Cómo utilizar vinagre de manzana para reducir el exceso de grasa y combatir el acné de forma natural

El acné es una afección frecuente en adolescentes y en jóvenes, y está asociada al funcionamiento de los folículos pilosebáceos al obstruirse por grasa y células muertas

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Para preparar este remedio casero
Para preparar este remedio casero hay que mezclar vinagre de manzana con agua en proporción aproximada 1 parte de vinagre por 3 a 5 partes de agua (Freepik)

Mantener el equilibrio del pH cutáneo es crucial para prevenir un exceso de grasa en la piel que favorezca el acné. La piel sana tiene un pH ligeramente ácido, lo cual ayuda a limitar el crecimiento de bacterias perjudiciales, regular la actividad de las glándulas sebáceas y conservar su barrera protectora. Cuando ese balance se altera (por uso de productos agresivos o alcalinos), la piel puede compensar generando más grasa. Esa sobreproducción de sebo puede contribuir a la obstrucción de los poros y al desarrollo de acné, una enfermedad que no solo afecta adolescentes.

En Perú, según el Ministerio de Salud (Minsa), el acné afecta hasta al 85 % de personas entre 13 y 25 años, y estudios locales señalan que muchas personas adultas también manifiestan acné persistente. Asimismo, el Seguro Social de Salud (EsSalud) señala que el acné es una afección frecuente en adolescentes y en jóvenes, y está asociada al funcionamiento de los folículos pilosebáceos al obstruirse por grasa y células muertas.

Por tanto, además del tratamiento dermatológico personalizado, puede utilizarse el vinagre de manzana como apoyo natural para reducir el exceso de grasa y combatir el acné, siempre con precaución y sin sustituir el tratamiento médico.

Cómo utilizar vinagre de manzana para reducir el exceso de grasa y combatir el acné

Después del uso del vinagre
Después del uso del vinagre de manzana, aplica una crema hidratante ligera para restablecer la barrera cutánea (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Dilución adecuada: mezcla vinagre de manzana con agua en proporción aproximada 1 parte de vinagre por 3 a 5 partes de agua (por ejemplo, 1 cucharadita de vinagre por 3 a 5 cucharaditas de agua). Esta dilución ayuda a que la acidez no irrite la piel. Haz una prueba en una pequeña zona primero.
  2. Aplicación suave como tónico: utiliza un algodón o almohadilla limpia para aplicar la mezcla sobre el rostro limpio, especialmente en zonas con brillo o puntos negros. Deja que actúe unos 5 a 10 minutos, luego enjuaga con agua tibia. Se puede usar una o dos veces al día según tolerancia de la piel.
  3. Alternativa de mascarilla localizada: en zonas problemáticas (por ejemplo nariz, barbilla), puedes humedecer ligeramente la mezcla diluida y dejar actuar unos minutos. Evita aplicar sobre heridas abiertas, llagas o piel muy sensible.
  4. Hidratación posterior: después del uso del vinagre, aplica una crema hidratante ligera, no comedogénica, para restablecer la barrera cutánea.
  5. Constancia moderada y observación: úsalo de forma regular pero observa cómo responde tu piel. Si sientes ardor intenso, enrojecimiento persistente o descamación, interrumpe su uso y consulta con un dermatólogo.

Exceso de grasa y equilibrio del pH de la piel

Se recomienda reducir el consumo
Se recomienda reducir el consumo de alimentos muy procesados, azúcares refinados y lácteos porque en algunas personas empeoran el acné (Freepik)

Cuando el pH de la piel se vuelve menos ácido (más alcalino), la flora cutánea defensiva se debilita, permitiendo un crecimiento excesivo de bacterias como Cutibacterium acnes, que aprovechan el exceso de grasa para proliferar. A su vez, esas bacterias pueden inducir inflamación, generar pus y empeorar lesiones. Para compensar la falta de acidez, la piel puede activar más las glándulas sebáceas, produciendo más sebo. Por eso, restaurar el pH ácido es un objetivo útil para controlar el brillo excesivo y evitar la progresión del acné leve a moderado.

Recomendaciones para evitar el exceso de grasa y combatir el acné

  • Limpieza suave diaria: usa limpiadores faciales suaves, sin sulfatos agresivos ni pH alcalino. Evita frotar o exfoliar en exceso, pues eso altera el manto ácido.
  • Hidratación no comedogénica: opta por fórmulas ligeras, libres de aceites o no oclusivas, que no bloqueen los poros.
  • Alimentación equilibrada: reduce el consumo de alimentos muy procesados, azúcares refinados y lácteos (en algunas personas empeoran el acné). Incrementa frutas, verduras, grasas saludables y agua.
  • Evita manipular las lesiones: no exprimas espinillas ni toques constantemente la piel, ya que puedes agravar la inflamación y dejar marcas.
  • Protector solar apropiado: usa bloqueador facial con textura ligera y fórmula no comedogénica, ya que el sol puede irritar y empeorar cicatrices.
  • Control del estrés y sueño adecuado: estrés, falta de sueño y desequilibrios hormonales pueden estimular la producción de grasa.
  • Visita dermatológica regular: es esencial que un especialista evalúe tu tipo de piel, grado de acné y te recete medicamentos tópicos u orales en casos moderados o severos.
  • Evitar productos agresivos: cosméticos muy alcalinos, jabones fuertes, alcoholes altos o exfoliantes abrasivos pueden alterar el pH cutáneo y empeorar el desequilibrio graso.