5 errores que hacen que el color de tu cabello pierda vida demasiado pronto

Mantener un tono radiante en la melena no depende únicamente del trabajo del estilista, sino de las decisiones que se toman después en casa, donde los hábitos marcan la diferencia en la duración del resultado

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El uso de shampoo genérico
El uso de shampoo genérico puede arrastrar el pigmento del cabello teñido desde el primer lavado y provocar la pérdida prematura del color.

Tras un cambio de look, el cabello luce brillante y lleno de vida en los primeros días. Sin embargo, muchas personas notan que, al poco tiempo, el tono se ve apagado, pierde brillo o cambia su matiz original. El problema no siempre está en la coloración, sino en los cuidados posteriores.

El color como parte de la imagen personal

Para Juliana Gutiérrez de la Cuadra, consultora en imagen y docente especializada en colorimetría, el verdadero desafío no es solo elegir el tinte adecuado, sino mantenerlo. “El cabello es nuestro marco más expresivo. Un buen color puede realzar el rostro, pero si no hay una rutina adecuada, ese efecto se pierde fácilmente”, señala.

La especialista sostiene que conocer los tonos que armonizan con cada persona es importante, pero lo fundamental es cómo se conservan día a día. La diferencia entre un color que se mantiene vibrante y otro que se desgasta pronto está en los hábitos de cuidado que se adoptan en casa.

Cinco errores que deterioran el color

La exposición al sol, la
La exposición al sol, la humedad y la fricción sin barrera protectora deteriora la durabilidad del color y la fibra capilar.

Existen prácticas comunes que afectan directamente la duración del tinte y aceleran su desgaste:

  1. Usar shampoo genérico que no está diseñado para cabello teñido. Muchos de estos productos arrastran el pigmento desde el primer lavado.
  2. Lavar el cabello a diario, lo que reduce la intensidad del color y lo hace perder fuerza con rapidez.
  3. Aplicar calor sin protección. Planchas y secadoras alteran el tono y dañan la hebra capilar si no se usa un sérum o protector térmico.
  4. Olvidar la rutina post-coloración. El resultado obtenido en el salón solo perdura si se mantiene con cuidados en casa.
  5. Exponer el cabello al sol y la humedad sin ninguna barrera protectora. Factores ambientales como rayos UV, calor o fricción también deterioran el tono.

Estos hábitos, aunque parecen inofensivos, impactan de manera significativa en la apariencia del cabello.

Tecnología para prolongar el color

Ante esta problemática, marcas como L’Oréal Professionnel han diseñado líneas específicas para el cuidado del cabello teñido. Una de ellas es Vitamino Color Spectrum, creada para prolongar la duración del tinte sin comprometer la salud de la fibra capilar.

La propuesta actúa sobre cinco dimensiones esenciales del color —brillo, saturación, contraste, tono y luminosidad—. Su fórmula con ácido ferúlico y ácido cítrico ayuda a fijar el pigmento, proteger la fibra y aportar suavidad sin apelmazar. Además, es un sistema que inicia en el salón y se complementa en casa, garantizando que el color se mantenga vibrante por semanas.

Una rutina de cuidado posterior
Una rutina de cuidado posterior es fundamental para que el resultado de la coloración se mantenga vibrante y saludable por más semanas. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

Entre los productos más destacados está el Glass Shine Serum, que forma una barrera ligera sobre el cabello, aporta brillo extra y mantiene el color estable incluso en ambientes húmedos o de altas temperaturas.

Hábitos que sí funcionan

No todo son restricciones. Existen rutinas sencillas que ayudan a conservar el tono por más tiempo:

  1. Esperar 48 a 72 horas antes del primer lavado tras la coloración, para que el pigmento se adhiera mejor.
  2. Usar shampoo, acondicionador y mascarilla formulados para cabello teñido.
  3. Aplicar siempre un sérum protector, incluso sin herramientas de calor, ya que también protege contra el sol.
  4. Secar con suavidad, evitando frotar con fuerza, y utilizar toallas de microfibra.
  5. Espaciar los lavados y reforzar con productos que protejan del sol y la humedad.

Juliana Gutiérrez lo resume con claridad: “El tinte no es el final del proceso, es el inicio. El verdadero color duradero depende de lo que se hace después, en casa, todos los días. Y si se hace bien, el resultado se nota”.

El cuidado como inversión a largo plazo

Cuidar el color no requiere rutinas complicadas ni productos costosos en exceso. La clave está en tomar decisiones simples, como espaciar los lavados, elegir productos adecuados y aplicar protección contra factores externos. Estos pasos, aunque básicos, hacen que el color no solo dure más tiempo, sino que se mantenga con un aspecto saludable y atractivo.

El cabello teñido, al igual que la piel, refleja hábitos de cuidado. Una buena rutina asegura que el esfuerzo invertido en el salón de belleza se traduzca en resultados duraderos, evitando la frustración de ver el tono apagado antes de lo esperado.