Policía, en su día de franco, atropella y mata a transeúnte en Cusco, familiares piden prisión preventiva

La ciudad de Cusco quedó impactada luego de la muerte de Carlos Clemente Ibarra, un deportista de 50 años, quien fue atropellado frente a la unidad de emergencia de la Policía Nacional del Perú (PNP). El conductor responsable, identificado como el suboficial Rubén Lizarazu Suchampi, se encontraba fuera de servicio al momento del accidente. La víctima regresaba a su domicilio, situado a pocos metros del lugar, cuando ocurrió el hecho.

El accidente se produjo alrededor de las diez de la noche de un domingo. Tras el atropello, Clemente Ibarra fue asistido por personal médico, pero murió horas después a causa de las graves lesiones sufridas. Según relato de sus familiares, el aviso oficial sobre el fallecimiento llegó ocho horas después del suceso, provocando molestia y desconfianza sobre la respuesta policial. “Pedimos justicia, que no lo encubran”, manifestó un allegado del deportista.

Los parientes de la víctima recordaron que Clemente Ibarra era una figura querida dentro de la comunidad deportiva cusqueña. No tenía esposa ni hijos, pero mantenía lazos cercanos con sus hermanas, sobrinos y numerosos amigos del entorno futbolístico local.

El jefe encargado de la Región Policial Cusco, coronel Walter Poma, informó que el suboficial Lizarazu Suchampi permanece en condición de detenido mientras avanzan las investigaciones. Las pruebas de alcoholemia realizadas al conductor negaron la presencia de alcohol, aunque los exámenes efectuados a la víctima registraron consumo previo.

La familia exige que el proceso se realice con transparencia y advierte sobre la posibilidad de impunidad. Mencionan que la notificación tardía fortalece su desconfianza y solicitan que se investigue la actuación de los involucrados en la atención inicial. “Queremos que se esclarezcan los hechos”, declaró una de las sobrinas del fallecido.

Rubén Lizarazu Suchampi era suboficial de tránsito y se encontraba fuera de turno en el momento del atropello. El accidente ocurrió a menos de cien metros de una comisaría.

Imágenes capturadas por cámaras de videovigilancia muestran que la asistencia inmediata a la víctima fue insuficiente. En los videos se observa a un agente que se acerca para verificar signos vitales, pero no se evidencia una intervención médica eficaz. Esta demora ha sido señalada repetidas veces como uno de los aspectos clave en la indignación de la familia de Carlos Clemente Ibarra.

La investigación está bajo revisión del Ministerio Público, que evaluaba la solicitud de prisión preventiva para el policía . El entorno de la víctima y diversos grupos ciudadanos insisten en que las autoridades mantengan procedimientos estrictos para evitar cualquier intento de encubrimiento.

El caso adquiere una dimensión mayor en el contexto de la propia Policía Nacional del Perú, institución que enfrenta una creciente cantidad de investigaciones internas a raíz de incidentes y delitos protagonizados por sus miembros. Informes recientes han indicado que cerca de mil agentes han sido detenidos solo en el año por presunta implicancia en hechos ilícitos, lo que incrementa la preocupación sobre la conducta en la fuerza policial.

El desenlace de este proceso será seguido de cerca por la opinión pública cusqueña y se espera que marque un precedente en la actuación institucional ante incidentes que involucran a miembros de la policía y ciudadanos civiles.