de La Convención, tras comprobar que operaban en sectores restringidos.

Según el informe regional, en febrero de este año se realizó un operativo en la zona del Puente Antiguo del distrito de Maranura, donde se constató la presencia de operadores ofreciendo recorridos pese a una prohibición vigente entre el 1 de diciembre de 2024 y el 31 de marzo de 2025. La medida había sido establecida mediante la Resolución Gerencial Regional N.° 115-2024-GR CUSCO/GERCETUR-GR, que suspendía actividades por motivos de seguridad y conservación ambiental.

El resultado de las investigaciones determinó que las empresas infringieron el Decreto Supremo N.° 006-2016-MINCETUR y su modificatoria, el D.S. N.° 006-2018-MINCETUR, que regulan los servicios de turismo de aventura y establecen la obligación de operar únicamente en secciones de río autorizadas. Además, incumplieron la Ley N.° 29408, Ley General de Turismo, que promueve la seguridad, la formalidad y la protección de los visitantes.

Un símbolo incaico bajo resguardo

El puente Q’eswachaka es un
El puente Q’eswachaka es un testimonio de la ingeniería avanzada de los incas y su red de caminos, el Qhapaq Ñan, que desempeñó un papel crucial en la expansión y cohesión del imperio. (Andina)

El puente Q’eswachaka, construido con paja trenzada, piedra y madera, se mantiene en pie desde hace más de seis siglos y es considerado el último puente inca funcional. Ubicado a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Quehue, constituye un ejemplo único de ingeniería tradicional andina. Su renovación anual, realizada por las comunidades de Huinchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue, sigue un proceso ancestral que combina trabajo comunal, rituales a la Pachamama y técnicas transmitidas de generación en generación.

La estructura simboliza la continuidad cultural y la conexión de los pueblos andinos con su entorno. Por ello, cualquier intervención en la zona, incluso con fines turísticos, está sujeta a rigurosas evaluaciones. “Toda experiencia de aventura debe garantizar la seguridad de las personas y el respeto al patrimonio”, señaló Baca Palomino, al recordar que la actividad turística en espacios patrimoniales debe enmarcarse dentro de la ley y la sostenibilidad.

El Q’eswachaka forma parte del sistema vial del Qhapaq Ñan, una red de caminos que unía las regiones del antiguo Tahuantinsuyo y que permitió la comunicación entre las comunidades andinas. Este conjunto de rutas y obras, entre ellas los puentes colgantes, es considerado una de las mayores expresiones del conocimiento técnico prehispánico.

Para las autoridades cusqueñas, preservar este entorno implica más que conservar un atractivo turístico. Se trata de proteger una herencia cultural que refleja la organización social y el sentido comunitario de los pueblos andinos. Mientras se esperan los resultados de la verificación realizada en Quehue, la Gercetur reafirma su compromiso de fiscalizar las actividades turísticas y garantizar que el patrimonio del Cusco se mantenga bajo resguardo.