Más de 2600 bodegas cerraron en lo que va del 2025 por ola de extorsiones y asaltos en Perú

En solo ocho meses, miles de pequeños negocios han bajado sus rejas por amenazas, cobro de cupos y sicariato. La Asociación de Mujeres Bodegueras advierte que este año se superará la cifra de cierres registrada en 2024

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Cada vez más ciudadanos denuncian
Cada vez más ciudadanos denuncian amenazas, cierres forzados de negocios y, en el peor de los casos, asesinatos a manos de delincuentes. Foto: Composición Infobae Perú

El sector bodeguero atraviesa uno de sus momentos más críticos. Según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú, de las 500.000 bodegas que existen en el país, al menos 2.600 han cerrado en lo que va del 2025 a causa de la inseguridad. La cifra se acerca peligrosamente al total registrado en 2024, y todo apunta a que este año la situación será aún peor.

“Sí, porque el año pasado al cierre fue de 3.000. En cambio, aquí hasta agosto, hasta la quincena de agosto aproximadamente 2.600 bodegas han cerrado”, explicó Milagros Chojeda, vocera de la organización. “Así es, aumenta y afecta la economía tanto de la bodega como de las familias y de todo el trabajo que generan”.

Obligados al préstamo gota a gota

El hostigamiento no solo incluye extorsiones y cobro de cupos, sino también formas de coerción criminal. Una de las más extendidas es el llamado préstamo “gota a gota”, una práctica ilegal que consiste en facilitar dinero de manera “fácil” e informal, para luego exigir pagos diarios con intereses abusivos. Sin embargo, según reportan los comerciantes, en estos casos se ven obligados a aceptar el dinero bajo amenaza, incluso sin haberlo solicitado.

Más de 2600 bodegas cerraron en lo que va del 2025 | América TV

No es que ellas pidan préstamos. Ellos van y les tiran los fajos de billete obligándolas a que tomen esos préstamos. Y bueno, si ellas declaran o van a la comisaría a denunciar, pues le tiran sus granadas en la puerta de la bodega”, relató Chojeda.

La violencia creciente ha generado que muchas familias pierdan su principal fuente de ingresos. El cierre de locales impacta directamente en la economía barrial, donde las bodegas cumplen un rol central como puntos de abastecimiento diario. Además, los delincuentes no solo amenazan a los dueños, sino también a sus familias, lo que incrementa el temor y acelera el abandono de los negocios.

Calles con locales cerrados

En distintos distritos de la capital se observan bodegas con las rejas abajo y carteles de alquiler en las puertas. Para muchos vecinos, la ausencia de estos negocios significa también la pérdida de un espacio de cercanía donde solían abastecerse de productos básicos. La vocera recordó que asaltos, sicariato y cobros extorsivos ya forman parte del día a día de miles de comerciantes.

Decenas de bodegas lucen con
Decenas de bodegas lucen con rejas abajo y carteles de alquiler debido a la ola de extorsiones y violencia en el país.

“Que de verdad tomen prioridad. No queremos culpar a nadie. Que tomen prioridad por nuestros requerimientos”, declaró Chojeda.

La asociación exige medidas concretas para frenar el cierre masivo de negocios. “Que pongan botones de pánico, que la policía esté más resguardada, que los serenos también tomen un poco de compromiso, las municipalidades que sean más conscientes con nosotros”, insistió Chojeda.

Mujeres en primera línea

De las 500.000 bodegas registradas en el Perú, alrededor del 70% son administradas por mujeres, lo que convierte a este grupo en el más expuesto a la violencia criminal. Muchas de ellas sostienen económicamente a sus familias con este negocio, lo que agrava las consecuencias sociales cuando deben cerrar por amenazas.

Agremub - bodegas
Agremub - bodegas

En Lima, los distritos más golpeados por la delincuencia son San Juan de Lurigancho, Cercado de Lima, Comas y Ate, mientras que en provincias destacan Trujillo y Huaura. En todas estas zonas, los bodegueros coinciden en que la falta de protección los deja a merced de las bandas criminales.

Las bodegas representan uno de los rubros más importantes de la economía popular en el Perú. No solo abastecen a millones de familias con productos de primera necesidad, sino que también generan casi 870.000 puestos de trabajo directos e indirectos en todo el país.