El Patrón de Kankan: la momia hallada en un campo de cultivo en La Libertad que un pueblo convirtió en su santo

Descubierta hace más de medio siglo por un campesino de Julcán, esta momia preinca es considerada por los pobladores como un protector milagroso

Guardar
Según la tradición oral, bajo
Según la tradición oral, bajo la urna donde reposa el “Patrón” existiría un tesoro de la época virreinal que nadie se atreve a tocar. | Composición: Prensa Total

En 1968, en el anexo de Kankan, distrito de Julcán, un campesino llamado Néstor Lázaro Albarrán removía la tierra de su chacra cuando se topó con un hallazgo inesperado. Entre los surcos, apareció una figura humana envuelta en fardos, intacta pese al paso del tiempo. Aquella momia, de apariencia milenaria, se convirtió desde entonces en el centro espiritual de la comunidad, que la rebautizó como el “Patrón de Kankan”.

El descubrimiento desató asombro y curiosidad entre los vecinos. Algunos veían en ese cuerpo ancestral un símbolo de buena fortuna; otros lo consideraron una señal divina. Con los años, el hallazgo trascendió el ámbito arqueológico y pasó a ocupar un lugar central en la identidad local. Desde ese momento, la momia fue conservada en la vivienda de la familia Lázaro, donde aún permanece, resguardada por los descendientes del agricultor que la encontró.

Fe, milagros y advertencias desde el silencio

La figura del “Patrón de
La figura del “Patrón de Kankan” combina elementos de devoción popular y memoria ancestral en la sierra liberteña. | Foto: Prensa Total

Según investigación realizada por Agustina Baltodano, guía de turismo, el “Patrón” dejó de ser un vestigio del pasado para convertirse en una presencia viva en la cotidianidad del pueblo. Los pobladores aseguran que ha intervenido en momentos de crisis, anticipando desastres naturales, aliviando enfermedades y favoreciendo las cosechas. Con el paso del tiempo, se construyó un relato de milagros que reforzó la devoción hacia esta figura.

Los lugareños organizan visitas y oraciones en su honor. No hay iglesia ni altar formal, pero en la casa donde reposa, los fieles encienden velas y dejan ofrendas. Algunos aseguran que el “Patrón” se comunica a través de los sueños, ofreciendo consejos o advertencias. En Kankan, nadie duda de su poder; su nombre es pronunciado con respeto y gratitud.

El tesoro oculto y la promesa del silencio

La urna que resguarda al
La urna que resguarda al “Patrón” es considerada un símbolo de fe y prosperidad por los habitantes del anexo de Kankan. | Foto: Prensa Total

Una parte del mito gira en torno a un tesoro escondido bajo la urna donde descansa la momia. Se dice que en ese espacio habría monedas de oro y plata del periodo virreinal, valoradas en miles de soles.

Según el relato de Néstor Lázaro, el propio “Patrón” le advirtió en sueños que jamás debía tocar ese tesoro. Si lo hacía, el espíritu abandonaría el pueblo y la prosperidad desaparecería. Desde entonces, nadie se ha atrevido a excavar o comprobar si esa riqueza realmente existe. El pacto entre fe y superstición sigue vigente, y el misterio continúa protegido por el silencio de sus devotos.

Disputa por su permanencia en Julcán

El hallazgo del cuerpo momificado
El hallazgo del cuerpo momificado en 1968 cambió la historia del caserío, que desde entonces lo venera como su santo tutelar. | Prensa Total

En distintas ocasiones, las autoridades culturales han mostrado interés en trasladar la momia a un museo para su preservación. Sin embargo, los pobladores rechazan cualquier intento de moverla. Para ellos, el “Patrón de Kankan” pertenece al lugar donde fue hallado y su poder está ligado a esa tierra.

Apoyados por el descubridor Marín Ramírez Zavala y por la comunidad local, los vecinos sostienen que la momia debe permanecer en Julcán como símbolo de identidad. Temen que, si se la retira, el pueblo pierda su fortuna y su protección. Las autoridades regionales han evaluado proyectos para crear un museo arqueológico en la zona, con apoyo de la Universidad Nacional de Trujillo, con el fin de conservar las momias de Kankan y otros restos hallados en el área.

Un símbolo entre la fe y la ciencia

Las autoridades locales buscan preservar
Las autoridades locales buscan preservar el legado cultural de Kankan mediante la creación de un museo arqueológico en Julcán. | Prensa Total

La figura del “Patrón de Kankan” se mueve entre el mito y la historia. Los especialistas estiman que los restos podrían tener entre 1,300 y 1,500 años, pertenecientes a una cultura preincaica aún por identificar. A falta de estudios concluyentes, el pueblo mantiene su propia versión: la momia es un ser protector que vela por todos.

Más de medio siglo después de su hallazgo, el “Patrón” sigue siendo el guardián invisible de Kankan. Entre plegarias y leyendas, su presencia marca el pulso de un pueblo que se aferra a su fe y a la memoria de un descubrimiento que nunca dejó de asombrar.