Mujer hallada con ‘El Monstruo’ al momento de su captura fue identificada como compañía ocasional y no tenía vínculo sentimental

La captura de Erick Luis Moreno Hernández, conocido como ‘El Monstruo’, el 24 de septiembre en Paraguay, reveló detalles inesperados. El líder de “Los Injertos del Cono Norte” fue localizado en una vivienda de San Lorenzo tras varios meses de seguimiento. En el interior no estaba solo: una mujer permanecía con él al momento de la irrupción policial.

La noticia generó versiones iniciales que apuntaban a que se trataba de su pareja paraguaya, incluso vinculada a un embarazo. Sin embargo, esa hipótesis quedó rápidamente descartada por los investigadores. Las autoridades confirmaron que la joven no tenía relación sentimental con Moreno y que su presencia respondía a una compañía ocasional.

Durante una conferencia de prensa, los agentes paraguayos que participaron en el operativo aclararon las circunstancias en las que fue encontrada la mujer. “No era la pareja del detenido, era una compañía ocasional. No hemos identificado un vínculo estable entre ellos”, señaló un portavoz de la Policía Nacional.

La precisión resultaba clave, dado que en días anteriores se había mencionado a una pareja paraguaya embarazada ligada al delincuente peruano. “La mujer que se hallaba con él en San Lorenzo no es la misma persona”, reiteraron las autoridades para despejar dudas. La acompañante fue trasladada a dependencias policiales y posteriormente quedó en libertad al no encontrarse elementos que la relacionaran con la organización criminal.

Uno de los aspectos que llamó la atención de los investigadores fue cómo Moreno lograba sostenerse en Paraguay sin dejar rastros visibles. Según declaraciones del agente del Departamento de Investigaciones para América Noticias, “él recibía pequeñas sumas de dinero en efectivo para gastos básicos. Era una estrategia para no llamar la atención y evitar movimientos bancarios”.

Los vecinos del lugar señalaron que tanto Moreno como la mujer rara vez salían de la vivienda. “Desde que llegaron, casi no se les veía fuera de la casa”, comentó un residente de la zona, lo que coincide con la versión oficial sobre la discreción con la que se manejaba el prófugo. Esta modalidad dificultó el rastreo, aunque finalmente los seguimientos de inteligencia permitieron ubicarlo.

En el operativo también se decomisaron tres teléfonos celulares que Moreno tenía en su poder. Estos equipos fueron inmediatamente resguardados en bolsas de seguridad y entregados para su análisis forense. “Ya se solicitó una orden judicial para que personal especializado acceda a la información contenida en los dispositivos”, indicó un representante policial.

El contenido de los móviles podría aportar datos sobre contactos, comunicaciones y posibles apoyos logísticos tanto en Paraguay como en otros países de la región. En paralelo, se revisan cámaras de seguridad en los alrededores de la vivienda para identificar a las personas que le entregaban los montos de dinero en efectivo.

Sobre la mujer que se encontraba con él, las diligencias iniciales confirmaron que no estaba embarazada de Moreno y que tampoco existía un lazo directo con la organización. Su presencia fue catalogada como circunstancial y desvinculada de las operaciones criminales del cabecilla peruano.