IA y teletrabajo, el matrimonio perfecto: El 92% cree que mejora su eficiencia desde casa y 47% no volvería a la oficina, según WeWork

Los Baby Boomers muestran mayor preferencia por la presencialidad (38%), mientras que la Generación Z y los Millennials la rechazan en mayor medida (14% y 15%, respectivamente), de acuerdo con un reciente estudio de WeWork y Michael Page

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El 70% de empleados ya
El 70% de empleados ya utiliza herramientas basadas en IA, aunque solo el 5% cuenta con políticas empresariales específicas, según el informe de WeWork y Michael Page sobre el nuevo panorama laboral. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

La inteligencia artificial (IA) y los modelos de trabajo flexible transforman aceleradamente el mercado laboral peruano y latinoamericano, mientras empleadores y empleados reconfiguran sus expectativas sobre productividad, bienestar y desarrollo profesional.

El estudio “IA y presencialidad: el nuevo panorama laboral”, elaborado por WeWork y Michael Page, expone con cifras cómo el talento demanda entornos adaptables, oportunidades de aprendizaje tecnológico y políticas de diversidad que reflejen la realidad de la fuerza laboral actual.

El 54% de peruanos prefiere modelos híbridos de trabajo, según WeWork

El informe revela que la preferencia por el modelo híbrido comenzó a consolidarse en Perú. El 54% de los trabajadores peruanos favorece el esquema mixto de presencialidad y teletrabajo, con un 55% de ese grupo optando por solo uno o dos días presenciales en la oficina y el 45% extendiéndolo a tres o más días. En contraste, la presencialidad total y el trabajo completamente remoto dividen porcentajes idénticos: 23% de los empleados prefiere asistir siempre, mientras otro 23% opta por el trabajo a distancia.

La realidad, sin embargo, es más diversa. El 48% de los encuestados en Perú trabaja bajo un modelo completamente presencial, número que cuadruplica el de 2023. Apenas el 9% lo hace de forma totalmente remota, el 8% cuenta con opción de asistir y el 35% adopta esquemas híbridos. Además, el 31% de la fuerza laboral rechazaría empleos sin flexibilidad remota, mientras solo el 3% dejaría de lado una vacante remota absoluta.

Los desafíos asociados a la presencialidad se mantienen vigentes. El tiempo de traslado representa el principal obstáculo según el 86% de los participantes, seguido por el costo (56%) y el recorte de tiempo personal (38%). Pese a ello, un 59% reconoce que el proceso de retorno a las oficinas ha sido ordenado, aunque persisten carencias en infraestructura y diseño de espacios.

Desafíos de la presencialidad: traslados y costos preocupan a empleados

El avance de la flexibilidad revela matices asociados al género y la diversidad. El modelo híbrido resulta la opción predilecta para el 61% de mujeres y personas diversas, mientras el 25% de estos grupos privilegia el trabajo remoto. Solo el 14% de mujeres e identidades diversas elige la presencialidad total, comparado con el 30% de los hombres cisgénero. La adaptación de las empresas a estas necesidades es clave: el 12,6% de quienes tienen identidades diversas ocupa cargos de alta gerencia o directivos.

Las razones subyacentes muestran una demanda de equilibrio entre vida profesional y personal para mujeres y grupos diversos, mientras los hombres tienden a priorizar la infraestructura y la interacción directa. El incremento de días presenciales potencia la cohesión grupal, pero también aumenta el desgaste físico y emocional.

El análisis etario incorpora preferencia generacional. Los Baby Boomers son quienes más se inclinan por regresar a la oficina (38%), contraste fuerte con los Millennials (15%) y la Generación Z (14%). Los factores para aceptar y permanecer en un empleo giran en torno a tres pilares: salario competitivo, seguros complementarios y, sobre todo, la flexibilidad, que ahora se percibe como estándar y no como un beneficio diferenciado.

Inteligencia artificial: una demanda en ascenso entre trabajadores peruanos

La IA emerge como un elemento decisivo de la nueva experiencia laboral. Solo el 5% de los trabajadores en Perú dispone de plataformas y políticas empresariales para IA, aunque el 70% ya interactúa de alguna forma con software basado en esta tecnología. El 90% solicita capacitación específica y el 48% utiliza la IA en tareas sencillas, especialmente búsquedas, mientras que el 40% la implementa en funciones técnicas de mayor complejidad.

El entusiasmo se refleja en las proyecciones: el 92% considera que la IA puede elevar la eficiencia en el trabajo remoto o híbrido y el 88% anticipa mejoras incluso en el formato presencial. A pesar de este consenso, solo el 47% regresaría a la oficina presencial motivado por la posibilidad de acceder a IA avanzada; otro 45% lo haría únicamente si la implementación se ajusta a sus expectativas.

El ritmo de la automatización representa un indicador de optimismo cauteloso. El 48% cree que la IA podría realizar entre el 11% y el 30% de su trabajo actual, mientras el 33% rebaja esa influencia a menos del 10%. El estudio advierte que apenas el 39% se sentiría cómodo con sistemas automáticos midiendo su productividad, contra un 46% que condiciona su aceptación a los detalles de cada implementación.

Entre las inquietudes, los encuestados subrayan los riesgos vinculados a la privacidad, equidad, el posible reemplazo de competencias humanas y el manejo ético de la información. Solo el 4% rechaza completamente la automatización de tareas. Sectores como el análisis de datos, generación de informes y trabajos administrativos encabezan la lista de procesos susceptibles de automatización.

¿Inteligencia artificial gana terreno en oficinas peruanas?

El auge de la flexibilidad y la tecnología también genera efectos económicos directos. En el ámbito inmobiliario corporativo, la absorción neta de oficinas clase A en Lima registró 18.019 m² en 2024, mientras la tasa de vacancia descendió a 14,4%, una mejora clara frente a cifras superiores al 20% durante la pandemia.

Además, el espacio por persona se redujo de 9,5 a 5,7 m², reflejo de la rotación asociada a modelos híbridos y adaptativos. La demanda apunta hacia oficinas equipadas, ubicaciones estratégicas y diseños que combinen áreas abiertas, zonas de concentración y mobiliario ergonómico.

La fuerza laboral juvenil enfrenta sus propios retos: la tasa de desocupación en el segmento de 14 a 24 años alcanza el 12,5%, mayormente en ocupaciones susceptibles a automatización y reemplazo tecnológico.

Las tendencias descritas por el estudio de WeWork y Michael Page demuestran que la flexibilidad, la integración de la IA y la adaptación física de las oficinas configuran el nuevo horizonte laboral peruano, impulsando una transformación que combina tecnología, bienestar y desarrollo económico.