Apurímac: Torero pierde la vida frente al público tras ser embestido por un toro en fiesta patronal

La víctima fue identificada como Rudy Saccaco Huachaca, conocido en el centro poblado de Alaypampa por participar con entusiasmo en estas festividades

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Un trágico accidente enlutó la provincia de Chincheros, en Apurímac, durante una de las celebraciones más esperadas del distrito de Huaccana. Lo que debía ser una jornada de fiesta en honor al Señor de la Exaltación terminó convirtiéndose en un hecho doloroso para toda la comunidad, luego de que un torero aficionado perdiera la vida tras ser embestido por un toro bravo en pleno ruedo.

La víctima fue identificada como Rudy Saccaco Huachaca, un poblador conocido en la zona por participar con entusiasmo en estas corridas tradicionales. El hecho ocurrió en el centro poblado de Alaypampa, donde decenas de personas se reunieron para presenciar la actividad taurina como parte de la programación festiva. El ambiente de celebración se transformó en conmoción cuando el hombre fue alcanzado de manera violenta por el animal, que lo derribó con una cornada frontal.

Torero aficionado muere en Huaccana tras embestida de toro bravo

Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

De acuerdo con testigos, el incidente ocurrió la tarde del martes 16 de septiembre, alrededor de las 4:00 p.m., cuando Saccaco intentaba ejecutar una maniobra frente a la tribuna principal. En ese momento, el toro lo sorprendió con una embestida directa al abdomen, dejándolo gravemente herido en medio del ruedo. Los presentes corrieron a auxiliarlo y, en medio de la desesperación, fue trasladado de inmediato en un patrullero de la Policía al centro de salud de Huaccana.

El personal médico intentó estabilizarlo para su derivación al hospital de Chincheros, pero las lesiones eran de tal magnitud que el poblador no resistió y falleció poco después de las 5:00 p.m. Su partida provocó un profundo pesar entre familiares, amigos y asistentes, quienes fueron testigos del trágico desenlace.

Tras confirmarse la noticia, las autoridades locales y los organizadores decidieron suspender todas las actividades de la festividad en señal de duelo. Los restos de Rudy Saccaco vienen siendo velados en su vivienda en Alaypampa, mientras vecinos y allegados se congregan para acompañar a su familia en medio del dolor.

El torero aficionado deja en orfandad a tres hijos, lo que ha generado aún más consternación en la comunidad. Pobladores señalaron además su preocupación por la falta de medidas de seguridad en este tipo de espectáculos, donde los participantes se enfrentan a animales de gran fuerza y bravura sin contar con las condiciones necesarias para reducir los riesgos.

El origen de las corridas de toros en el Perú durante la colonia

Un joven de 28 años
Un joven de 28 años de edad perdió la vida tras ser envestido por un toro en fiesta patronal en Áncash | Foto captura: PNP

Las corridas de toros en el Perú no tienen relación con las costumbres del Imperio incaico, sino que fueron introducidas por los españoles tras la conquista. Según registros históricos, uno de los primeros eventos taurinos en Lima habría ocurrido en 1538, aunque existen versiones que señalan al 29 de marzo de 1540, fecha en la que se celebró la consagración de un nuevo obispo en la capital. Desde entonces, este espectáculo se convirtió en parte de las celebraciones coloniales, reuniendo a pobladores de distintos estratos sociales.

Durante los siglos XVI y XVII, las corridas se consolidaron como parte de la vida pública limeña. La Plaza Mayor de Lima era escenario de estas actividades, organizadas para conmemorar ocasiones especiales como el nacimiento de un príncipe o la beatificación de un santo. Estos eventos no solo eran vistos como entretenimiento, sino también como manifestaciones de poder y religiosidad en la sociedad virreinal.

Con el paso del tiempo, la tradición se profesionalizó. En el siglo XVIII se construyó en Lima la primera plaza de toros de madera, lo que marcó el inicio de un espacio formal para los espectáculos taurinos. Esta evolución permitió que toreros locales alcanzaran renombre, mientras la afición por el arte del toreo se expandía en distintas regiones del país, consolidándose como una de las prácticas culturales más persistentes heredadas de la colonización.