Quince partituras originales de Daniel Alomía Robles, creador de El cóndor pasa, son reconocidas como Patrimonio Cultural

Las obras fueron compuestas entre 1889 y 1933 y reflejan el trabajo pionero del autor huanuqueño en la recopilación de melodías andinas

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El Ministerio de Cultura declaró
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación 15 partituras originales de Daniel Alomía Robles. (Composición: Infobae)

El legado musical de Daniel Alomía Robles, compositor huanuqueño y autor de la célebre obra El cóndor pasa, recibió un nuevo reconocimiento. Quince partituras originales del músico, resguardadas por la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura. Con esta declaratoria, el Estado reconoce no solo la dimensión artística de su obra, sino también su papel fundamental en la afirmación de la identidad sonora del país.

Las partituras, compuestas entre 1889 y 1933, pertenecieron a la colección del musicólogo alemán Rodolfo Holzmann Zanger, quien se interesó profundamente por la música tradicional peruana. Hoy, estas piezas forman parte de los repositorios de la BNP y se valoran por su autenticidad, su trascendencia y su aporte a la memoria colectiva. “Este reconocimiento reafirma la importancia del trabajo de Daniel Alomía Robles como el principal impulsor de la música tradicional andina en el Perú”, destacó el Ministerio de Cultura en su resolución.

En este conjunto destaca El cóndor pasa (Inca Dance), compuesta en 1933, considerada una de las obras más emblemáticas de la música peruana. Desde su creación, esta pieza ha traspasado fronteras, convirtiéndose en un símbolo cultural que representa al Perú en el mundo. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación en 2004, la composición se basa en escalas y melodías originarias de la tradición indígena andina, lo que le otorga un valor único dentro de la historia musical del país.

La huella de un pionero

Compuestas entre 1889 y 1933,
Compuestas entre 1889 y 1933, pertenecieron al musicólogo alemán Rodolfo Holzmann Zanger. (Difusión)

Daniel Alomía Robles no fue solo un compositor. Fue un investigador de las raíces musicales del Perú. A diferencia de otros músicos de su tiempo, no se limitó a los cánones académicos europeos. Su mirada se dirigió hacia los sonidos de los Andes, hacia los cantos y danzas que escuchó en su natal Huánuco y en sus recorridos por diversas regiones del país. “Su trabajo se basó en la investigación constante de los materiales sonoros nativos”, señalan los especialistas de la BNP.

Su producción musical abarca una diversidad de géneros: romanzas, himnos, huaynos, yaravíes, cachuas, pasacalles, pasillos, chimaichas y mulizas. Estas composiciones integran elementos del pasado histórico del Perú con influencias de la música occidental, creando un puente entre dos tradiciones. En ellas, Alomía Robles encontró “su mejor medio de expresión, con una musicalidad natural y una vena lírica auténtica”, de acuerdo con la declaratoria oficial.

Las partituras reconocidas no solo representan el talento de su autor, sino también una visión del país. Entre los títulos incluidos figuran Camino del cielo, Llora llora Urataú, Ya que para mí, Pasacalle, Cachua, Mulisa (Tarma) y Serenata (Despedida). También se incorporan piezas de su Colección Folclórica, como La Mariposa (Huancayo), Canto al Sol (Paucartambo) y Ollanta (Hermoso Yavarí del Cuzco).

Estas composiciones permitieron que la música peruana se difundiera y se integrara al ámbito académico y artístico. A través de ellas, el autor elevó los géneros populares, fusionando la lírica regional con un enfoque estético universal. Cada partitura constituye, además, un testimonio del esfuerzo por preservar las melodías que forman parte de la identidad cultural del país.

Las partituras declaradas Patrimonio Cultural se distinguen por contener la autógrafa manuscrita de Daniel Alomía Robles junto al título de cada obra, así como su rúbrica característica. Este detalle otorga un valor documental excepcional, pues permite identificar con precisión el trazo y la intención del compositor. La declaratoria se oficializó mediante la Resolución Viceministerial N.º 000261-2025-VMPCIC/MC.

El legado de El cóndor pasa

Alomía Robles investigó las raíces
Alomía Robles investigó las raíces musicales andinas y recogió cantos y danzas del Perú profundo. (Difusión)

Compuesta en 1913, El cóndor pasa fue parte de una zarzuela escrita por Alomía Robles y el dramaturgo Julio de la Paz, y se interpretó por primera vez en el Teatro Mazzi de Lima. Décadas después, su melodía alcanzó fama internacional. Se estima que existen más de cuatro mil versiones y trescientos juegos de letras en todo el mundo. En 1970, el dúo estadounidense Simon & Garfunkel presentó su versión El Cóndor Pasa (If I Could), que llevó la canción a millones de oyentes.

El arreglo original para piano fue registrado en 1933 por The Edward B. Marks Music Corp. en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. En 2004, el Estado peruano declaró oficialmente la obra como parte del patrimonio cultural nacional, consolidando su condición de símbolo musical del país.

Nació en Huánuco el 3 de enero de 1871, Daniel Alomía Robles inició su vida artística en la pintura y la escultura, pero su verdadera vocación lo condujo hacia la música. Su compromiso con las melodías ancestrales definió un camino propio dentro de la historia musical peruana. Según la BNP, “fue el primer compositor que estructuró su obra sobre la base del estudio de los materiales sonoros andinos”.

A través de sus partituras, Alomía Robles legó no solo música, sino una visión de país. Su obra demostró que la identidad cultural podía expresarse con la misma profundidad en un huayno o una cachua que en una sinfonía. Hoy, más de un siglo después, su legado sigue inspirando a nuevas generaciones y continúa siendo un punto de referencia para entender el origen de la música nacional.