Carabayllo: vecinos denuncian ausencia de autoridades tras crimen de mujer asesinada por resistirse al robo de su celular

La noche del último domingo, la tranquilidad de una reunión familiar se convirtió en tragedia en Carabayllo. Nancy Carlos Pantoja, de 50 años, fue interceptada por delincuentes cuando regresaba a su vivienda después de visitar a su madre y hermanos. El asalto terminó con su vida en un descampado sin alumbrado público, donde fue baleada en la espalda tras resistirse al robo de su celular.

El crimen expuso nuevamente la falta de seguridad en el sector San Diego, una zona marcada por calles oscuras y mínima presencia de efectivos del orden. Vecinos aseguran que no cuentan con patrullaje constante ni cámaras municipales, lo que convierte al área en un punto vulnerable para actos delictivos. La familia de la víctima exige justicia y respuestas concretas, mientras la policía maneja como principal hipótesis el intento de robo.

Los pobladores del sector San Diego denuncian que la carencia de luz pública favorece a bandas delictivas que se desplazan con facilidad por las calles. Explican que no se trata de un problema aislado, sino de varias cuadras sin iluminación que llevan años sin atención municipal. Esta condición convierte los trayectos cotidianos en escenarios de riesgo para quienes regresan a sus hogares al caer la noche.

Además, manifiestan que la vigilancia es casi inexistente. No hay presencia continua de serenazgo y la policía llega únicamente cuando se reportan emergencias graves. La percepción de abandono ha incrementado la inseguridad y la sensación de vulnerabilidad entre los vecinos, que sienten que las autoridades los han dejado a su suerte.

Tras el crimen de Nancy Carlos, las imágenes más cercanas al hecho provienen de una cámara particular instalada en un negocio cercano. El dispositivo registró la huida de los atacantes, aunque la baja visibilidad limita la identificación precisa de los responsables.

La ausencia de cámaras municipales en la zona ha generado críticas entre los moradores, quienes cuestionan que la vigilancia dependa únicamente de la iniciativa privada. Para ellos, el registro de empresas o domicilios no es suficiente, ya que la prevención debería estar garantizada por la comuna y las autoridades encargadas de la seguridad ciudadana.

De acuerdo con la información preliminar, la Policía Nacional maneja una sola hipótesis: el crimen fue producto de un asalto. Familiares y allegados confirmaron que Nancy no recibía amenazas ni estaba vinculada a extorsiones, por lo que descartan móviles distintos al robo de sus pertenencias.

La familia exige a las autoridades resultados inmediatos y una investigación transparente. Reclaman que no se trate de un caso más en la estadística de crímenes violentos y piden mayor presencia del Ministerio Público para esclarecer los hechos. El temor entre los habitantes del sector es que el caso quede impune, como otros registrados en la misma jurisdicción.

El asesinato de Nancy Carlos ha generado indignación en Carabayllo y reavivó las críticas por la falta de acciones concretas frente a la delincuencia. Los residentes afirman que el distrito está desprotegido y que las autoridades conocen la situación, pero no han implementado medidas efectivas para reducir los delitos.

Con carteles improvisados y declaraciones a la prensa, los vecinos resumen su malestar con una frase que se repite en la zona: “La vida vale un celular”. Para ellos, esta tragedia simboliza el grado de inseguridad en el que viven y el abandono estatal que padecen desde hace años.