Bases de datos a la venta y víctimas en la mira: el recorrido por el mercado negro que vende nombres, DNI y saldos para facilitar fraudes y chantajes

En pleno centro de Lima, archivos con miles de registros bancarios se ofrecen como mercancía. Los documentos incluyen líneas de crédito, teléfonos y hasta el historial de pagos, información usada por mafias para seleccionar a quién estafar o extorsionar

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Por menos de cien soles, delincuentes ofrecen bases de datos con información financiera de miles de peruanos. Estos listados detallan montos en cuentas y tarjetas, material que alimenta estafas telefónicas y operaciones de phishing cada vez más sofisticadas. | Ocurre Ahora

Un recorrido encubierto del equipo de investigación del programa Ocurre Ahora de ATV reveló la venta de bases de datos bancarias que contienen información personal, financiera y transaccional de miles de ciudadanos peruanos. El acceso ilegal a estos archivos compromete la seguridad de los clientes e incrementa los riesgos de extorsión y fraude financiero en el país, situación confirmada por el medio televisivo en su reciente emisión.

La investigación encabezada demostró la facilidad con la que se puede adquirir este tipo de información en el centro de Lima. Según Ocurre Ahora, los datos, que incluyen nombres, números de documento, teléfonos y saldos en cuentas o tarjetas, se ofrecen en plena vía pública de la avenida Wilson y pueden adquirirse por montos que oscilan entre 70 y 3 mil soles dependiendo del perfil de los afectados y el volumen solicitado.

Venta ilícita de información bancaria

En la zona, identificada como punto de referencia para actividades informáticas y comerciales, personas conocidas como “jaladores” ofrecen sin restricción archivos cargados de datos confidenciales. El equipo de Ocurre Ahora verificó que los archivos contienen información que permite identificar a los titulares de cuentas y conocer sus movimientos financieros.

Las grabaciones del reportaje, que Ocurre Ahora presentó, exhibieron cómo los vendedores explican a los compradores los detalles de los registros disponibles. Una de las principales proveedoras, señalada en el reportaje como “la reina de las bases de datos”, accedió a entregar, por 70 soles, un archivo con información detallada de más de 51.000 usuarios. El archivo incluía nombres, números de teléfono, direcciones, números de documento nacional de identidad, detalles sobre tarjetas de crédito y montos de líneas de crédito disponibles.

Dispositivos de almacenamiento digital utilizados
Dispositivos de almacenamiento digital utilizados por vendedores para transferir archivos con datos financieros en espacios cerrados. | ATV

Las tarifas varían según la sensibilidad de la información ofrecida. Por cinco mil registros correspondientes a clientes que mueven sumas elevadas de dinero o poseen líneas de crédito significativas, se llega a solicitar hasta 3 mil soles, según constató el medio de comunicación televisivo durante su investigación en campo.

Impacto directo en usuarios y testimonio de víctimas

La venta indiscriminada de estos datos ha derivado en víctimas concretas. Entre ellas destaca Miguel Llanos, quien relató a Ocurre Ahora el modo en que delincuentes accedieron a sus datos personales y bancarios durante una llamada en la que intentaron suplantar a la entidad financiera. Llanos recibió un contacto en el que los interlocutores le confirmaron montos y datos exactos de su cuenta con el propósito de validar una compra falsa. El usuario detalló que los delincuentes poseían perfectamente sus nombres, apellidos, número de documento y claves asociadas a la tarjeta, lo que le permitió identificar la filtración y evitar el fraude.

Según mostró la investigación del programa, estos archivos no solo incluyen información general de los usuarios, sino detalles específicos que revelan si una persona puede ser potencial objetivo de extorsiones, campañas de fraude o suplantación. “Si yo conozco cuáles son los montos del préstamo máximo que te pueden dar, eso significa que eres una persona con cierto tipo de ingreso”, explicó un experto consultado por el medio.

El mecanismo de tráfico de datos

Un usuario muestra su tarjeta
Un usuario muestra su tarjeta y celular luego de recibir una llamada fraudulenta vinculada al comercio ilegal de datos personales. | Captura: ATV

La dinámica de la venta implica un sistema en el que los interesados contactan con intermediarios, quienes los conducen hasta ubicaciones ocultas en la zona comercial estudiada. Una vez establecido el contacto con la vendedora principal, el interesado puede escoger entre bases de datos generales o “premium”, estas últimas correspondientes a usuarios con mayores ingresos o movimientos bancarios elevados, lo que incrementa el precio.

Las conversaciones grabadas y expuestas muestran que los pedidos de información específica son frecuentes y se ajustan a la demanda de perfiles concretos, por ejemplo, para campañas de índole política o comercial. La propia vendedora describió que existen distintos perfiles de compradores y una demanda sostenida por este tipo de documentos electrónicos.

En los archivos entregados puede observarse información sensible como la cantidad de meses de financiamiento de compras, saldos vigentes, movimientos, historial crediticio y contacto domiciliario o laboral de los clientes, información que amplía el espectro de riesgo para los afectados, como lo advierte el reporte difundido por la televisora.

Respuesta institucional y verificación de datos filtrados

Extractos impresos de bases de
Extractos impresos de bases de datos utilizados para cotejar la veracidad de la información filtrada. | ATV

Tras la exposición mediática, Ocurre Ahora precisó que la investigación partió de la denuncia realizada por un usuario bancario. El seguimiento permitió validar, con testimonios y cotejos directos, la veracidad de los datos contenidos en los archivos ofrecidos. Según detalló, incluso miembros del propio equipo periodístico hallaron nombres de allegados y familiares dentro de los documentos obtenidos, quienes confirmaron que los datos allí contenidos coinciden con sus perfiles financieros reales.

El caso expone las debilidades en la protección de información bancaria en el sistema peruano. Expertos consultados por el medio identifican que la falta de medidas robustas de seguridad en los sistemas de bancos y entidades financieras facilita la extracción y comercio de datos sensibles. El flujo de archivos en la avenida Wilson representa una alerta sobre la necesidad de reforzar los controles y sancionar la comercialización ilegal de información personal.