La paradoja de la vida: más del 60% de parejas jóvenes en Lima saltan del nido solo para aterrizar en casa de los suegros

Un análisis de Barqueros revela también que 3 de cada 10 parejas en la capital peruana viven con los suegros solo porque no les queda de otra. ¿Quién los retiene?

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la independencia económica y habitacional
la independencia económica y habitacional para los jóvenes peruanos en pareja se presenta hoy como un objetivo distante, condicionado por el entorno familiar y el panorama económico nacional.

Más del 60% de jóvenes parejas en Lima vive en casas de sus padres o suegros y la mitad señala que la falta de privacidad afecta su relación, según un análisis difundido por Barqueros Inmobiliaria. El dato resume una tendencia persistente: la independencia habitacional de los jóvenes peruanos sigue siendo un paso crítico.

El sondeo presentado por Barqueros Inmobiliaria en agosto de 2025 abarca a jóvenes en pareja que residen en Lima Metropolitana. Se identificó que el 61,5% de los encuestados habita un inmueble familiar, principalmente en propiedades heredadas de padres o suegros. De ese grupo, 25% ocupa tan solo una habitación en la casa, mientras un 13,5% logra alquilar por su cuenta un espacio independiente.

La convivencia familiar impone dificultades relevantes entre las parejas jóvenes. El 50% de quienes comparten vivienda con familiares manifiesta que la falta de privacidad limita su relación, y un 13,5% califica la situación como asfixiante. El 42,3% afirma que su situación residencial condiciona de manera importante su vida en pareja y un 15.4% indica no disfrutar de independencia alguna dentro del hogar.

Barqueros Inmobiliaria y TBWA presentan
Barqueros Inmobiliaria y TBWA presentan el primer 'escape room' inmobiliario en Jesús María para visibilizar el reto de la independencia habitacional.

Privacidad y espacio propio, urgencias para parejas jóvenes en Lima

Desde la perspectiva de Barqueros Inmobiliaria, la búsqueda de independencia se ha transformado en una prioridad. “Los resultados muestran una realidad clara: la mayoría de jóvenes peruanos en pareja aún no logra independizarse, y ello repercute en su estabilidad. El 61,5% continúa residiendo en propiedades de sus padres o suegros y casi la mitad percibe que esta situación limita su relación. Esto confirma que la privacidad y el espacio propio se han convertido en necesidades prioritarias para esta generación”, señaló Iván Baquerizo, gerente de operaciones de la empresa.

El informe revela las principales problemáticas asociadas a la convivencia familiar extendida. Un 32,7% de los consultados mencionó como mayor obstáculo la falta de espacio, 25% las discusiones familiares, 23,1% las diferencias de convivencia y 13,5% la insuficiencia de privacidad. Estas condiciones influyen en la vida cotidiana y las dinámicas internas de parejas jóvenes dentro del entorno familiar.

El deseo de independencia habitacional es casi unánime. El 88,5% de los encuestados declaró querer comprar un departamento propio de inmediato, reflejo del valor atribuido a la autonomía residencial.

Objetivo: ¿un departamento de 40
Objetivo: ¿un departamento de 40 metros cuadrados? La falta de privacidad y el deseo de independencia habitacional marcan la vida de las parejas jóvenes en Lima.

El 79% de peruanos ve más difícil independizarse que hace 10 años

El panorama económico peruano complejiza esta aspiración de autonomía. Un análisis reciente elaborado por Bumeran indica que el 79% de los trabajadores en Perú considera más difícil independizarse hoy que hace una década. El 56% de los encuestados vive aún con su familia y un 23% ha debido regresar a la casa paterna tras intentos fallidos de independencia.

Entre las principales causas de este fenómeno figuran la pérdida de empleo, los salarios insuficientes, el encarecimiento del costo de vida y las necesidades familiares. El dato económico es contundente: Un 35% de los participantes sostiene que su sueldo no alcanza para vivir en solitario y 30% permanece actualmente desempleado. Factores adicionales incluyen la preferencia por ahorrar en familia, las obligaciones de cuidado de terceros y la extensión de estudios universitarios.

En cuanto al perfil laboral, el 40% tiene empleo formal a tiempo completo, pero 35% está desempleado. Cuestiones como la falta de contactos y de experiencia se identifican como barreras predominantes para encontrar mejores oportunidades laborales, mientras el 95% de los participantes señala que un mejor salario y un trabajo estable serían determinantes para independizarse. El 72% declaró haber concluido estudios universitarios o terciarios, aunque este nivel educativo no garantiza una rápida independencia por la situación general del mercado laboral.