Expo Perú Andes 2025-Cusco resalta avances y retos del empoderamiento económico de la mujer andina

El foro expuso datos sobre desigualdad laboral en Ayacucho y destacó los logros de mujeres que han formalizado empresas en sectores como agricultura, manufactura y comercio

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Expo Perú Andes 2025-Cusco resalta
Expo Perú Andes 2025-Cusco resalta liderazgo económico de las mujeres andinas. (Foto: Agencia Andina)

El empoderamiento económico de la mujer andina ganó protagonismo durante la Expo Perú Andes 2025-Cusco, donde las cifras y testimonios del foro dedicado a emprendedoras reflejaron tanto avances significativos como desafíos aún presentes. En este escenario, autoridades regionales y nacionales vinculadas al desarrollo y la igualdad de género reconocieron el papel esencial de las mujeres en la economía local y nacional.

Las participantes enfatizaron la importancia de visibilizar el impacto económico y social del liderazgo femenino en la región. Este impulso no solo permite mayores oportunidades de desarrollo, sino que también fomenta la identidad y la cohesión intercultural en las comunidades.

Mujeres emprendedoras andinas consolidan avances
Mujeres emprendedoras andinas consolidan avances en formalización y desarrollo. (Foto: Agencia Andina)

Desigualdad persistente y logros en formalización

La vicegobernadora de Ayacucho, Tania Vila Sosa, presentó durante la Expo Perú Andes 2025 cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) que ubican a la región en el tercer lugar nacional en niveles de desigualdad. Señaló que el 75% de las mujeres trabaja en condiciones de informalidad, una cifra que supera el 67,9% reportado en el caso de los hombres.

Pese a esta brecha, destacó avances en la formalización del emprendimiento femenino. De las 29 empresas y asociaciones lideradas por mujeres en Ayacucho, 22 cuentan con gerentes mujeres y 7 con presidentas mujeres, lo que refleja un crecimiento en la participación de liderazgos femeninos en la economía formal.

Según Vila Sosa, el perfil de la emprendedora andina es diverso y resiliente: el 64,77% habla una lengua indígena, el 44,32% es jefa de hogar y el 69,32% posee RUC o RUS activos. Además, un 12,5% tiene su marca registrada en Indecopi. Estas iniciativas se concentran principalmente en sectores como la industria manufacturera, la agricultura, la ganadería y el comercio mayorista y minorista, áreas donde la mujer andina viene consolidando su presencia.

Autoridades destacan rol de la
Autoridades destacan rol de la mujer andina en la economía nacional y regional. (Foto: Agencia Andina)

Promoción y fortalecimiento del emprendimiento femenino

Susana Charún, directora de Programa Sectorial IV de la Dirección General de Ciudadanía Intercultural del Ministerio de Cultura (Mincul), resaltó la labor de la Red Nacional de Mujeres Indígenas u Originarias y Afroperuanas Emprendedoras (RedMIA). Entre 2024 y lo que va de 2025, RedMIA generó veinte espacios de valorización del emprendimiento femenino, con ventas superiores a S/ 38.500. Además, Charún informó que se ejecutaron siete acciones de fortalecimiento de capacidades, beneficiando a más de 200 emprendedoras.

Por parte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Fátima Quispe Oyarce indicó que en lo que va de 2025 se impulsaron diez ferias comerciales, con la participación de 250 mujeres y ventas por encima de S/ 130 mil.

Foro en Cusco evidencia retos
Foro en Cusco evidencia retos y logros del empoderamiento femenino andino. (Foto: Agencia Andina)

Retos actuales y proyección de futuro

Fátima Quispe Oyarce advirtió que aún persisten dificultades que limitan el desarrollo pleno de las mujeres andinas, como la falta de ingresos propios, la brecha salarial respecto a los hombres y la sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado. Estos factores, señaló, continúan restringiendo el crecimiento económico y social de muchas emprendedoras en la región.

No obstante, resaltó que los testimonios recogidos durante la Expo Perú Andes-Cusco evidencian avances concretos en el empoderamiento económico femenino. Este proceso, pese a sus desafíos, mantiene una tendencia ascendente y se consolida como un símbolo de identidad, unidad e interculturalidad que fortalece el liderazgo de la mujer andina en la vida social y productiva del país.