Piura: 9 de cada 10 centros de salud de primer nivel no cuentan con infraestructura y equipamiento adecuados

Cifras que preocupan: existen más de 210 mil viviendas informales, más de 83 mil estudiantes asisten a colegios en riesgo de colapso y 31% de hogares carecen de conexión a red pública de agua y desagüe

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Más de 200 alumnos de
Más de 200 alumnos de colegio de Piura estudian en condiciones precarias y sin servicios básicos. (Foto: RPP)

Piura enfrenta cada cierto tiempo los efectos del Fenómeno de El Niño, con lluvias e inundaciones que afectan la economía y la infraestructura privada y pública. ¿Cuál es la situación de la infraestructura de Piura a pocos meses del inicio de una nueva temporada de lluvias?

Vivienda informal: el primer frente de riesgo

Al 2024, 64.5% de las viviendas de la región son informales, una proporción superior al promedio nacional (60.5%). En total, son más de 210 mil viviendas en zonas no aptas para uso habitacional o sin título de propiedad. De estas construcciones, apenas 13.1% cuentan con licencia de construcción y solo 11.3% fueron edificadas con asistencia técnica profesional.

Asimismo, el 83.8% de las viviendas informales tiene techos vulnerables, elaborados con calamina, fibras de cemento o esteras, materiales frágiles frente a lluvias intensas y vientos fuertes. A ello se suma la persistente falta de servicios básicos. Pese a que en los últimos diez años se invirtieron S/ 1,601 millones en agua y saneamiento, todavía 31% de los hogares urbanos en Piura carecen de conexión a red pública de agua y desagüe, casi el doble del promedio nacional (16.8%).

Este problema habitacional responde a un déficit estructural persistente. Según el INEI, más de 22 mil hogares en Piura no cuentan con vivienda propia. Esto ocurre en un contexto en el que la producción anual apenas llega a 1,500 unidades, suficientes para cubrir apenas una cuarta parte de la demanda. De acuerdo con estimaciones del IPE, cerrar esta brecha en los próximos diez años requerirá multiplicar por 4.1 el ritmo de construcción anual de viviendas en la región.

Escuelas en riesgo

El déficit de infraestructura también afecta al sistema educativo. Al 2024, el 42.4% de los colegios en Piura tiene al menos 70% de su área techada en riesgo de colapso, por lo que requieren ser demolidos y reconstruidos, según el Ministerio de Educación. Así, más de 83 mil estudiantes asisten a locales públicos en muy alto riesgo de colapso, lo que compromete su seguridad y limita sus oportunidades de aprendizaje. Además, el 21.7% de colegios públicos no cuenta con servicio de alcantarillado, porcentaje mayor que el promedio nacional (15.7%). En conjunto, la brecha total de infraestructura educativa en la región asciende a más de S/ 9,900 millones.

Brechas críticas en salud

Aunque Piura registra la brecha más baja del país en infraestructura de primer nivel de salud (7.1%), aún requiere 36 establecimientos adicionales para alcanzar los 510 necesarios. El problema central, sin embargo, está en la calidad: el 95.8% de los centros de salud de este nivel opera con capacidad instalada inadecuada, lo que significa que no cumplen con la norma técnica de infraestructura y equipamiento, y presentan instalaciones deterioradas y equipamiento insuficiente. Incluso la Oficina de Programación Multianual de Inversiones del Ministerio de Salud estima que hacia 2029 esta proporción apenas se reducirá al 92%, todavía por encima del nivel prepandemia (85%).

El cierre de las brechas de infraestructura pública y de vivienda será clave para Piura. Ello requiere fortalecer la vivienda social, de modo que más familias accedan a hogares seguros y con servicios básicos desde el inicio. En paralelo, es indispensable modernizar colegios y hospitales mediante esquemas de colaboración público-privada, como APP y Obras por Impuestos (OxI), que permitan acelerar la inversión y garantizar calidad. Apostar por estas soluciones no solo atiende necesidades urgentes, sino que también construye resiliencia a largo plazo para que la región pueda enfrentar eventuales las consecuencias de desafíos climáticos.

*Elaborado por María Alejandra Ormeño, jefa de políticas públicas del IPE, con colaboración de Pablo Castro.