Cómo tener responsabilidad afectiva desde la primera cita

Cuando eres responsable afectivamente, muestras que te importa lo que siente la otra persona

Guardar
Haz preguntas sobre lo que
Haz preguntas sobre lo que la otra persona considera importante, sus límites, sus valores y sus experiencias pasadas (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, es cada vez más común que peruanos y peruanas recurran a aplicaciones de citas para conocer personas con quienes podrían iniciar una relación romántica. Según datos recientes, aproximadamente el 51 % de los peruanos ha utilizado una app de citas en alguna ocasión.

En ese marco, ya sea que conozcas a alguien a través de estas apps o mediante medios más tradicionales, surge un tema relevante: la responsabilidad afectiva. Cada vez se oye más esta expresión, porque importa para que los vínculos se desarrollen de manera sana, respetuosa y transparente. Por eso es fundamental saber cómo tener responsabilidad afectiva no solo cuando ya se ha establecido una relación de pareja sino desde la primera cita.

Cómo tener responsabilidad afectiva desde la primera cita

  • Sé claro con tus intenciones desde el inicio: antes de que la cita avance demasiado, conviene compartir lo que tú esperas: ¿algo casual, amistad, conocer más, buscar algo serio? Esto ayuda a evitar malentendidos y expectativas no correspondidas.
  • Escucha activamente: haz preguntas sobre lo que la otra persona considera importante, sus límites, sus valores, sus experiencias pasadas. Mostrar interés genuino, no interrumpir, validar lo que te dicen, sin juzgar.
  • Comunica tus límites propios: si hay cosas con las que no te sientes cómodo (ya sea físico, emocional, hablar de ciertos temas, hasta cuánto tiempo dedicarle) es valioso expresarlo con honestidad desde la primera salida.
  • Sé respetuoso con el tiempo y la atención del otro: llegar a tiempo, ser puntual, no cancelar a último momento sin razón, no usar el celular constantemente si la conversación está en marcha, mostrar cortesía básica. Todo eso demuestra consideración.
  • Autenticidad y congruencia: no presentar una versión idealizada de ti mismo solo para impresionar; ser coherente entre lo que dices y lo que haces. Si dices algo, hazlo; si cambias algo en tu forma de pensar, compartirlo si corresponde.
  • Empatía ante las emociones ajenas: reconoce que la otra persona puede sentir nervios, inseguridad, expectativas, miedos. Ser empático significa no minimizar sus sentimientos, no burlarse ni presionar, ofrecer seguridad emocional.
  • Honestidad ante los errores: si algo salió mal (un comentario que molestó, un malentendido), disculparte cuando corresponda. Aceptar la responsabilidad de lo que hayas dicho o hecho, sin buscar culpar al otro por lo que tú provocaste.
  • Transparencia sobre pasado relevante: no es necesario contar todos los detalles íntimos, pero si hay algo relevante (por ejemplo, si acabas de salir de una relación importante, si tienes compromisos que afecten disponibilidad, etc.), compartir lo que pueda afectar la posibilidad de un vínculo sano.
  • Evitar juegos emocionales: no hacer ghosting (desaparecer sin explicar), no manipular con conductas ambiguas, no prometer lo que no se piensa cumplir. Es mejor ser directo aún si resulta incómodo que herir innecesariamente.

Por qué es importante la responsabilidad afectiva

Es importante compartir lo que
Es importante compartir lo que tú esperas: ¿algo casual, amistad, conocer más, buscar algo serio? (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Genera confianza desde el principio: cuando eres responsable afectivamente, muestras que te importa lo que siente la otra persona, lo que permite que ambos se sientan más seguros al abrirse emocionalmente.
  • Evita daño emocional y expectativas rotas: muchas veces la gente se siente lastimada no tanto por lo que les hacen, sino por lo que esperaban. Claridad y honestidad reducen esa distancia entre expectativas y realidad.
  • Permite relaciones más auténticas: cuando evitas mostrar versiones artificiales de ti mismo, eso favorece que la conexión sea genuina, y no algo construido solo para caer bien.
  • Mejora la comunicación futura: este tipo de responsabilidad desde la primera cita sienta las bases para conversaciones más abiertas, para resolver conflictos, para ser honesto cuando algo duele.
  • Salud emocional: cuidarse emocionalmente incluye evitar ansiedad, incertidumbre, y prevenir heridas que pueden afectar autoestima o bienestar, tanto de quien da como de quien recibe.