Perú crecería un 3,3% en 2025, un punto porcentual más que el promedio de Latinoamérica, de acuerdo a Moody’s

La consultora proyecta que Perú liderará el desempeño regional junto a Argentina, gracias a la baja inflación, el repunte del cobre y mayores niveles de inversión pública

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De acuerdo con las proyecciones
De acuerdo con las proyecciones de Moody’s, en 2025, la economía de América Latina tendría un incremento del 2,3% en su PBI. Foto: Google Maps

Perú se perfila como una de las economías más dinámicas de América Latina para el próximo año. Según los últimos cálculos de Moody’s Analytics, el país experimentará un crecimiento superior al promedio regional, en un contexto donde la inflación controlada, los precios favorables de los metales y el impulso del gasto público juegan un rol determinante.

El informe, difundido a tres meses de concluir el 2024, actualiza las proyecciones económicas de las principales naciones latinoamericanas. En este escenario, la consultora coloca a Perú en una posición destacada, con un crecimiento de 3,3% en 2025, cifra que supera ampliamente su estimado anterior y que contrasta con el promedio regional.

Proyecciones para América Latina

Moody’s prevé que el producto bruto interno (PBI) de América Latina avance un 2,3% en 2025. Aunque la revisión muestra una ligera mejora respecto a estimaciones previas, la consultora advierte que este desempeño sigue por debajo del potencial de la región.

En ese marco, Perú se ubicaría por encima de la mayoría de sus pares, con excepción de Argentina, cuyo crecimiento se calcula en 5%.

Chile crecería en un 2,5%,
Chile crecería en un 2,5%, según Moody's. Foto: KLM

En Chile, la firma proyecta una expansión del 2,5%, sostenida por la fortaleza del precio del cobre y una política monetaria más flexible. Para Colombia, las expectativas apuntan a un 2,6% en 2025, impulsado por la reducción del desempleo y una recuperación del crédito, muy por encima del 1,6% alcanzado en 2024.

Panorama para 2026

El informe también resalta que el escenario político marcará la agenda económica de la región. Las elecciones legislativas de Argentina en octubre y las generales en Chile en noviembre abrirán un intenso ciclo electoral que se extenderá a 2026. Ese año, países como Brasil, Colombia y Perú celebrarán comicios presidenciales.

En cuanto a las proyecciones, Moody’s estima que en 2026 Perú registrará un crecimiento del 3%, solo superado por Argentina con 3,6%. Colombia, por su parte, alcanzaría un 2,9%, mientras que el resto de economías latinoamericanas quedaría por debajo de ese umbral.

¿Qué es Moody’s?

Moody’s es una compañía de servicios financieros con sede en Estados Unidos que concentra su labor en dos grandes áreas: la evaluación de riesgo crediticio y el análisis económico orientado a la gestión de riesgos. A través de su división Moody’s Ratings, anteriormente conocida como Moody’s Investors Service, examina la capacidad de pago de gobiernos, empresas e instituciones y asigna calificaciones que indican la probabilidad de que estos cumplan con sus obligaciones financieras. Dichas calificaciones son consideradas una referencia internacional para inversionistas y mercados.

Según las previsiones, Moody’s calcula
Según las previsiones, Moody’s calcula que para el año 2026 la economía peruana experimentará una expansión del 3%. Foto: CAF

Junto con esta actividad, la firma también desarrolla soluciones de investigación y asesoría mediante la unidad que antes se llamaba Moody’s Analytics y que recientemente fue integrada bajo la misma identidad corporativa. Esta división ofrece datos macroeconómicos, modelos de proyección, herramientas digitales y consultoría especializada. Su finalidad es ayudar a que organizaciones públicas y privadas puedan prever y administrar mejor los riesgos financieros, además de anticipar escenarios económicos que afectan la toma de decisiones estratégicas.

La trayectoria de Moody’s se remonta a inicios del siglo veinte, cuando John Moody empezó a publicar manuales con información financiera sobre compañías. Con el tiempo, esa labor se transformó en un sistema de evaluación independiente del riesgo crediticio. En 2000 la corporación se separó de Dun & Bradstreet para convertirse en una empresa que cotiza en la bolsa de Nueva York. Posteriormente, en 2007, reorganizó sus operaciones y estableció una clara distinción entre la unidad de calificaciones y la de servicios analíticos.